caiman.de 01/2010
[art_2] Portugal: Portugal ante el Cabo de la Buena Esperanza
Cuando Bartolomeu Dias llegó a la Bahía de las ballenas (1487)
En Abril de 2008 encontraron un barco hundido cerca de la costa de Namibia. Se trataba de una carabela portuguesa del Siglo XV, probablemente una de las tres naves del descubridor portugués Bartolomeu Dias quien había buscado el camino de Indias y sus tesoros por mar. Bartolomeu Dias nació en el año 1450 en el Sur de Portugal y estudió astronomía en la Universidad de Lisboa, una asignatura imprescindible para practicar la navegación en aquellos tiempos. Desde 1480 había participado en diversas expediciones de flotas portuguesas para explorar la costa oeste de África, hasta que en el año 1486, el Rey portugués Joao II. le mandó a Bartolomeu Dias como capitán que continuara la obra de Diogo Cão, explorando las costas de África a fin de encontrar un camino para llegar a la India. Con tres barcos, llamados São Cristóvão, São Pantaleão y Diogo, el descubridor Dias inició su viaje, partiendo desde Lisboa en agosto del 1487.
Lamentablemente, Dias no escribió (al menos nunca publicó) un un diario o un libro de a bordo como lo hizo Colón y tampoco dejó un informe sobre sus viajes, ya que se trataba de un encargo secreto. Por ello, muchos detalles serán objeto de suposiciones. Sólo es cierto que Bartolomeu Dias echó el ancla en la Bahía de las ballenas (Walvis Bay, Namibia) el Día de la Inmaculada (8 de diciembre) de 1487 y la bautizó "Golfo de Santa María de Conceicão". El más pequeño de sus tres barcos lo dejó en Walvis Bay (sólo cuatro de sus marineros sobrevivieron hasta su regreso a mediados del año 1488. Hacia la Navidad de 1487 colocó en otra bahía más al Sur, cerca de la ciudad actual de Lüderitz, un "Padrão" en la costa para marcar y demostrar el derecho de posesión en el nombre del Rey de Portugal. Probablemente, no hubo ningún testigo de aquella "ocupación portuguesa", porque el desierto costero hostil para la vida fue casi despoblado en la época de Dias, así que los únicos testigos de la breve invasión del Reino de Portugal en Namibia presentes durante el rutual de la colocación del Padrão habrán sido unos pelicanos o unas focas. Contrariamente a Colón al descubrir La Hispaniola, Dias no vió ningún Edén cuando pisó la tierra africana y tampoco encontró a unos aborígenes amables, sino unas playas desiertas, vacías y expuestas a frecuentes tempestades, una costa de solemne soledad que se extendía ante sus miradas como en el primer día de la creación. El capitán portugués seguramente tuvo preocupaciones más urgentes y no supo valorar la belleza austera y majestuosa de las dunas gigantes y lagunas llenas de aves marinas, las que actualmente atraen tantos turistas para visitar Namibia. En su búsqueda desesperada de agua potable, el desierto infinito de la Namib le recibió en cada bahía con el mismo aspecto vació de sequía total un espectáculo desconsolador para Dias y su tripulación. Y todo andó de mal en peor. Debido a un temporal horrible en enero del 1488, sus dos carabelas fueron arrebatadas hacia el Sur, durante un par de semanas los portugueses perdieron el control visual de la costa y parece un milagro que la tripulación sobrevivió tanto tiempo sin poder aprovisionarse de nuevo con agua y alimentos. Cuando finalmente redescubrieron la costa a principios de febrero de 1488, ya habían cumplido su acción heroica sin saberlo: circunnavegado el Cabo Sur de África aunque casi sin querer y arrastrados por una tempestad. Dias estaba muy decidido de seguir la ruta hacia el noreste y llegó a colocar otro Padrão en un punto de la costa bautizado Angra da Roca a mediados de marzo del 1488. Entretanto, Dias ya sospechó habiendo logrado la circunnavegación del extremo sur de África. Pero a pesar del aprovisionamiento gracias a unas costas más fecundas, su tripulación, cansada, desanimada y sufriendo ya de escorbuto y otras enfermedades , estaba al borde de una sublevación. Así que el descubridor se vió obligado para iniciar la vuelta a Portugal, habiendo llegado hasta Algoa Bay, a un punto en África del Sur que hoy se llama "Dias Cross" . Durante el regreso, Dias finalmente descubrió aquél cabo que siempre será ligado con su nombre. El primer día de mayo del 1488 hizo colocar el último Padrão en la bahía donde hoy se extiende la Ciudad del Cabo. Por obvias razones, lo bautizó "Cabo das Tormentas" la dedicación a la "Buena Esperanza" siguió más tarde y no era suya. A pesar de sus méritos (cuya importancia la descubrieron mucho más tarde), Dias no obtuvo ningún título y tampoco el Alto mando para otra expedición importante después de su llegada a Lisboa en diciembre de 1488. En vez del descubridor verdadero, Bartolomeu Dias, el conquistador Vasco da Gama llegó a disfrutar la fama de haber descubierto el camino de Indias y sus tesoros por mar y llegó a Kalikut unos diez años más tarde (1498). Bartolomeu Dias acompañó el capitán Pedro Cabral en su expedición que los llevó a Brasil. Desde Brasil, Dias se dirigió de nuevo a África del Sur. No sabemos cómo reaccionó a la desestimación de sus descubrimientos y a las ventajas concedidas por el Rey a capitanes más jóvenes como Vasco da Gama o Cabral. Cuando se acercó al punto de su triunfo, ese cabo fatal no trajó buena esperanza para Dias, sino la muerte. A finales de mayo de 1500 su barco se hundió durante una tormenta cerca del Cabo de la Buena Esperanza...El poeta portugués Luis Vaz de Camoes nos ofrece en su poema nacional "Os Lusiadas" una explicación mitológica de la muerte del capitán: el fantasma del cabo, el gigante Adamastor, causó el naufragio de su barco por venganza de haber sido descubierto por Dias: "Aqui espero tomar, se não me engano, De quem me descobriu suma vingança. ...Naufrágios, perdições de toda sorte, Que o menor mal de todos seja a morte!" El Rey João II. mismo cambió el nombre de "Cabo das tormentas" en "Cabo de la Buena Esperanza" para el monarca el deseo optimista de que ese cabo se convirtiera en un hito para llegar a la India era decisivo. El Rey, en cuyo nombre los valientes descubridores se jugaron la vida para convertir Portugal en un Imperio mundial, vivió cómodamente y lejos de tempestades y escorbuto en sus palacios en Lisboa y Bartolomeu Dias se convirtió por su muerte y desaparición en el Atlántico en una figura trágica, mientras que Vasco da Gama y Cabral disfrutaron de sus descubrimientos. Entre los turistas que hoy día van a Namibia y quedan mirando llenos de asombro las dunas gigantes del desierto costero, habrá muy pocos que sepan que Bartolomeu Dias fue el primer europeo en descubrir esa grandiosa soledad.
Texto + Fotos: Berthold Volberg Recomendaciones y enlaces para todos los que quieran descubrir Namibia, siguiendo las huellas de Dias Hotel en Walvis Bay: El mejor es el Protea Hotel "Pelican Bay", situada magníficamente al lado de la laguna declarado como patrimonio por la UNESCO: The Esplanade, P O Box 713, Walvis Bay, Namibia Tel +264 (64) 214 000 Fax +264 (64) 214 481 Mail res.pelicanbay@proteahotels.com.na Restaurantes: "The Raft" en frente del Hotel Pelican Bay en medio del agua de la laguna (se llega por un puentecillo), un restaurante de alta categoría, desde lejos tiene aspecto de un "castillito de piratas", estando dentro hay magníficas vistas por ventanas gigantes a las olas del Atlántico y puestas del sol. Tel. +264 64 204877. Willi Probst Bakery: En ese Café/Restaurante alemán en el centro de Walvis Bay hay de todo, pero es especialmente famoso por sus tartas alemanas, sobre todo la mejor Tarta de Selvanegra al Sur del ecuador
Lothars Steak House: En ese Restaurante en el centro de Walvis Bay sirven buenos Steaks de Oryx y Kudu. Actividades turísticas Paseos en barcos con Catamaran Charters: Los barcos se llaman "Silverwind"+ "Silversand" Tel. 0811295393 El guía tan experto como encantador Marko Jansen van Vuuren presenta las aves marinas, focas, delfines y otros animales marinos y ofrece un montón de información sobre la fauna de Namibia en general.
Subida de dunas: Muy popular es subir a la "Dune Number 7". Por razones ecológicas recomendamos la subida a pie.
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