caiman.de 07/2011

[art_2] España: Recensión: Harraga, una novela negra de Antonio Lozano
 
Harraga – bajo ese título enigmático el escritor español Antonio Lozano publicó su primera novela en el año 2002. El autor nació en 1956 en Tánger, entonces la ciudad más cosmopólita y liberal de Marruecos, donde también transcurre la mayor parte de la acción de su novela.

En realidad, no se trata tanto de una novela policíaca (como la califican algunos críticos), porque el "culpable" no hay que buscarlo, se presenta desde el principio. Se trata de una auténtica "novela negra",  es una reflexión moral vestida de literatura ficticia. Lozano pinta un panorama muy oscura debajo del sol radiante de Marruecos.

Antonio Lozano
Harraga
248 páginas
Zech Verlag, 2011
ISBN-10: 849381511X
ISBN-13: 978-8493815110

La temática de su novela se parece mucho a Crimen y Castigo de Dostojewski – aunque en dimensiones más pequeñas. Resulta menos genial, pero muy actual con respecto a la trascendencia global de los crímenes analizados de una manera casi documental. Antonio Lozano demuestra de modo ejemplar como Khalid, un joven marroquí sin demasiadas perspectivas de carrera profesional, se hace criminal – y como luego le alcanza, inevitablemente y sin piedad, el castigo. La red criminal descubierta durante esa historia es de gran explosividad política y tan actual que a menudo podemos ver noticias muy parecidas en los telediarios. Tráfico de drogas y tráfico de personas entre el norte de África y el sur de Europa, inmigrantes ilegales los que queman sus papeles para que nadie pueda mandarles a su país de origen (llamados Harraga en el idioma de Marruecos, a ellos se debe el título de la novela). Lozano presenta la corrupción como mal mayor y las estructuras mafiosas que alcanzan las posiciones claves y más altas no sólo de la policía, sino también de los cargos políticos en Marruecos y España. Ese análisis de la criminalidad resulta tan realista que el lector debe estar aliviado de que se trate de una novela ficticia y no de un informe policíaco sobre crímenes reales. Cabe esperar que las descripciones de Lozano quien nos presenta funcionarios marroquíes y abogados españoles como tramoyistas de la mafia de los traficantes de personas y drogas, no corresponden a la realidad, aunque hay que temer el contrario.

Queda claro desde el principio que Khalid, el protagonista de la historia, representa toda una generación de jóvenes soñadores marroquíes, engañados por el (falso) resplandor de Europa y seducidos por la vana tentación de una Dolce Vita. Khalid  se enreda cada vez más en su culpa, especialmente después de que la violencia cometida se haya vuelto contra él como un bumerán y un crimen sigue al otro. Uno de los mayores logros del autor es la descripción muy realista del ambiente, llena de contrastes y miradas pesimistas: las favelas donde viven los galopines, al lado de los "Bares Internacionales" (para turistas) en Marruecos, los chalets de los nuevos ricos que consumen cocaína en España al lado de los invernaderos donde trabajan los ilegales sin papeles procedentes de África.

Algo de irritación causa la mezcla de niveles diferentes de tiempo que marcan el estilo de Lozano. Aparecen momentos en los que parece adecuado la evocación del pasado, por ejemplo cuando Khalid, estando ya en la cárcel, sueña con escenas de su juventud en Tánger para olvidar la desesperanza del presente. Pero hay otros ejemplos en la novela donde la evocación de escenas del pasado o futuro interrumpen demasiadamente la narración.

Es una medida arriesgada, pero a la vez adecuada para la intención de Lozano, presentarnos el protagonista no como un simpático con quien podríamos identificarnos los lectores, sino como un criminal, cuyo curriculum observamos con distancia o como mucho con compasión. Ese punto de vista corresponde con el carácter casi documental de la obra de Lozano.

Harraga  es una novela profundamente moral, casi filosófica. Lozano plantea a sus lectores las cuestiones palpitantes de nuestra época: ¿La riqueza material nos hace feliz o no? ¿Qué es lo que más vale: consumo y una vida cómoda o la defensa consecuente de identidades culturales y valores religiosos? ¿Es desarraigo la consecuencia automática de abandonar su propio ciclo cultural?

Después de la acción principal de una novela dominada por pesimismo, el Epílogo donde aparece la brava hermana de Khalid quizás abre una puerta a la esperanza, subrayando que podría haber un futuro más prometedor para Marruecoss. Pero el final queda abierta – como la pregunta si el movimiento democrático en Marruecos será exitoso o frenado por el poder arbitrario y la corrupción.

Texto: Berthold Volberg
Cover: amazon

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Zech-Verlag, Santa Cruz de Tenerife
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