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España: Don Carmelo y Cayetana en el Camino de Santiago
Etapa Sexto: El Descubrimiento del Templo de Santa María de Eunate [
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21 de Agosto de 2012. Para garantizar una partida temprana sobre las 6 de la mañana, había puesto mi despertador, así que nos levantamos en el Albuergue de Izco, recogiendo nuestras cosas y preparando la mochila, para terminar la parte mayor del recorrido del Camino de hoy antes de la calor infernal de la tarde. Sin demasiada motivación, Cayetana toma su mochila morada y lanza una última mirada apasionada a Alejandro, el ciclista morenísimo, aún durmiendo como un niño inocente, pero pronto se adelantará fácilmente.
Los próximos dos días nos llevarán por uno de los paisajes más bonitos del Camino, quizás menos espectaculares y salvajes que las etapas montañosas en los Pirineos o alrededor de San Juan de la Peña, más bien un paisaje formado por la mano del hombre, pero lleno de armonía, parecido a la Toscana italiana. Sobre todo entre los pueblos Abinzano y Otano, alrededor de Monreal, el Camino pasa por campos y bosques, vegas verdes con islas de caña y colinas de trigo con cipreses decorativos. Hasta los pájaros parecen cantar aquí más bonitamente que en otros lugares antes de la salida del sol. Y cuando sale el sol, iluminado por los primeros rayos, un campo de trigo ya cosechado se convierte en una maravilla de color dorado.
Cayetana no tiene ánimo para contemplar la belleza arcádica del paisaje. Caminando, fija su mirada en el suelo de mal humor. Cuando se acerca un tractor, tengo que empujarla hacia la zanja, despertándola de sus sueños. Luego la abraza susurrando: "Venga, mi alma, ahora me prometes olvidar ese Alejandro. Seguro que nunca vendrá por esta senda, sino con su bicicleta irá por la carretera nacional y mañana ya estará lejos en Logroño…"
Ya está claro: animar a mi compañera será la tarea del día para mí. Después de una etapa que nos lleva por un bosque muy denso y tenebroso, y después de diez kilómetros sin haber desayunado finalmente llegamos a Monreal, donde buscamos la tienda del pueblo. Una bonita sorpresa: la tienda también es un Mini-Bar con 4 plazas donde sirven café. Y aún más alentador: el humor de Cayetana se mejora en el momento cuando descubre tabletas gigantes de chocolate Milka (lamentablemente no hubo nada de Lindt). Naturalmente le compro una de ellas, tiene tamaño de casi medio metro. Cuando empezamos a comerla, de repente queda claro que hay que terminarla ahora mismo, ya que fuera pronto nos esperan por lo menos 36° grados. Antes de seguir nuestro camino dirección a Tiebas, nos damos una vuelta. Monreal es un pueblo bonito con un viejo puente espectacular, muchas escaleras, de las que todas llevan a la Iglesia, y llama la atención de que todos los letreros estén bilingües (en castellano y vasco).
Detrás de Monreal el Camino sube y lleva por bosques llenos de enebros y zarzas. Como ya no hay chocolate, Cayetana quiere coger un par de moras y cuando toca la zarza, sube toda una nube de mariposas amarillas. Hasta el sabor de las moras indica la sequía extraordinaria para el norte de España que domina el paisaje desde semanas. Las moras son pequeñas, sin zumo y muy dulces como frutos secos. Los últimos 4 kilómetros hasta Tiebas nos parecen eternos y la motivación de Cayetana va bajando con cada paso. De repente, como mandado para hacerla reír, se presenta un zapato de color morado, completamente roto, en uno de los indicadores del Camino, como si fuera un símbolo de todos los esfuerzos de los peregrinos. Finalmente vemos Tiebas en el horizonte, pero nos queda el esfuerzo mayor: una subida terrible. También en Navarra, como en Aragón, cada lugar parece esperar al peregrino con una sonrisa maliciosa en una colina o un monte. Sorprendentemente, ahora no hay quejas por parte de Cayetana, mientras que nos arrastramos bañados en sudor por la empinada calle mayor arriba.
Son las tres y pico de la tarde y la calor está llegando a su máxima. Tiebas está dominada por dos edificios: un castillo completamente arruinado y un bello templo con un interesante campanario rectangular. Al llegar al Albergue de Peregrinos, el hospitalero nos espera en la puerta, como si alguien le hubiera anunciado nuestra llegada, y nos recibe con una sonrisa. Le habrá dado lástima vernos llegar completamente muertos, subiendo lentamente como caracoles al borde del desmayo por la Calle Mayor. Sin embargo, después de llegar a la sombra del albergue y después de una ducha y un buen almuerzo, vuelve el ánimo. Mientras que estoy tumbado para una Siesta (I˙estamos solitos en el Albergue!), entra Cayetana eufórica, para anunciar que en el sótano hay un televisor con una pantalla digna de un cine "…y como somos los únicos, me han permitido poder ver la tele también después de la 10 de la noche…" Así que la noche está salvada (o perdida…)
22 de Agosto de 2012 a las 7 de la mañana rellenamos nuestras botellas tomando el agua de la fuente de Tiebas. Para mi gusto, ya llevamos retraso por habernos levantado demasiado tarde, debíamos haber partido una hora antes. Es que Cayetana había pasado la mitad de la noche delante de la televisión y resultaba imposible despertarla a las 6 en punto.
Dejando Tiebas atrás, cerca de la Sierra de Alaiz, un viejo pastor de ovejas cruza nuestro camino. Se alegra de encontrar peregrinos, nos pide de rezar también por él y asegura que vendría espontáneamente con nosotros, si fuera más joven. Nos acompaña durante media hora y llegamos a hablar de la actual crisis de Europa. Nos cuenta como siendo joven, había emigrado desde aquí a Argentina, para trabajar allí como Gaucho. Y ahora se repite la historia en su sobrino, el que va a emigrar a Alemania a finales de este año, aunque no para trabajar como pastor, sino en una empresa de energía solar. No obstante, aparte de la separación de la familia, él valora como algo positivo que los jóvenes busquen su vida en países lejanos, porque esas experiencias irán enriqueciendo sus vidas y para él su época en la Argentina también le dió muchas cosas buenas, como afirma. Al despedirnos, nos explica dónde hay que cruzar la A15 y qué Camino hay que tomar para llegar a nuestro destino para hoy la enigmática Iglesia de Eunate. Pronuncia este nombre con gran reverencia. "Sí, ese templo es pequeño, pero muy sagrado I˙ya veréis!" Acompañados por el sol saliente caminamos unos 8 kilómetros por trigales ya cosechados y pueblos con nombres vascos como Enériz.
"Allí está!", exclama Cayetana de repente. Sí, allí está, aislado de cada lugar, en medio de un verde campo de maíz, descubrimos el solitario templo de Eunate, edificado poco antes del año 1200 por los templarios. (Cabe esperar que todo tipo de construcción alrededor de por lo menos tres kilómetros quede prohibido para la eternidad.) Con impaciencia aceleramos el paso, hasta encontrarnos ante el misterio de ese octógono románico, rodeado por un anillo mágico de arcadas que parecen un muro espiritual de defensa. Desde el ábside, 15 cabezas de demonios miran al recién llegado peregrino.
En Sangüesa todavía se había burlado de las esculturas de la fachada. Pero aquí, en este lugar tan especial, Cayetana se queda calladita y como encantada. Como en un trance se mueve de una columna a otra. Como programada por un hipnotizador, ante cada uno de los capiteles que muestran monstruos misteriosos, toma su máquina para tomar una foto, moviendo sus brazos como en cinematografía lenta, antes de seguir al próximo capitel. Fascinado, decido seguirle por las arcadas, mientras que el sol matutino dibuja todavía largas sombras al lado de los arcos y columnas casi milenarias, iluminando de luz dorada los ornamentos y seres fabulosos de los capiteles y haciendo brillar cada gota de rocío en el campo de maíz como si fueran brillantes. En este momento se revela: habrá muchos lugares sacros en el largo Camino de Santiago, pero muy pocos de tal intensidad mística como Eunate. El viejo pastor no nos ha prometido demasiado.
Es cierto, este templo no es ni grande ni espectacular, en su interior apenas muestra decoración y adornos. ¿Cuál es el misterio de este diminuto octógono consagrado a la Madre Eterna? Tal vez sentimos aquí más que en otro lugar las almas de los peregrinos enterrados alrededor de ese templo, las almas de los infelices fallecidos aquí hace siglos, sin haber podido realizar su deseo y llegar a Santiago, su sueño de ver el sepulcro del Santo y el mar de Finisterre quedó aquí, sepultado con ellos. Es que Eunate fue construido muy probablemente como capilla de cementerio para peregrinos. Quizás también sentimos algo del espíritu de los templarios, los que motivados por influencias islámicas, traídas de la Tierra Santa, querían acabar con la idea primitiva del "Santiago Matamoros", colocando aquí un templo perfecto, inspirado por el octógono islámico de la Cúpula de la Roca en Jerusalén (santuario que a su vez se había inspirado en el octógono cristiano del templo de la Ascensión). Eunate simboliza algo Eterno y sacro para todas las religiones. Además, el ocho es el número simbólico de la perfección y del renacimiento y por ello el octógono constituye una forma ideal para una iglesia de peregrinación, ya que hacer el Camino llevará al peregrino a un renacimiento espiritual.
Eunate es un octógono mágico, amparado por un anillo de arcadas y capiteles llenos de monstruos, esas arcadas forman una especie de claustro excepcional, de forma redonda en vez de cuadrada y se encuentra fuera en vez de en el interior, invitando al recién llegado peregrino a una meditación preparativa antes de su entrada en el sanctasanctorum. Los templarios han creado aquí en la soledad del campo de Navarra una unión singular entre cultura y naturaleza, un lugar especial tan lleno de armonía que hace callar a todos y cada uno. Todo el templo es un homenaje al número sagrado ocho: también en el interior, donde la cúpula está estructurada por ocho nervaduras y ocho lumbreras octogonales.
Cuando entro ya escucho una mujer llorando. Siguiendo su mirada, quedo deslumbrado por el rayo de sol que entra por la ventana del este, atravesando exactamente el centro del octógono. Después de acostumbrarme a la claridad sorprendente, mis ojos buscan Cayetana. Y la encuentran allí delante de la estautua de la Virgen en el ábside, iluminada por aquel rayo de sol místico.
Cayetana de rodillas! Esa imagen me quedó reservada! Y también su cara está cubierta de lágrimas. Parece que esta modesta capilla vaya ejerciendo una magia inexplicable, ya que todos los que entran aquí rompen a llorar. Al levantarse, Cayetana toma un puño para quitarse las lágrimas de las mejillas y me mira con una expresión nunca vista, algo confundida. Un poco más tarde, ya en el Camino a Puente la Reina, vuelve la cabeza para mirar una última vez a Eunate, y de repente se atreve a preguntarme: "Oye, Don Carmelo, ¿eso ahora ha sido mística cuando tengo que llorar por un no sé qué?" Lleno de asombro tengo que admitir: "Bueno sí, no es una definición teológicamente correcta, pero puedes interpretarlo así…" Y cuando dos semanas más tarde llego a preguntarle a Cayetana, cuál ha sido para ella el momento más emocionante de todo nuestro Camino, me responde sin vacilar un segundo: "Santa Maria de Eunate".
Texto y Fotos: Berthold Volberg
Recomendaciones y enlaces:
www.turismonavarra.es
http://de.wikipedia.org/wiki/Santa_Mar%C3%ADa_de_Eunate
Etapa de Izco hasta Tiebas: ca. 24 Kilómetros, etapa de Tiebas hasta Eunate: 13 Kilómetros (hasta Puente la Reina son 16 kilómetros)
Alojamiento en Tiebas:
Albergue municipal de peregrinos, Calle Mayor 18, Tel. 948-104777 o móvil 600-941916: uno de los mejores albuerges del Camino, todo muy nuevo y comfortable, no falta nada: lavabos muy limpios, en la planta baja hay lavadora y secadora, cocina e Internet. Al lado de la cocina hay un salón con televisión de gran pantalla y una máquina para bebidas frías y calientes (Café!), Acogida muy cordial. Una noche: 8 Euros.
Gastronomía en Tiebas:
Al final de la Calle Mayor (detrás de la iglesia, ca unos 200 metros desde la Albuergue) se encuentra el simpático Bar del pueblo, donde sirven almuerzos y cenas en forma de un Menú (del peregrino) para 10 Euros (3 platos abundantes con vino incluído)
Templo de Santa María de Eunate:
Horario: martes - domingo 10.30 13.30 y 16.00 19.00 (Lunes cerrado) Misas de romería los lunes de pascua, 01 de Mayo y 24 de Agosto.
En la única casa al lado de la Capilla hay un Albuergue de Peregrinos "inoficial" con muy pocas plazas un posible refugio para los que quisieran pasar la hora de la puesta del sol al lado de ese santuario misterioso de los templarios.
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