caiman.de 04/2010
[art_3] España: El Gran Poder y La Esperanza Macarena
El Gran Poder - Prólogo: Negras sombras en filas infinitas Te siguen, Jesús, como en un trance Con pasos de sonámbulos De repente - la sombra inmensa De tu cruz en blancas paredes Reina un tremendo silencio Sólo se escuchan sonidos vibrantes Del arpa negra de las angustias Que surgen de lo más profundo de las almas
Canción A Jesús del Gran Poder: Mi corazón crucificado en tu dolor Rostro de sangre y heridas Tus labios secos piden agua Tus ojos acusan a los tiranos del Mundo Tus ojos prometen el arcoiris Que llevará al Cielo empíreo… Esta mirada se clava En las más hondas profundidades En los pozos del alma Que ése tu rostro nos persiga Como a la mujer de Pilatos En nuestros sueños Hasta que te sigamos Al mirarte, Señor, en mi garganta Nace una dolorosa espina Tu rostro malherido me espanta ¿A quién no mueve tu mirada divina? ¿Quién osa mirarte frente a frente? Nadie se mueve, nadie respira Cuando de nuevo levantas lentamente Tu Cruz para aplacar divina ira Y no llevas la Cruz, la vas arrastrando Entre zarzas tinieblas pisando. Descalzo andas por el sendero Sientes el frío de la tierra nocturna Como lo siente la multitud taciturna Ahora que ya brilla el lucero Negra desesperación te rodea Ángeles enmudecidos, vestidos de negro Que huyen de un vacío de desconsuelo ¿Te vas a morir sin que nadie te acompañe ? No, una ola de devoción te va meciendo en su ritmo Jesús déjame entrar en el halo De tu Gran Poder Ilumíname que tu luz salvadora En mí se vaya reflejando... Soneto a Jesús del Gran Poder: Mírame, oscuro rostro de tristeza Muéveme que te siga mi mirada Por tu vía angustiosa y aislada Que andas con ánimo y firmeza. Sopla la llama trémula que reza Por mi fe en esta noche tan cerrada Que añora la lejana madrugada Hace vislumbrar un rayo de tu grandeza Sea tu amor, Señor, Columna de luz, que lleva al momento De volar encima de la nube tenebrosa Ábreme, Libertador, La azul ventana al firmamento Donde cantará celestura luminosa... La Esperanza Macarena - Prólogo: Está el aire perfumado de primavera Desvanecidas ya las negras figuras de luto Vuelve la Vida vuelve Después de la Noche de tinieblas y temblores Perfumado de primavera está el aire Cuando apareces tú -- estela de luz Que brilla ante un fondo de negrura Eres tú la llave de la eterna alborada Delante de un horizonte todavía eclipsado Promesa del nuevo Cielo. San Juan, heraldo primero Te ha traído el mensaje del inmenso milagro: Ahora sabes con certeza Lo que siempre sabías: Ha resuscitado tu hijo, De nuevo sale el Sol, Liberado de la sombra de la luna… Verdean las heridas de la Tierra Reflorece el Árbol de la Vida Cúbrenos con tu manto de Esperanza Amparando nuestros anhelos floridos Ábrenos el dichoso Jardín, Tanto tiempo cerrado: El Edén más allá de las lágrimas de Sión
Oda A la Virgen de la Esperanza Macarena Debajo de tus cejas Todavía arqueadas de dolor Toda la tristeza del Mundo en tu mirada Cada promesa del Cielo en tu sonrisa Apenas visible, porque la brisa matutina Aún no ha secado tus lágrimas Diminutas lucecillas en la oscura faz del mundo Una ola de plegarias encendidas Te lleva, Heralda de la Esperanza, Esperanza tú misma Siempre escuchas el susurro de nuestra añoranza Y nos respondes en una brisa irisada De céfiro que trae ráfagas de luz. Vuelve la Vida vuelva Y cada alba es una sonrisa divina Eres tú la Azucena Que con su luz ha reconciliado Noche y Mañana, negro y verde, Invierno y Primavera. Descubrimos en tu mirada enigmática Palabras preciosas que no existen En lenguas humanas, acaso tan sólo En el idioma de los ángeles Durante tres eternidades esperaba Para ver ésta mirada tuya, Madre, de lágrimas secadas Que abre grietas de luz En el manto de tinieblas Mirada que va fundiendo Nuestros dolores como la cera. Al mirarte, la amargura terrenal, El nudo en la garganta Se convierten en un vuelo Que nos lleva al éxtasis radiante Desborda el júbilo, Inundando las calles de Jerusalén -- Éste es el momento del alborozo… El Sol entona el himno del Renacimiento Una danza luminosa De blancos pétalos por el aire azulado De añoranza Texto + Fotos: Berthold Volberg Versos citados del ciclo de poemas "La Eterna Alborada" de Berthold Volberg [print version] / [archivo: españa] |