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Argentina: El tango más allá de sus pasos de baile

Esta danza popular que durante un siglo ha sido bailada en el mundo entero, encierra en sus pasos de baile la idiosincrasia del porteño, esa extraña alquimia entre gaucho e inmigrante Se ha dicho que: "La vida es un tango y hay que saberla bailar" que "El tango es un pensamiento triste que se baila", que "El tango es macho , con olor a vida y con gusto a muerte"...

Es todo esto y mucho más. Es la expresión de un grupo social y de una época. Ese grupo social, representado por el habitante de ambas orillas del Río de la Plata, es el resultado del encuentro de nativos e inmigrantes del todo el mundo que escapaban de la miseria, allá por el último cuarto del siglo pasado.

... Soy hijo de Buenos Aires, me llaman "El Porteñito" ...

Tango y porteño comparten cuna e idiosincrasia, se alimentan de la misma savia, tienen idéntica personalidad. Ambos son el resultado de la mezcla de identidades, nacionalidades, razas y credos que en la misma época y circunstancia conformarían la sociedad argentina. Los hombres llevan consigo, donde quieran que vayan, su música y danzas como auténtico testimonio de su raza y cultura. El contenido emocional del ritmo y del movimiento reflejan inexorablemente modos de sentir, observar y representar la realidad. Así el tango, es la expresión de sentimientos contrastados, productos del error y el desencuentro al confrontar la esperanza con la pobreza y la soledad.

El tango definió su ritmo en 2 X 4, el que le dió un carácter firme y decidido en el andar. Asimismo, el tango resolvió su forma en un abrazo de cuerpos dormidos y piernas inquietas y sensuales.

... "Viejo, macho y altanero" ...

La letra se refiere al 'pampero', viento que azota la pampa argentina y, por añadidura a los 'compadres', gauchos de cabeza erguida y mirada lejana, que abandonaron china y caballo para ir a buscar 'conchabo' a la ciudad.

Allí conserva para bailar la cabeza erguida - signo de altanería - pero la inclina sobre la cabeza de la mujer en búsqueda de contacto. La mirada, en tanto, sigue lejana como rasgo de introversión. Con su cadera pesada y el peso en los talones, el bailarín del tango primitivo, avanza siempre. No ha de dar oportunidad al enemigo virtual de atacarle por la espalda. En estos 'paseos' va empujando a su dama contrariando, con esto, las reglas de cortesía imperantes en las danzas de enlace de la época.

Otra imnovación sobre las mismas fué la introducción de la pausa. Paseos y quebradas no se suceden ininterrumpidamente. El hombre ordena a su voluntad y obedeciendo a su instinto musical, se detiene en el movimiento que, a veces, realiza en coordinación con su compañera, otras se detiene sólo él y otras, atornilla a la mujer en el suelo para bailarle alredor. La máxima expresión de su dominio en la danza la expresa en el 'corte' y la 'sentada'.

Ambas llegan a la mujer sin previo aviso y nada puede hacer para preverlo o impedirlo En el corte él detiene bruscamente el movimiento de la dama, y en la sentada, como el nombre lo indica, la sienta sobre su rodilla, generalmente al final de la música, reafirmando de esa manera su supremacía.

... "Angustia de sentirme abandonado y pensar que otro a su lado pronto...pronto le hablará de amor" ...

La inmigración resultó en un 70% masculina. Se hizo imprescindible satisfacer la demanda afectiva de tanto hombre solo. Los prostíbulos pulularon y se conviertieron en el templo donde se rendiría culto a la nostalgia. Es allí donde nacen las primeras heroínas del tango. Esas que no podían pertenecer a un hombre sólo, ésas que alimentaron el sentimiento de ser víctima de la traición y el 'abandono' que se arraigará en el porteño durante generaciones.

Como se puede suponer, la danza tenía forma de abrazo. Sólo para darle espacio al juego de las piernas y al 'chamuyo' de los pies, la pareja separaba sus cuerpos de la cintura hacia abajo.

... "A mí me gusta el tango, pero el tango que ciñe a la cintura de las minas la mano del varón como un reclamo de amor" ...

Ese estrecho abrazo es tan apasionado como funcional. Con su mano derecha el varón dirige las piernas de la mujer, con la izquierda orienta el movimiento en el espacio; con las dos define el tempo de su interpretación, que ha de ser única e irrepetible, ya que cada 'paseo', 'corte' y 'quebrada' son el resultado de su espontánea interpretación de la música y del momento psicológico que está viviendo.
'Paseos', 'cortes' y 'quebradas' son manifestaciones externas de la coreografía del tango, unidas a la intención interna de su significado pasional. Los primitivos bailarines, desplegaron toda su creatividad, toda la fuerza de su temperamento -convulsionado por carencias de todo tipo.- en enriquecer este baile hasta convertirlo en la expresión auténtica de su clase social.

... "Te acordás?, hermano, lo linda que era, se formaba rueda pa' verla bailar" ...

En el juego de roles el hombre es quien manda. Él improvisa y asume la responsabilidad de la correspondencia musical y temática y también se hace cargo de los desplazamientos y 'quebradas' de la mujer. Estas son figuras de armoniosa belleza en las que la mujer se quiebra virtualmente disociando la cadera del pecho para permitir el cruce de sus piernas en movimientos de enrosque, avances, retrocesos o trayectorias circulares alrededor de su compañero. Los pies van caracoleando y coqueteando al mismo tiempo que rozan los de su pareja.

La mujer interpreta las señales que el hombre va marcado con sus manos y pecho. Reproduce generalmente los pasos en 'espejo' y muchas otras veces en complicadas secuencias que se resuelven en perfecta concordancia rítmica. La calidad de la danza femenina puede embellecer la propuesta del varón.

... "Sueño con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá."

Por sus orígenes pecaminosos, el tango no fue aceptado por la gente decente. Sin embargo, la fascinación de la danza era tan poderosa que, en poco tiempo se convirtió también en expresión de los trabajadores.Abandonó recién ese humilde contexto después de la aceptación europea, cuando triunfa en los salones más elegantes de París, Londres y Roma. La oligarquía de Buenos Aires se decide por fín y el tango hace entonces su entrada en los salones de la aristocracia, dando impulso a la denominada 'guardia vieja'. De allí en más el tango se independiza de los condicionamientos sociales y comienza su verdadera historia y desarrollo musical. Una interminable lista de compositores e intérpretes es testimonio de la trayectoria musical del tango sucediéndose las 'guardias', llegando a la 'renovación' e intentando trascenderla en los tiempos actuales.

Todo esto no sin vivir los sinsabores de la nación entera: dictaduras, censura y, por sobre todo el resultado de una política y economía orientada al consumo de productos importados del exterior. La música foránea colma la industria discográfica argentina, llena los locales bailables y de esta forma, ya en la década del sesenta, Argentina presenta una juventud que se identifica mucho más con The Beatles que con D'Arienzo.

Después de vivir épocas esplendorosas el tango bailado debió refugiarse en el seno familiar y en pequeños círculos sociales para sobrevivir. La música y la poesía seguirán distintos derroteros, pero sólo la expresión musical llegará a desarrollarse en plenitud, alcanzando la madurez y calidad necesarias para situarse a la par de otras expresiones de raíz popular internacionalmente reconocidas como, por ejemplo, el jazz y el flamenco.

Es la etapa en la que la coreografía se alisa, pierde figuras, se acartona. Apela a la 'puesta en escena' como recurso para perpetuar el interés de un público que, en el futuro será el consumidor más fuerte y mas interesado en perpetuar su vigencia. En este nuevo contexto, y, con el fin de ingresar a las pequeñas pero poderosas elites, que disfrutan de sus valores estéticos, el baile se convierte definitivamente en danza, se esquematizan secuencias, y, naturalmente, se pierde el juego de la improvisación. Se buscan enlaces más convenientes según la cultura en que se anime, se acentúa el erotismo de los movimientos y hasta se crean acrobacias inimaginables en su ámbito natural. El tango se independiza de sus orígenes, adquiere una forma nueva, se transculturiza. Vincula ámbitos culturales tan dispares como Colombia y Finlandia, Alemania y Japón.

La atracción que ejerce y su vigencia actual podrían explicarse quizás con el hecho de que no es sólo una coreografía: cuerpos apretados en el abrazo, ojos entrecerrados, pensamientos vagando en la distancia. Piernas que se acarician y entrecruzan. Pies que se atraen y se besan. Una melodía que penetra en el alma y sale del cuerpo convertida en movimiento. Es, además, expresión de la nostalgia y deseos irrealizados, de tristeza, excepticismo e ironía.... (N:R) Producto del cruce y la fusión de seres de distintos orígenes, perdidos en la ciudad inhóspita y anónima, sometidos a las avatares de una historia social y política que pergeñó una cultura - la argentina - ,un tipo especial - el porteño -, y esta danza, baile o sentimiento, a la que hemos intentado acercarnos en esta nota.

Recuadro I
Las últimas décadas del siglo han visto al tango argentino dar vueltas por el mundo, lo han visto asentarse en nuevas comunidades y hasta hacer las delicias de las minorías que lo adoptan como suyo. Aquí se impone una reflexión, si el tango es genio y figura del hombre del Río de la Plata; si su esencia y origen se hallan representados en cada elemento formal de su música, texto o coreografía, ? qué simbología encerrará su expresión formal?. Como siempre será el devenir el que dé la respuesta. Hasta entonces sólo nos queda: bailar!

Recuadro II
En los comienzos del tango la música era generalmente ejecutada por trios de violín, flauta y guitarra. Sus intérpretes, músicos intuitivos, improvisaban precarias melodías.

Hacia fines del siglo pasado, entra en escena el instrumento típico del tango: el bandoneón. Él como los otros instrumentos, también proviene de ultramar, de Alemania, precisamente, de la zona Westfálica. A él los poetas tangueros le dedican muchos de sus textos, como el gaucho lo hiciera con su guitarra, enriqueciendo su función de instrumento al atribuírle virtudes de amigo y compañero de penurias.

... Fue tu voz, bandoneón la que me confió el dolor de fracaso que hay en tu gemir; ...

... Bandoneón, porque ves que estoy triste y cantar ya no puedo, vos sabés que yo llevo en el alma marcao un dolor. ...

... El duende de tu son, ché bandoneón, se apiada del dolor de los demás... ...tu canto es el amor que no se dió y el cielo que soñamos una vez, y el fraternal amigo que se hundió cinchando en la tormenta de un querer. ...

Texto: Norma Raimondi

Éste artículo fue publicado en Matices.
Projektgruppe Matices e.V., Melchiorstraße 3, D-50670 Köln, Tel.: 0221-9727595

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