caiman.de 01/2013
[art_4] España: La Casa del Pumarejo
Una crónica de una lucha vecinal en el Centro de Sevilla El artículo cuenta la historia de la lucha por la Casa del Pumarejo, antiguo palacio situado al norte del casco histórico de Sevilla, una lucha colectiva en defensa de un edificio de gran valor patrimonial, a favor de la pervivencia de sus usos históricos (residenciales, artesanales, comerciales, asociativos) y de la permanencia de sus actuales residentes, amenazados por el deterioro actual del edificio y por una actitud muy poco respetuosa por parte del Ayuntamiento de Sevilla, actual propietario del edificio. Un proceso que dura ya doce años y que ha convertido la Casa en una potente referencia de lucha colectiva frente a los procesos especulativos que amenazan a los habitantes de muchas ciudades de Europa. Una casa con 227 años de historia Nuestra historia comienza a finales del siglo XVIII: en su último tercio un noble hidalgo y munícipe de Sevilla, don Pedro Pumarejo, mandó construir la Casa Palacio que lleva su nombre. Al mismo tiempo, adquirió los terrenos adyacentes, que fueron destinados a jardín particular y huerta de la casa señorial. La Plaza tomó también el nombre de Pumarejo, encumbrando también la figura y el linaje de don Pedro.
El municipio lo cedió a la institución benéfica de Los Toribios, que estableció allí un hospicio y una escuela hasta 1823. La casa permaneció sin uso hasta 1861, cuando una entidad privada, llamada Sociedad Benéfica, solicitó al ayuntamiento la licencia y una subvención anual para una Escuela de Adultos y una Biblioteca Popular. Ante los buenos resultados de la escuela, el ayuntamiento acordó institucionalizar el centro de enseñanza creando la Escuela Especial de Adultos y la Escuela Dominical del Pumarejo, destinada a menores. A partir de 1865 el edificio comenzó a funcionar como Casa de Partido o casa de vecinos, proceso similar en muchas ciudades de Europa: ante el elevado coste de mantenimiento de los edificios de la nobleza o la burguesía, estos edificios eran divididos en pequeñas viviendas de alquiler. En 1886, Aniceto Sáenz Barrón, próspero empresario, adquirió la hacienda con la idea de urbanizar los terrenos y construir viviendas en la huerta. En pocos años fueron trazadas las calles, que se rotularon con su propio nombre y los de sus familiares. Mientras tanto, el Palacio del Pumarejo seguía funcionando como casa de partido. Tras la muerte de Aniceto Sáenz Barrón, en 1903, la casa fue heredada por su hijo, que siguió gestionando las viviendas de los inquilinos mientras él mismo residía en las habitaciones más nobles de la propiedad. Posteriormente la casa fue adquirida por distintos propietarios, manteniéndose su uso residencial, al que se fueron añadiendo nuevos usos artesanales y comerciales. El barrio San Luis-Alameda: del ghetto a la gentrificación Nos encontramos en 1975, año en el que heredaron la casa cuatro hermanos, a partes iguales y sin posible división, que siguieron manteniendo los usos residenciales, artesanales y comerciales. Sin embargo, desde finales de los años setenta el noble edificio fue sufriendo un deterioro progresivo, perdiendo incluso alguno de sus elementos más notables. Este proceso es parejo al proceso de ruina que va sufriendo el barrio (San Luis-Alameda) a causa de su abandono progresivo por parte del gobierno municipal desde finales de la Guerra Civil española. Un abandono cuya causa inicial atribuyen algunos historiadores al castigo por el apoyo del barrio al gobierno (República española) durante el levantamiento franquista. De esta forma al llegar la Democracia el barrio era una zona muy empobrecida y poco segura. A partir sobre todo de 1992, año en que Sevilla celebra su Exposición Universal, la zona comienza de nuevo a repoblarse con nuevos vecinos, que van cambiando la fisonomía del barrio, a lo que contribuyó notablemente el Plan Urban, que, partiendo de un diseño aparentemente social, enmascaraba en realidad un gran negocio especulativo en esta zona del norte del casco histórico de Sevilla. Mientras tanto, como estaba sucediendo en muchas casas antiguas de Sevilla, la propiedad cesó en el negocio del alquiler, dejando sin uso aquellas viviendas que se iban quedando vacías, por lo que el número de vecinos se redujo notablemente, siendo muchos de ellos de edad avanzada, como sucedía en otras casas de la zona. El fuerte proceso especulativo desencadenado a partir de finales de los años 90 en el barrio de San Luis-Alameda tuvo como consecuencia la expulsión de muchos vecinos de la zona que, debido a su avanzada edad y a sus escasos recursos económicos, constituían una presa fácil para todo tipo de promotores inmobiliarios (los conocidos como "asustaviejas"). Se inició entonces un proceso que los antropólogos denominan de gentrificación: término que alude a la expulsión del barrio de su población originaria, pobre, que va siendo sustituida por una nueva población (la "gentry"), con mayores recursos económicos. Enmarcado en este proceso de gentrificación en enero de 2001, una cadena hotelera compra a dos de los cuatro hermanos herederos (como se comentó anteriormente, cada uno poseía "un cuarto" de casa) el 50% del edificio, a fin de convertirlo en un hotel de lujo. Año 2000: comienza la lucha por la Casa En junio de 2000 un colectivo formado por personas de distintas edades, formaciones, ideologías, tanto de dentro y como de fuera del barrio San Luis-Alameda, constituyen la Plataforma por la Casa del Pumarejo con el objetivo de conseguir:
Estos doce años de lucha han supuesto un gran esfuerzo individual y colectivo, una labor desinteresada llevada a cabo desde la sociedad civil desde varios frentes (jurídico, técnico, social), incluidos los pequeños trabajos colectivos de obras realizados por los propios integrantes de la Plataforma ante el estado del edificio. A continuación mencionaremos algunos capítulos importantes y decisivos de esta historia: Con el objetivo de la protección del patrimonio, después de tres años se logró para la Casa la catalogación de Monumento (2003)1, catalogación que contempla la pluralidad de usos (residencial, comercial, artesanal, etc), articulando para ello unas instrucciones particulares específicas. Teniendo en mente que la propiedad de la casa pasara a ser pública, durante la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla (PGOU) por parte del Ayuntamiento, se propuso la calificación de la Casa como equipamiento, lo que se obtuvo en julio de 2006. Finalmente y tras nueve años de lucha el 16 de septiembre de 2009 se obtuvo la titularidad municipal completa.
El nacimiento del Centro Vecinal Pumarejo, en 2004, supuso un gran hito que ha dado mucha fuerza y visibilidad a la lucha: en mayo de dicho año se ocupó y rehabilitó un antiguo local exterior y desde entonces constituye un referente muy potente para la vida asociativa del barrio y de Sevilla en general. Posteriormente se crearon otros espacios a partir de la ocupación y rehabilitación, como el Espacio Rosa Moreno (en homenaje a la recordada vecina "Rosa") y el Mercadillo Cultural Pumarejo. Desde la Plataforma y los vecinos del barrio se ha buscado en todo momento la colaboración del Ayuntamiento. En 2005, fruto de esta colaboración se redactó un documento con numerosas propuestas para la Plaza y la Casa, a fin de ser puestas en práctica en su totalidad. De todas estas propuestas a fecha de hoy únicamente la reurbanización de la Plaza (2007-2009) ha sido llevada a cabo. En 2007 se redacta un proyecto de rehabilitación integral para la Casa (presupuestado en 6 millones de euros), bajo la supervisión de la Plataforma, aún no puesto en marcha. Para dar más fuerza a la representación de la Casa se creó en 2007 la Asociación Casa del Pumarejo, que engloba a los vecinos de la Casa y a numerosos colectivos como la Asociación de vecinos La Revuelta (nacida en el Centro Vecinal Pumarejo), o la asociación Arquitectura y Compromiso Social. Precisamente esta última asociación elaboró en 2007 una propuesta de Convenio con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, convenio que en la actualidad sigue pendiente de firmarse. En los últimos años se ha elaborado un documento denominado "I Borrador de Usos para la Casa Palacio", resultado del trabajo participativo y de las diferentes propuestas que se fueron recogiendo en el Mercadillo Cultural.
Actividades Durante estos años la sinergia generada por las numerosas personas que se han acercado (algunas desde países lejanos) y continúan acercándose a ella ha desembocado en todo tipo de actividades sociales y culturales, jornadas, encuentros y publicaciones. Son tantas y tan diversas que constituyen material para otro artículo, por lo que nos detendremos únicamente en aquellas de carácter más permanente o emblemático:
Hacia un nuevo modelo de gestión ciudadana: situación actual Nos parece muy importante destacar el poco interés y escasa sensibilidad mostrados por el Ayuntamiento de Sevilla en estos doce años, y no precisamente por motivos políticos ni económicos:
Pese a todo la Asociación Casa del Pumarejo continúa su labor, habiendo redactado una propuesta de usos para la Casa una vez se haya rehabilitado la misma: 26 nuevas viviendas para el parque social municipal en la planta alta y mantenimiento de los establecimientos comerciales y locales de uso social existentes (y que estos últimos sigan siendo gestionados por la propia ciudadanía autoorganizada), así como creación de nuevos espacios en la planta baja. A este respecto la Asociación Casa del Pumarejo dispone ya de una concesión administrativa de parte del Ayuntamiento, otorgada en mayo de 2011, por el que la entidad dispondrá de las dependencias sociales ya en uso, más una vivienda, por 15 años. Como ya se ha comentado, el Ayuntamiento, actual propietario, ha iniciado algunas obras de rehabilitación menores y que no han mejorado sustancialmente la habitabilidad de la Casa. Algunos vecinos se han trasladado a otras viviendas en espera de que se acometa el proyecto de rehabilitación integral, aún por llegar. Por otra parte, tres familias continúan en la Casa, a la espera de las obras y con la preocupación diaria por el estado de sus viviendas. A día de hoy el Ayuntamiento sigue dando muestras de un carácter autoritario y poco dialogante hacia la Asociación Casa del Pumarejo, que ha tenido constancia de las últimas obras menores por la prensa o por la presencia de operarios en la Casa sin previo aviso. Por otra parte el proyecto integral de rehabilitación (redactado en 2007) aún no se ha iniciado, a lo que se une la amenaza del Ayuntamiento de Sevilla de desalojar y clausurar por completo el edificio (el 60% de la Casa está ya clausurado). Por ello el Martes 27 de noviembre de 2012 la Asociación Casa del Pumarejo presentó en rueda de prensa el proyecto "Lo Hacemos Nosotr@s", mediante el cual se iniciará la rehabilitación de la Casa por iniciativa popular y contando con una campaña internacional de recaudación social de fondos mediante el sistema de microaportaciones (crowdfunding).
La Casa continúa su lucha por la rehabilitación desde una perspectiva de autogestión ciudadana, más justa para todos. Texto: Carmen Navarro Mezquita Fotos: Carmen Navarro Mezquita y otros Referencias: "Un edificio de ‘lujo’ para la reivindicación social en Sevilla " y "La autogestión ciudadana frente a los intereses del Ayuntamiento " (David Gómez, artículos del Diagonal, nº 129, del 24 de junio al 7 de julio de 2010). "Los vecinos critican las obras de apuntalamiento de la Casa del Pumarejo "(Amalia F. Lérida, artículo del ABC de Sevilla del cinco de agosto de 2012) Enlace: www.pumarejo.es Reseña histórica de "La Casa Grande" del Pumarejo (Diciembre 2010) "Pumarejo Paradise (una articulación posible)" [print version] / [archivo: españa] |