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Peru: Sacsayhuamán - La Fortaleza del Halcón contento

"Es ésta la mayor y más soberbia obra que acabaron los Inca para demostrar su majestad y poder. Su tamaño es inimaginable para todos los que no la hayan visto." Con estas palabras patéticas se refirió uno de los más importantes historiadores de Hispanoamérica, Garcilaso Inca de la Vega, hijo de una princesa incaica y un conquistador español, a la fortaleza cuya parte más alta se encuentra casi 4000 metros de altura, coronando la antigua capital incaica del Cuzco.

Hoy día, ese lugar enigmático, denominado Sacsayhuamán por los Inca, es uno de los grandes y más famosos atractivos turísticos del Perú.

Fue mi último día en el Cuzco. Naturalmente, también en mi agenda turística tenía previsto visitar Sacsayhuamán, la mayor fortaleza incaica y la que más cerca está situada del Cuzco. Sin embargo, todo parecía en contra de cumplir ese deseo. Temprano por la mañana del último día, empezó a llover fuertemente e incluso las escenas tan multicolores de la Plaza Mayor de Cuzco sólo se podía contemplar como por un velo gris. Con esa lluvia resultaba poco recomendable o hasta imposible realizar a pie la subida penosa a Sacsayhuamán. Pero todavía no quería renunciar a descubrir las ruinas de ese castillo espectacular en los Andes. Finalmente – ya eran las cuatro de la tarde – cesó de llover y el color del cielo cambió de gris oscuro a gris plateado. Ya era tarde, porque pronto iba a oscurecer, pero mi afán de "descubridor" era más fuerte. Es que nunca me habría perdonado partir de Cuzco sin haber visto las murallas míticas de Sacsayhuamán.

Al principio, tuve que subir por cuestas de Cuzco que llevaron nombres poco alentadores como "Ataúd" o "Purgatorio". Luego subí lentamente las escaleras de la calleja Colcampata, deteniéndome muchas veces para hacer pausas respiratorias por falta de aliento.

Cuzco ofrece por lo menos la ventaja al turista que puede fingir de disfrutar de las vistas en cada momento cuando se detenga por falta de aliento e insuficiencia cardíaca – mientras que los indígenas que andan con pasos ligeros te miran sonriendo con silencio, sabiendo perfectamente que los "gringos" solamente se detienen para no desmayarse por falta de oxígeno.

Después de dejar atrás las últimas casas y la Iglesia de San Cristóbal, situado en el punto más alto de Cuzco, sigo subiendo "en cámara lenta" una senda empinada al lado de un barranco verde. Para un europeo es sorprendente la cantidad de altos árboles que pueden crecer a esta altura de unos 3800 metros. Pero de momento, sólo puedo pensar en la falta de oxígeno la que estoy notando cada vez más y tengo que detenerme casi cada diez pasos. Pero también el creciente viento en contra me obliga a frenar el paso. Finalmente, después de unos 2 kilómetros de paliza, he llegado a la primera de las tres inmensas murallas de Sacsayhuamán.

Es una construcción de dimensiones colosales e incluso las ruinas de esta obra maestra estratégica de los Incas impresiona tanto que causa escalofríos en el espectador. Esta arquitectura parece la creación de gigantes extraterrestres. Recuerdo las palabras de Garcilaso Inca de la Vega. Ese tipo de fortaleza incaica de bloques y piedras de granito podrá resistir cualquier terremoto y es prácticamente inconquistable. Pero a causa del asesinato del "Hijo divino del Sol" Atahualpa y la ocupación de Cuzco por Pizarro, el grupo de conquistadores y sus aliados indígenas (sin los que Pizarro, similar a Cortés, nunca habría llegado victorioso a Cuzco), la fortaleza soberbia de Sacsayhuamán de repente perdió su importancia estratégica.


Antes de que pueda dedicarme a una meditación acerca de la transitoriedad del poder mundano, aparecen de repente dos encantadoras muchachas indígenas, vestidas de sus típicos trajes de matices rojos, pidiéndome "derechos de aduana" en forma de moneda. Qisieran dólares para dejarse fotografiar como "señoritas típicas" de los Andes. A mi respuesta que ya no queda dinero, insisten: si no hay dólares, aceptan también dulces. Lo único que puedo ofrecer es una barra de Müsli alemana.

Después de mirarla con una expresión algo irritada durante dos segundos, la aceptan con entusiasmo. Puedo hacer la foto, y antes de que tenga una ocasión para preguntar por qué han vestido su alpaca bebé de una chompa de lana de alpaca, ya desaparecen corriendo, para "asaltar" al próximo turista.

Me dirijo a la monumental puerta de entrada, formada de inmensos bloques de granito que pesan toneladas cada uno. Su aspecto evoca la puerta de los leones de Micenas. Silueta tenebrosa y siniestra, se erige contra el cielo plomizo. Pasando por la puerta, intento de imaginarme el asombro de los conquistadores españoles ante el descubrimiento de esa fortaleza gigantesca cuyas dimensiones superaban todo lo conocido hasta entonces.

El individuo se debía sentir diminuto y perdido en este laberinto de bloques ciclópicos, planificado y construído por los Incas como tremenda manifestación de su poder. La primera y mayor de las tres murallas mide unos 600 metros de longitud y algunos de los bloques de granito que contiene son de casi 5 metros de altura y pesarán más de cien toneladas. Ese hecho contribuyó a salvar la mayor parte de Sacsayhuamán de la destrucción, porque esos bloques monstruosos apenas se pueden mover, ni siquiera por la mano de obra de cientos de forzados indígenas, y mucho menos podían ser transportados al valle. Por ello, los españoles se limitaban a quitar sobre todo las piedras pequeñas de la muralla superior para "reciclarlas" en la construcción de iglesias y palacios allá en Cuzco.

Naturalmente, también los Incas tuvieron que emplear forzados para realizar tal proyecto de fortaleza: estas murallas titánicas se construyeron mediante trabajo forzado. Decenas de miles de forzados, en su mayoría procedentes de los países indígenas conquistados por los Incas, tuvieron que fabricar y transportar estos inmensos bloques – todavía no se sabe exactamente cómo lo lograron. La construcción se realizó durante los reinados de los emperadores incaicos Pachacutec (1438 – 1471) y Tupac Yupanqui (1471 – 1493).


Los arquitectos incaicos bautizaron su obra magna Sacsayhuamán que quiere decir: "Fortaleza del halcón contento". Pues, como un nido de un halcón, el castillo está situado cientos de metros encima del Cuzco y cerca del cielo, y cada amenaza para el valle sagrado de la capital se podía ver desde esa altura como por la mirada de un halcón. Pero todo en vano. Pizarro y su gentuza nunca habrían sido capaces de conquistar la fortaleza del halcón militarmente – y no tenían que intentarlo.

Similar como Cortés en Tenochtitlán, los españoles que inadieron el Tahuantinsuyu se aprovecharon del odio de los pueblos indígenas suprimidos por los Incas y sólo por su apoyo consiguieron derrotar los Incas en tan poco tiempo. Así se derrumbó, casi en un abrir y cerrar los ojos, el radiante palacio del imperio teocrático del Tahuantinsuyu , ya debilitado antes por la guerra entre los hermanos Atahualpa y Huascar, y el pastor de cerdos de la Extremadura entró en la ciudad del Dios Sol y apoderarse de todo lo que pudo coger. Cuzco se convirtió en propiedad de los españoles, sólo de vez en cuando había grupos de rebeldes incaicos más o menos pequeños que se retiraron aquí en las murallas oscuras de Sacsayhuamán antes de ser derrotados.

Como Boabdil, el último rey moro de Granada, habrán mirado llenos de melancolía al valle sagrado y su ciudad perdida que delante de sus ojos empezaba a cambiar dramáticamente su apariencia: torres de iglesias crecían hacia el cielo, el oro de los templos incaicos fue robado y encima de todo fue izada la bandera del águila bicéfala de Carlos V. en vez de los colores del arcoiris del Tahuantinsuyu.


Sólo el día 24. de Junio de cada año, las ruinas misteriosas de Sacsayhuamán se convierten de nuevo para un día en el escenario pomposo de la cultura incaica: se celebra el Inti Raymi, la gran fiesta del solsticio de los Incas, prohibida en 1572 por el Virrey español Toledo, celebrada durante siglos posteriores de manera clandestina, luego casi olvidada por siempre, hasta que en 1944 Humberto Vidal hizo "resuscitar" esta fiesta. Aunque hoy día es un espectáculo ya muy turístico y a veces parece algo demasiadamente carnevalesca, el Inti Raymi con su escenificación suntuosa y cientos o miles indígenas vestidos de Incas consigue evocar algo de la importancia y magia que debía haber tenido esta fortaleza "inconquistable" del Dios Sol antes de la invasión de los españoles.

Texto + Fotos: Berthold Volberg para imprimir  

Recomendaciones:

Iglesia de la Compañía
Plaza de Armas
Horario: Entrada gratuita, pero lamentablemente sólo abre por las misas y poco antes y después, por la mañana entre 11 – 13 horas, por la tarde 18 – 20 horas, mejor preguntar.

Iglesia San Blas
Plazoleta de San Blas
Horario: 10.30 - 12.30 y 17.00 - 19.00 horas
Entrada: 1 US$, se recomienda el Tiquete Combinado

Catedral:
Horario: de momento sólo abre por la tarde de lunes – sábado 14.00 – 17.30 horas, el domingo sólo suele abrir por las misas. Se entra por la Iglesia de la Sagrada Familia. Está totalmente prohibido tomar fotos.
Entrada: es recomendable comprar el "ticket combinado" que vale 10 US$ y vale para 10 de los monumentos más importantes del Cuzco y seis fortalezas incaicas en los alrededores.

Museo Inca:
Horario: Martes – Viernes 9.00 – 13.00 y 14.30 – 17.30 horas, Sábado de 9.00 a 14.00.
Entrada: 1,50 US$, véase recomendación arriba.

Museo de Arte Sacro (Palacio Arzobispal)
C. Hatunrumíyoc/ Esq. C. Herrajes
Tel. (00511)-22-2781
Horario: Lunes (!) - Sábado 8.00 - 11.30 y 15.00 - 17.30 horas
Entrada: se recomienda el Tiquete Combinado (10 US$ para casi todos los Museos de Cuzco)
Domingo: 14.00 - 17.30 horas

Museo de Convento de Santa Catalina
Plazoleta de Santa Catalina
Tel. (00511)-22-3245
Horario: Lunes (!) - Sábado 8.00 - 15.00 , Viernes + Domingo cerrado!
Entrada: se recomienda el Tiquete Combinado (10 US$ para casi todos los Museos de Cuzco)

Museo del Convento de La Merced
Calle Mantas 121
Tel.: (00511)-23-1821
Horario: Lunes (!) - Sábado 8.00 - 12.00 y 15.00 - 17.00 horas
Entrada: 3 US$ (no está en el Tiquete Combinado!)

Alojamiento:
Hostal AMARU
Cuesta de San Blas N° 541
Tel.: (00511)-225933
Hostal muy bonito y recomendable, limpio, con personal muy amable, en una casa antigua (sin calefacción), está muy céntrico y a la vez muy tranquilo, sólo a tres minutos andando de la Plaza Mayor (Plaza de Armas), ycon bonitas vistas a la parte antiguo de Cuzco y la Iglesia de San Cristóbal. Precio: habitación doble con desayuno: 25 US$.

Hay que preguntar por las horas del servicio de agua, como en todos los hoteles del Cuzco, ya que a veces la empresa de agua la corta durante unas horas al día.

Restaurantes:
Haylilly
Calle Plateros
Café/Restaurante muy recomendable. Simple, pero bueno, bonito y barato, ofrece buenos desayunos y meriendas con pasteles/tartas muy buenos (la de chocolate es magnífica), zumos naturales y por supuesto, mate de Coca. También ofrece almuerzos muy económicos (platos del día/menús combinados con bebida y postre incluídos por sólo 4 US$ más o menos) con relación calidad/precio excelente. También ofrece cenas, pero suele cerrar temprano (a las 22.30 más o menos)

Chez Maggy I + II
Hay dos: Calle Procuradores y Calle Plateros
Pizzeria que también ofrece platos típicos de la región y la buena Cerveza Cuzqueña, ambiente acogedor, económica, pero un poco más cara que Haylilly o El Fogón. Abre a mediodía y de noche.

El Fogón
Calle Plateros
Restaurante amplio en la primera planta, ofrece buenos y muy baratos menús (3 – 5 US$ el menú completo que incluye bebida), personal amable. También ofrece especialidades de la región como cuy asado.

Recuerdos:
Arte Perú
Esquina Calle Plateros/Plaza de Armas
Joyería recomendable, personal amable que da buenas sugerencias, tienen muchas joyas y cadenas de plata, esmeraldas, también de oro. Un muy bonito y típico recuerdo es la llamada Cruz andina o incaica, una cruz cuadrada de la mitología incaica, normalmente de plata y nácar que ofrecen de diversos colores.

Artesanías Mendivil
Plaza de San Blas N° 619
Artesanías que son verdaderas obras de arte (p. ej. de cerámica).

Aparte de joyas y cerámica, sobre todo recomendables son las magníficas telas de alpaca (jerseys, chompas, bufandas) y máscaras incaicas de madera. Se puede comprarlas en el gran mercado de artesanía detrás de la Iglesia de los Jesuitas, se puede entrar por la Calle Loreto.

Enlaces:
www.infocusco.com
Una web muy completa y llena de informaciones sobre los monumentos principales de Cuzco, también contiene recomendaciones prácticas en la sección "Turismo Cuzco".

www.tierra-inca.com
Amplia información sobre el Cuzco, con fotos, los artículos son más breves.


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