caiman.de 04/2003

España:
El Día de las Reinas del Cielo – Domingo de Ramos en Sevilla

13. de abril 2003, 14.00. Una tarde de domingo en Sevilla. El termómetro se acerca a los 30° grados y el Parque de María Luisa está inundado de luz primaveral y conquistado por familias con muchos niños que están jugando en la hierba. Todo el parque un mosaico de colores y perfumes. Irídeas, adelfa de flores blancas y rosas, jazmines, y una última exhalación de perfume de azahar ya casi desflorecido. La contemplación del renacimiento de la vida y de tantos niños, mujeres y hombres embargados por sentimientos primaverales, jugando pacíficamente, nos recuerda la famosa obra de Picasso titulada "La Paz". La Paz - tan amenazada en estos tiempos de guerra imperialista y aznarista.

En el canal al lado de la Plaza de España hay muchos niños jugando en patines. Y en los bancos de azulejos repartidos por todo el parque, parejas de recién enamorados están al borde de establecer nuevos récords de "besos permanentes", jurando, como no, fidelidad eterna. Si la palabra Romanticismo no existiera, aquí y ahora, cerca del monumento a Becquer, habría que inventarla urgentemente.

Una marcha triunfal luminosa
15.00. Pero no, no es un domingo cualquiera, porque de repente, este escenario de felicidad efímera es invadido por mensajeros de la eternidad. Trompetas resonantes llaman la atención, abriéndose paso por la muchedumbre que llena la alameda Isabel la Católica delante de la Plaza de España. Encapuchados, figuras siniestras como del otro mundo, se acercan caminando por este Edén andaluz que hoy se va convirtiendo en el Huerto de Getsemaní. Es que hoy es el domingo más importante del año para Sevilla: Domingo de Ramos.

Tres encapuchados que llevan túnicas y antifaces de blancura reluciente, preceden la procesión. A la primera vista, son fantasmas de la noche que por error han salido a la plena luz del día donde parecen irreales y algo fuera del lugar. Son los primeros en salir de su iglesia : los 1300 Nazarenos y Penitentes de la Hermandad de La Paz y su camino es especialmente largo – desde el barrio El Porvenir en el sur de Sevilla hasta la catedral. Más penoso que para los Nazarenos resultará el recorrido para los "Costaleros" que llevan los dos Pasos cuyo peso es de 2 a 3 toneladas. Están estos héroes de la Semana Santa escondidos de los ojos del mundo, detrás de faldones de terciopelo, así que no ven nada en la oscuridad debajo del Paso y avanzan según las órdenes de su Capataz. Ya está allí el primer Paso, acompañado por los sonidos de una marcha triunfal e iluminado por rayos de sol que hacen brillar aún más el dorado de la canastilla. En el centro de una colina de claveles rojos está Jesús Nazareno llevando la Cruz, rodeado de legionarios y atormentadores romanos. Al lado de la Torre Sur de la Plaza de España se detiene este "Jesús de la Victoria" – algo demasiado militar nos suena su nombre.

Cubiertos de sudor, algunos de los 48 Costaleros se asoman por debajo del Paso, pidiendo agua. Estas horas de calor de la Siesta, cuando las temperaturas alcanzan el máximo, son quizás las más difíciles para ellos. Incluso los espectadores parecen sufrir de calor y cansancio y buscan la sombra. Pero todos los sevillanos se entusiasman con el segundo Paso que unos 20 minutos más tarde aparece radiante al final de la alameda inundada de luz solar: el Palio de la Virgen de la Paz. La primera de las ocho "Reinas del Cielo" que hoy procesionan por las calles de Sevilla, convirtiéndola en Jerusalén.

El Domingo de Ramos es el "Día Récord" de la Semana Santa de Sevilla. Ningún otro día hay más cofradías y nazarenos en la calle (si contamos la Madrugá y el Viernes Santo por separado): nueve cofradías y unos 10.000 Nazarenos en total – sin olvidar la inmensa afluencia de público.

Cuando se acerca la bella Virgen, los espectadores que estaban conversando animadamente, guardan silencio al mirarla. Como el Cristo, también es una obra del escultor Antonio Illanes de 1940. Su Paso está dominado de blancura reluciente – el color que simboliza la paz. El Palio elegante es transparente, la decoración y la corona son de plata sin dorado. Parece casi austero este Paso, y no es barroco, sino neo-gótico. El manto de la Virgen también es blanco, sin bordados. Ahora el Capataz ha detenido el Palio y una nube de incienso, iluminada por rayos de sol, lo envuelve. La imagen de la Virgen de la Paz, enmarcada por los árboles de esta alameda constituye desde hace décadas la primera "estampa clásica" que inaugura la Semana sagrada de Sevilla.

Una Fiesta Infantil alrededor de "La Borriquita"
15.30. Estamos en la Calle Imagen, cerca de la Iglesia más grandiosa de Sevilla, El Salvador.

Actualmente, este inmenso templo está totalmente cerrado por obras y evoca discusiones por su estado delicado de conservación. Esperamos que los responsables (ellos saben quienes son) cumplan con su misión de salvar esta segunda iglesia más importante de Sevilla del derrumbamiento. Como casi siempre, el pueblo ha actuado más rápidamente que las autoridades, coleccionando mucho dinero para realizar las obras para salvar el templo ahora mismo y no cuando sea ya demasiado tarde.

Por las obras en El Salvador, esta procesión que presenciamos ahora ha salido de la Iglesia de La Anunciación. También se trata de una Cofradía de Nazarenos de túnicas blancas. Pero hay una diferencia fundamental comparada con la de La Paz: éstos Nazarenos aquí son casi todos tan pequeños que podríamos llevarlos en brazos. Y en efecto, podemos ver muchas madres sin antifaces que llevan sus diminutos "encapuchados" o en sus brazos o de la mano. La procesión de la "Entrada de Jesús en Jerusalén" casi sólo la forman niños y los sevillanos la llaman "La Borriquita", porque el único Paso que ahora se está acercando, muestra Jesús en una pollina, acompañado de apóstoles y hebreos.

Sin embargo, el Paso, aunque pomposo y adornado con una auténtica palma, es de menor importancia. Más fascinante resulta toda la atmósfera que lo rodea: una inmensa fiesta infantil al aire libre con ambiente alegre y lúdico y aplausos desde los balcones. Similar habrá sido la acogida calurosa hace casi 2000 años en Sión cuando Cristo entró por la puerta de la ciudad.

Pero en el caso de La Borriquita no se trata de una hermandad de niños, como algunos forasteros pensarán, sino forma parte de la hermandad "El Amor". Es la única en Sevilla que realiza dos procesiones – y el contraste entre ellas no podría ser mayor. Mientras que en la procesión de la tarde casi sólo participan niños vestidos de blancura y alegría, los Nazarenos que realizan la estación de penitencia de noche con "El Cristo del Amor" llevan túnicas y capirotes de negro riguroso y el ambiente estará dominado por silencio, recogimiento y marchas fúnebres.

16.00 en la Calle Zaragoza. Tambores y trompetas anuncian otra escena de la Vía Crucis representada en la Semana Grande de Sevilla. De la Capilla del Mayor Dolor han salido Nazarenos con túnicas color crema y capirotes negros. Es la procesión más pequeña del día, en la que sólo desfilan unas 500 personas. Por ello, el primer Paso llega rápidamente y está doblando ya la esquina de la Calle Zaragoza. Esta Cofradía de "Jesús Despojado" nos presenta un Paso bastante grande, neo-barroco y original, cuya canastilla combina madera noble con relieves dorados. Muestra una escena dramática en la que aparece Cristo en su condición muy humana, despojado de sus vestiduras y víctima de torturas, rodeado de un grupo de atormentadores y soldados romanos. Se trata de una representación viva y dinámica, casi se puede sentir la agresividad y brutalidad de los atormentadores, esclavos ellos mismos del poder tirano, que están preparando todo para crucificar la Voz de la Verdad.

Aunque la hermandad de Jesús Despojado es relativamente nueva (fundada en 1936), pertenece a las cofradías jóvenes que llenos de entusiasmo realizan su estación de penitencia - de un lado imitando a las venerables hermandades antiguas, y de otro lado más abiertas para admitir actualizaciones modernizantes.

Todas las esculturas del Paso son neo-barrocas, de la segunda mitad del Siglo XX, y ofrecen un conjunto que consigue orientarse por los grandes pasos de misterio del pasado. Ahora se aleja lentamente y desaparece, siguiendo su camino hacia La Campana.

La Sagrada Cena camina por las calles
16.00 A la misma hora, en la Calle Sol una gran multitud de público está esperando delante de la fachada del Ex-Convento de Los Terceros, edificada en estilo del Barroco hispanoamericano. Finalmente, la puerta se abre y Nazarenos de la hermandad "La Sagrada Cena" salen desde la penumbra de su iglesia a la luz deslumbrante de la tarde. Es una de las cofradías más antiguas de Sevilla, fundada en 1580, y la única del Domingo de Ramos que incluso lleva tres Pasos por las calles de Sevilla. El primero es uno de los más grandes, y seguramente el más pesado de Sevilla. Su peso, unos tres toneladas, lo tiene que aguantar un número récord de 54 Costaleros. Como por encanto, el inmenso escenario de La Sagrada Cena parece salir ahora por sí solo de la iglesia. Al principio, sólo se ve un farol dorado, luego aparecen, uno tras otro, los 12 apóstoles y al final Cristo, vestido de blancura, como mensajero de la luz eterna. Ningún Paso en Sevilla lleva más esculturas que esta Sagrada Cena que Jesús celebra con sus 12 discípulos. Constituye un conjunto excepcional de arte neo-barroco, creado por los dos mayores escultores sevillanos del Siglo XX, los que mediante sus numerosas obras sacras para los Pasos de las cofradías inauguraron el "Siglo de Plata" de la Semana Santa, un notable y sorprendente Renacimiento artístico del Siglo de Oro barroco. Los apóstoles fueron tallados por el maestro Luis Ortega Bru en los años 70 y el Cristo es obra de Sebastián Santos (1955). También desde arriba contemplada, desde algún balcón, La Sagrada Cena parece viva y auténtica, incluso hay pan recién salido del horno en la mesa. Sólo falta el vino – es que sería derramado a causa de los movimientos y levantás, por ello los protagonistas de la Cena tienen que contentarse con pan.

El Paso se para cerca de nosotros, pero lamentablemente sólo un minuto. Muy poco tiempo para contemplar los rostros de las 13 esculturas. Especialmente impresionantes: el rostro glorioso de Cristo y la bella cara de San Juan, así como el aspecto infame del traidor Judás. Cuando va desapariciendo este colosal escenario, sale ya la segunda escena del drama de la iglesia. Sin música, rodeado de silencio, vemos en un alto y austero Paso, en medio de una colina de lirios morados, a un Cristo que está meditando en la soledad del Huerto de Getsemaní. Este Cristo de la Humildad y Paciencia es una obra anónima del Siglo XVII. Nos manda una mirada pensativa, la cabeza apoyada en la mano derecha, con aire triste y melancólico por haber sido abandonado de sus discípulos. Llama la atención el gran contraste entre esta escena íntima, silenciosa, y la monumental de la Cena.

Pronto llega el tercer Paso: bajo un Palio azul, elegantemente bordado, aparece una Virgen de Gabriel Astorga (1829), lleva quizás el nombre más extraño de todas las Dolorosas de Sevilla: La Virgen del Subterráneo. Nadie puede explicar realmente este nombre enigmático, posiblemente su antecesora fue encontrada en una cueva. Corre la voz de que esta Virgen será declarada Patrona del Metro de Sevilla que ahora empiezan a construir, pero serán rumores…..

Las Sombras de la Guerra Civil
17.00. Estamos en la Plaza de Pumarejo en pleno corazón del barrio de la Macarena. La luz del sol ya está dorándose lentamente cerca de la muralla almohade, cuando los Nazarenos de túnicas blancas y antifaces celestes de la Hermandad de La Hiniesta se abren paso por la muchedumbre. Esta cofradía era la primera que en el Siglo XVII vistió los típicos capirotes para garantizar la anonimidad de los penitentes. Pertenece a las más antiguas de la ciudad, fundada en el Siglo XV. No sabemos la fecha exacta, ya que sus archivos fueron destruídos por un incendio. Actualmente, La Hiniesta es una de las hermandades más populares, habiendo conseguido doblar el número de sus hermanos durante los últimos 15 años, y ahora, 1600 Nazarenos forman el cortejo procesional. Sin embargo, La Hiniesta también pasó por épocas muy difíciles. En el Siglo XIX, se extinguió por un par de años. Y durante los años 30 del Siglo XX, en vísperas de la Guerra Civil española, experimentó dramáticos acontecimientos que oscurecen sus crónicas. En el año 1932 hubo un incendio intencionado en su Iglesia de San Julián, probablemente causado por un grupo de anarquistas, y se quemaron todas las esculturas de la hermandad, también la antigua Virgen de La Hiniesta, preciosa imagen tallada por el gran maestro Martínez Montañés a principios del Siglo XVII. Hoy sólo la podemos admirar en fotos antiguas de blanco y negro. Sólo cuatro años más tarde, la Iglesia fue incendiada de nuevo, y otra vez se quemaron las nuevas imágenes titulares de La Hiniesta. Finalmente, en el año 1938, la cofradía encargó al ilustre escultor Antonio Castillo Lastrucci la creación de las logradas obras que hoy vemos en la calle.

Aunque es Domingo de Ramos, el primer Paso ya lleva un Crucificado muerto – el Cristo de la Buena Muerte, y delante dél, en una colina de claveles rojos se encuentra la bellísima Magdalena, de rodillas contemplando a su Salvador sacrificado. Esta escena sobrecogedora ya anuncia, como sombra amenazadora, que pronto traición y muerte seguirán después de la Entrada triunfal a Jerusalén.

En el momento cuando se para el Paso, en el balcón de enfrente, un Cantaor entona una Saeta. Lo fascinante de ese rezo flamenco es que a pesar de su forma estricta y por muy teatral que sea a veces la gesticulación del cantaor, si está bien cantada, la Saeta siempre es una auténtica explosión de sentimientos, expresados con entrega apasionada y hondura mística – y eso causa los escalofríos y hace gritar Olé al público. Después de que hayan disminuído los aplausos, Jesús y Magdalena siguen su camino. Vuelve el vocerío de los espectadores, hasta que de repente se pueda escuchar un chicheo que pide silencio. En la esquina de enfrente aparece la Virgen de la Hiniesta, acercándose rápidamente al ritmo de una marcha alegre. Desde los balcones están nevando pétalos de rosas y claveles al Palio, mientras que el sol se refleja en la bella cara de la Virgen. Naturalmente, también podemos disfrutar de unas Saetas dedicadas a La Hiniesta, antes de que el manto largo de azul y plata lentamente desaparezca en la calleja Relator y los espectadores empiecen a dispersarse para descansar un poco y recobrar fuerzas para la noche.

Después de una Siesta retrasada y una Cena no tan sagrada pero opulenta, salimos para ver las cuatro últimas procesiones que llegan a oscuras a la catedral y entran en sus iglesias después de la medianoche. Como siempre, de noche la Semana Santa revela plenamente su encanto mágico y todos los detalles nos parecen más misteriosos.

Cristo y Herodes – la lucha nocturna entre el Bien y el Mal
Media hora antes de la medianoche esperamos delante la Iglesia de San Ildefonso. Este templo neoclásico del temprano Siglo XIX con su pomposa fachada pintada en rosa y amarillo sirve ahora de "bastidor" para la procesión de San Roque , una hermandad de la Puerta Osario, fundada en 1901. Sus Nazarenos llevan túnicas blancas y capirotes de terciopelo morado delante del Cristo (verde delante de la Virgen). Esta Hermandad también tenía que aguantar unas pruebas duras y dolorosas durante el Siglo XX., porque en el año negro de 1936, su Iglesia San Roque fue incendiada y sus pasos e imágenes destruídos por salvajismo bárbaro. Y diez años más tarde, en 1946, un par de semanas antes del Domingo de Ramos robaron la corona de la Virgen de Gracia y Esperanza, así que esa bella Virgen tenía que recorrer las calles de Sevilla sin corona.

Mientras que estamos esperando los Pasos de San Roque, estudiamos nuestros Programas de Semana-Santa que resumen el fenómeno sagrado enumerando datos: San Roque – 950 Nazarenos, 35 Costaleros, 45 Minutos tarda en pasar la procesión. Todas esas informaciones, aunque muy útiles, no expresan nada que pueda describir la magia irrepitible del momento: la llama inquieta de una vela, movida por una brisa nocturna, los colores tan intensos y cálidos del dorado del Paso del Cristo y del terciopelo granate del Palio de la Virgen, ambos sólo iluminados por velas y faroles, la sombra inmensa del Palio en una blanca pared, el breve momento, cuando de repente una nube de incienso nos envuelve, el segundo, cuando una mirada de agotamiento orgulloso de un Costaleros nos alcanza, antes de que el terciopelo lo oculta de nuevo debajo el Paso, el escalofrío increíble al escuchar una Saeta fervorosamente cantada por un niño de unos 12 años, dedicada a la Virgen. Y al final, el lindo rostro y la apenas visible sonrisa de la Virgen de Gracia y Esperanza que después de escuchar la Saeta parece tan viva, como si en el próximo momento descendiera de su Paso – antes de que desaparezca la ilusión y su manto dobla la esquina, dejando un fulgor de verde y oro.

Medianoche en la Calle Hernando Colón con vistas a la catedral de Sevilla. Nazarenos blancos de la cofradía La Amargura avanzan en dos filas, muy disciplinadamente, llevan sus velas así que casi formen cruces. Al fondo vemos la Puerta del Perdón iluminada de luz dorada. La Amargura fue fundada en 1696 y pertenece a las hermandades de porte aristocrático y su procesión tiene fama de ser la más solemne del día, por esas características obtuvo el nombre de "Silencio Blanco" – en alusión a la hermandad más antigua y venerable de Sevilla. Contemplando el desfile de La Amargura, cada detalle está muy cuidado y lleno de suntuosidad, formando un conjunto espectacular de arte barroco.

Como un baluarte dorado, el magnífico Paso de "Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes" entra en la calleja, cuya anchura casi la llena del todo. El precioso conjunto de este Paso que rápidamente se acerca llama la atención. Pero no es tanto la grandeza o el obvio valor del material que nos impresiona, sino lo dramático del momento que representa esta escena de la Pasión de Cristo. En primer término, vemos a Jesús, vestido de blancura e inocencia, maniatado y con la mirada llena de paciencia, en el momento de ser despreciado y condenado por el Rey Herodes. A su izquierda y derecha están legionarios romanos, esclavos del poder imperialista. En el fondo, en un trono grotesco, Rey por la gracia de Roma, el fantoche Herodes, asesino de niños. Su mirada cruel condena la figura del Salvador, cuya muerte acaba de desear en ese momento.

Lo que ha comenzado en la tarde inundada de luz y llena de alegría despreocupada con la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, desemboca ahora en una tragedia nocturna que llevará a su punto culminante: la crucifixión en el Calvario. Al contemplar esta escena, se siente que aquí y ahora se repite la lucha decisiva entre el Bien y el Mal, entre Luz y Tinieblas. Concretamente, el escenario del Paso nos muestra el contraste, o casi el "desafío" entre la sonrisa vil y cruel de Herodes y la mirada llena de amor y el silencio paciente de Jesús quien ya presiente todo: la tragedia de buen fin.

Los Costaleros de este Paso pomposo tienen fama de un arte especial en llevarlo. En efecto, el escenario dorado se mueve elegantemente, como por encanto e ingrávido entre las filas de espectadores. Un par de metros más allá se detiene, antes de que los colores desaparezcan en una niebla de incienso. Detrás del Paso, desfila un grupo de penitentes que llevan cruces. Desde la catedral, ya se puede escuchar los sonidos solemnes de la marcha más famosa de la Semana Santa, toda una sinfonía de sentimientos, compuesta de Font de Anta en 1919 y dedicada a la Virgen de La Amargura, cuyo Paso ya aparece al final de la calle. En el fondo se ve la fría luz de la luna llena, mientras que en primer plano dominan las luces inquietas de velas de los Nazarenos que están pasando rápidamente. Unos momentos más tarde, tenemos la inmensa suerte de que el Capataz para el Palio directamente delante nuestra. La Virgen de la Amargura fue tallada a finales del Siglo XVII, posiblemente de Luisa Roldán, la gran escultora sevillana. La Amargura es una de las más veneradas "Reinas del Cielo" de Sevilla. Lleva un manto de terciopelo granate con bordados soberbios y dorados, los mismos colores dominan su Palio. Debajo de la corona más grande de Sevilla, la mirada a la vez majestuosa y melancólica de esta Dolorosa. Las velas están fundidas, como si no sólo el calor de las llamas, sino también las olas de devoción hubieran dejado sus huellas.

En el año 1893, esa devoción fervorosa le "salvó la vida" a la Amargura. En la procesión de aquel año, se incendió su Paso en la Plaza del Ayuntamiento, convirtiéndose en una inmensa antorcha, pero manos valientes salvaron la preciosa imagen. Así que hoy podemos todavía admirar su bello rostro y acompañarla en su camino por la noche del Domingo de Ramos.

La Invasión de las Sombras Negras
1.00. Estamos en la Calle Chapineros cerca de la Iglesia del Salvador. Aunque el Domingo de Ramos es el día más alegre y luminoso de la Semana Santa, el grave punto final en la sucesión de las procesiones al pasar por la Carrera Oficial a la Catedral queda reservado a un cortejo fúnebre, de solemne tristeza. Lo que ya se anunciaba por el desprecio de Herodes (y la sentencia firmada al final por Pilatos), se va cumpliendo ahora. Mensajeros de la Muerte, vestidos de negrura, se acercan como sombras mudas que siembran temor. La primera cofradía de negro riguroso: El Amor. Muy antigua, fundada en 1508, por motivos de caridad, como ya expresa su nombre, se dedicó originalmente al apoyo de los presos y encarcelados, atendiendo a los olvidados de la sociedad.

Sin música, en el silencio de una procesión fúnebre, desfilan los encapuchados. Todo es de color negro – hasta las velas. Pero finalmente, después de contar cientos de Nazarenos, los ciriales anuncian el radiante Paso del "Cristo del Amor". Es el Paso más importante del Domingo de Ramos, la canastilla es la segunda más antigua de Sevilla, tallada en 1694 por Francisco Antonio Gijón de madera de cedro y magníficamente dorado. El resplandor de oro es casi deslumbrante. En sus esquinas hay altos candelabros de guardabrisas y cuatro dulces ángeles mancebos que llevan pequeñas banderas con el lema de la hermandad: Amor. Es un barco dorado que va por un canal de cuerpos y almas. Cesa el vocerío, un par de metros más, el Capataz para el Paso tan cerca que podemos tocarlo y uno de los angelitos nos mira directamente cara a cara. Toda la calleja de casas altas se convierte en un barranco de silencio tremendo, sólo se escucha el respirar de los Costaleros invisibles que descansan debajo del Paso. Nuestra mirada no debe seguir contemplando el angelito, tiene que dirigirse hacia arriba – inevitablemente – para mirar el rostro de la muerte. Allá arriba una sombra, los brazos abiertos ante la negrura del cielo nocturno. Lentamente, a la luz de las velas, podemos distinguir el perfil y los rasgos del Cristo del Amor, una obra maestra de Juan de Mesa (1620), del discípulo más genial de Martínez Montañés. Cada tendón, cada vena de este Salvador muerto revela y nos hace sentir los últimos momentos de la agonía de su cuerpo. Ahora, ha quedado inerte y contemplamos su rostro arrugado por la agonía. Esta imagen se clavará en la memoria, es una muda condena de la violencia, al mirarla se siente como los clavos y las espinas herían esas manos y ese rostro. Está cumplido.

Como hipnotizados, seguimos mirando este Cristo, hasta que tres eternidades más tarde, después del tercer golpe del Capataz, el Paso se levanta "en cámara lenta" y sigue su camino.

Todavía el aire está lleno de conmoción, se siente como un suspiro de alivio en la muchedumbre, cuando ya cerca sonidos de trompetas anuncian el Palio de la Virgen del Socorro. Después de la excelsitud ya ultramundana del Cristo del Amor, el pueblo desea una representación más serena y mundana, así que recibe con entusiasmo a la bella Virgen. Es que ella parece recordar a todo el mundo que esta tragedia tendrá un buen fin, simbolizando el retorno de luz y vida después del sacrificio. Pero no se detiene el Paso, la Virgen del Socorro sigue a su hijo en soledad, acompañada tan sólo de mil miradas y de los sonidos dramáticos de la más bella marcha semanasantera: "La Madrugá".

Disparos a la Virgen más valiente de Sevilla
2.00. Ya deberíamos concluir aquí, pero aún nos falta la procesión más grande del día, en la que desfilan unos 2000 Nazarenos y que ya había pasado por la catedral antes de la hermandad del Amor: La Estrella. Tenemos que correr para alcanzarla en su camino de regreso a Triana.

Finalmente, vemos las luces de los candelabros del Palio de la famosísima Virgen de La Estrella en el momento cuando sube al Puente de Triana – detrás de su manto de azul noche un torrente de fieles. Tenemos que pedir paso por la multitud, para adelantarnos y mirar el Paso por delante. Casi al final del puente, después de dejar atrás la banda de música y pasando los varales, finalmente lo conseguimos. Tiene La Estrella un rostro doliente, muy expresivo, lleno de lágrimas y con las cejas arqueadas de dolor, la boca abierta como si cantara trenos. Esta Virgen, una de las más antiguas Dolorosas de la Semana Santa, es un ejemplo modelo del hiperrealismo barroco de principios del Siglo XVII. Quizás es La Estrella, junto con la Macarena, el rostro feminino más sobrecogedor de la Semana Santa. Será por ello que no cesan las voces que la atribuyen al gran maestro del Barroco Sevillano, Juan Martínez Montañés. Si esta atribución fuera acertada, sería La Estrella la única Dolorosa en España salida de sus manos. Pero de momento no existe una prueba que el "Dios de la Madera" haya sido su creador, el origen de La Estrella sigue siendo un enigma.

Sea como sea, esta Reina de Triana disfruta de una inmensa popularidad, ninguna hermandad en Triana tiene más Nazarenos que La Estrella. Y el pueblo que la venera la bautizó "La Valiente". Por la siguiente razón: en el año negro 1932, cuando incendiaron tantas iglesias en Sevilla, todas las cofradías de la ciudad renunciaron a sus procesiones, por miedo a disturbios y atentados – todas menos una: La Estrella.

Así que el Domingo de Ramos de 1932 era la única hermandad que realizó su estación de penitencia y el Palio de la Virgen se convirtió en el blanco de salvajismo bárbaro. En ciertos momentos, la procesión era como pasar por las baquetas, en varios lugares, lanzaron piedras contra el Palio. Después de su salida de la catedral, un anarquista disparó varias veces a la Virgen, afortunadamente sin éxito. A pesar del susto, los responsables decidieron que la procesión siguiera su camino de regreso a San Jacinto y desde entonces, La Estrella lleva el nombre "La Valiente".

Allí está, rodeada de velas, claveles blancos y del frío nocturno, las manos abiertas para apaciguar todo el dolor del mundo y ofrecer esperanza y el resplandor de su corona que lleva la inscripción "Estrella de los Mares". Ahora que entra en la Calle San Jacinto y se acerca a su Capilla, toda Sevilla parece seguir a esta Estrella, convirtiendo la calle en un río de júbilo. Nos dejamos llevar por este torrente de cuerpos humanos, de repente estamos muy cerca del manto de la Estrella, rodeados de tambores y trompetas, una oleada de gente parece retener su Paso en los últimos metros: como si los sevillanos se convirtieran en niños que busquen el amparo del manto de su Reina del Cielo. A las 3.00 de la madrugada, los Costaleros, cansados, pero algo traviesos, hacen bailar al Paso y lo giran, así que La Estrella muestre una última vez por segundos su cara luciente a su pueblo, antes de que desaparezca por un año entero detrás de las puertas de su iglesia. Hasta su "renacimiento" en el año que viene.

Enlaces:
www.hermandaddelapaz.org
la web oficial de la Cofradía de La Paz, ofrece información sobre la historia de la hermandad y las imágenes, así como fotos de las mismas y noticias actuales

www.sagradacenadesevilla.org
la web oficial de la hermandad de La Sagrada Cena, de bonito diseño, con galerías de fotos del templo y las imágenes y contiene la biografía del maestro Ortega Bru.

www.hermandaddelahiniesta.org
la web oficial de La Hiniesta, muy completa y de fácil orientación, incluye la historia y curiosidades, así como marchas procesionales

www.hermandadsanroque.com
la web oficial de la hermandad de San Roque, aparte de textos informativos contiene muy bellas fotos de los titulares

www.inicia.es/de/laestrella
la web oficial de La Estrella, ofrece información básica sobre la historia de la hermandad, el diseño no es el más acertado

www.amargura.org
la web oficial de La Amargura, completa, ordenada, y bonitamente elaborada, presenta también fotos preciosas

www.hermandaddelamor.hermandades-de-sevilla.org
la web oficial de la hermandad El Amor, de diseño muy logrado, pero la parte de información parece algo breve y podría ofrecer más

Texto: Berthold Volberg