caiman.de 11/2003

España: Los Campistas

Las playas de la costa Cantábrica son conocidas por su belleza. Cada segunda playa fue declarada parque natural. Dunas, formadas por arena fina proveniente de las olas del Atlantico, se extienden a lo largo del paisaje. Cada siesta es aprovechada por los españoles para disfrutar de la vida en la playa durante los meses de verano. Los domingos, se alistan con todos sus peroles y se dirigen a las verdaderas playas fuera de las ciudades.

Luego, se acomodan de la manera más cómoda, pensando en cada detalle: sillas playeras, mesas de camping, sombrillas, bloqueadores de viento, comida (aquí es comun ver el bocadillo con la tortilla envuelto en papel aluminio) leche bronceadora, revistas, todo lo que se necesita, por decirlo asi, para pasar un agradable dia en las orillas del mar. Todas estas precauciones son tomadas con diligencia.

El único detalle que irritará a aquel que no es español es la selección de un lugar donde tomar el sol: el estacionamiento, un lugar conocido, común y cotidiano. Aunque ellos saben realmente los senderos ocultos que llevan a las playas mas bellas, suelen pasar los siete días de la semana en los espacios verdes del estacionamiento.

Ahí se sientan en sus sillas playeras, mirando a los viajeros que entran y salen del estacionamiento, a los que arman y desarman los bloqueadores de viento, las sombrillas, gozando al mismo tiempo de sus bocadillos, aplicando crema bronceadora a sus niños, etc, etc, durante todo el domingo.

Ellos están a menos de un metro de la carretera, disfrutando del sol, pero al mismo tiempo del ruido y contaminación de los carros. Y esto apenas a cien metros del maravilloso paisaje de dunas, la playa verdadera. Y a doscientos metros del agradable y refrescante aroma del bosque de pinos, perfecto para hacer una merienda en medio de la naturaleza.

Sin embargo, ellos prefieren simplemente el asfalto gris con sus pequeños espacios verdes trazados en el estacionamiento. Sólo se puede explicar este extraño fenómeno por el lema "ver y dar a ver".

Texto: Jutta Huppertz
Traducción: Alejandra Huaynalaya