logo caiman
caiman.de archivo

Peru: Un Vértigo Barroco (I) - Homenaje a la más bella ciudad de Sudamérica

Todavía no puedo creer que estoy aquí. Me hacía mucha ilusión venir aquí, pero la impresión real excede todas las esperanzas. Estoy aquí en medio de la Plaza más bella y más llena de historia de Sudamérica y desde todas las esquinas me llegan imágenes y maravillas – esperadas y sorprendentes. A la derecha, la muy amplia Catedral con la Iglesia del Triunfo y la Iglesia de la Sagrada Familia, todas de color de bronce, a la izquierda la magnífica Iglesía de los Jesuitas que había visto en muchas fotos, y la torre del Convento de La Merced.

Entre las iglesias, casas coloniales y palacios con balcones ricamente adornados y soportales, llamas que caminan sin nada de prisa, indios que llevan sus trajes muy multicolores, preconizando ante los turistas sus mantas de alpaca y sus amuletos de plata de probados poderes mágicos. Y al fondo, como una galería del silencio que mira a este escenario de jaleo de los mercadillos, se exteinden las cumbres de 4.000 metros, sorprendentemente verdes.

El lugar mágico donde me encuentro, fascinado y dando vueltas para poder captar todas las impresiones hasta que me esté mareando, no sólo por la avalancha de imágenes fascinantes, sino también por falta de oxígeno, está situado a 3.500 metros de altura: es la Plaza de Armas del Cuzco.




La Catedral iluminada

Qosqo – "el ombligo (del mundo)", centro del imperio incaico que con sus 5000 Km de extensión fue el más grande en tierras americanas – hasta la llegada de los españoles. ¿Qué habrán sentido Pizarro y los otros conquistadores peninsulares cuando entraron por primera vez en esta Plaza monumental aquel día 15 de Noviembre de 1533, rodeados de los muros ciclópicos de los templos y palacios incaicos? Me pregunto si también habrán sufrido del soroche, del "mal de la altura", ya que vinieron de las llanuras extremeñas y andaluzas.



Llamas en la
Plaza de Armas
Afortunadamente, hasta ahora apenas noto los síntomas de esa enfermedad, es que he tomado cada tipi de precauciones. Los días antes del vuelo de Lima al Cuzco no los había pasado en la capital peruana, sino en Ayacucho, ya a 2.700 metros de altura. Y la amable azafata ya me había servido mi primer mate de Coca durante el vuelo. Después de llegar tomaba otro litro entero antes de comenzar a explorar esta mítica ciudad.

El té de Coca, como todas las cosas sanas, tiene un sabor ligeramente amargo, pero sabe mucho mejor de lo que pensaba, y después de unos días, uno se puede acostumbrarse ya demasiadamente a tomarlo a diario.



A estas alturas, para los forasteros resulta imdispensable su consumoy ya los incas y sus antepasados lo habían tomado o simplemente masticado las hojas de Coca contra el soroche – en regiones más altas, mientras aquí en el Cuzco todavía no les hace falta, porque están acostumbrados a vivir con menos oxígeno.

Una Plaza – escenario del Poder
Hoy día, muchos de los turistas que sufren de vértigo, dolores de cabeza y otros síntomas del mal de altura, desearán que los incas habrían elegido un sitio más bajo, en alguna llanura, para construir su capital del imperio. ¿Pero quién podría cuestionar la decisión del Sol Divino? Es que el Dios del Sol, según la leyenda de la fundación del Cuzco, enfurecido por las maldades de los seres humanos, mandó su hijo Manco Capac (primer Inca y fundador legendario de la ciudad) y su hija Mama Occlo a la tierra, para que pusieran en orden el convivir de los hombres. Les dió una barreta de oro, con la instrucción de fundar una ciudad y quedarse viviendo en aquel lugar donde se podía hundir la barreta sin dificultad en la tierra. De esta manera, encontraron el "ombligo del mundo" en este valle de los Andes.

La fundación real del Cuzco aconteció alrededor del año 1200 de nuestra era cristiana. Dentro de muy poco tiempo, los "Hijos del Sol" lograron conquistar amplios territorios de toda la zona andina y construir su enorme imperio del Tahuantinsuyu ("Imperio de las cuatro direcciones"). El Inca Yupanqui, el más ambicioso y exitoso de los conquistadores incaicos, reinó desde 1438 hasta 1471 y se nombró a sí mismo – modestia aparte - Pachacutec (Transformador de la Tierra).



Catedral e Iglesia de los Jesuitas

La verdad es que resulta más que extraño que precisamente muchos intelectuales humanísticos los que condenan totalmente (y parcialmente con razón) la conquista y el imperio de españoles en estas tierras, ensalzan la tiranía teocrática de los incas, romantizándolos de manera a veces ridícula. Pues, la crueldad de los gobernantes incaicos y la eficiencia de su opresión de los pueblos indígenas vencidos por lo menos igualó a la de los españoles. Los Incas, p. ej. inventaron el muy efectivo sistema de la Mita (trabajo de esclavos en minas y agricultura), que luego fue adoptado parcialmente por los conquistadores españoles (¡y no inventado como escriben muchas veces!). Sólo esos métodos de represión y explotación facilitaron la vida lujosa de la aristocracia incaica que construyó sus palacios alrededor de esta Plaza. Huaccaipata, "lugar de la alegría" fue el nombre de esta Plaza Mayor del Cuzco durante el imperio incaico, luego los españoles pusieron el bastante menos bonito (pero quizá más realista) nombre de Plaza de Armas.

Pero la influencia y los privilegios de la aristocracia incaica no se acabaron del todo con la conquista española. Atahualpa (el usurpador) fue asesinado por orden de Pizarro, pero un hermano suyo fue coronado como Simulacro de Inca. Durante décadas, todavía hubo este tipo de Incas que ya no tuvieron poder real, pero sí autoridad y prestigio de nobleza – respetada por los invasores españoles quienes intentaron – y a veces consiguieron – servirse de ese prestigio incaico para lograr sus fines. Sin embargo, cuando uno de esos Simulacros de Inca quiso reconquistar el poder real y total, en vez de estar contento con su papel de "Rey de Teatro", las autoridades españoles reaccionaron con toda dureza y crueldad: en el año 1572 ejecutaron a Tupac Amaru I. en esta Plaza y en el 1780 mataron aquí al último caudillo de una rebelión indígena que se proclamó Inca: Tupac Amaru II. Ya antes de los españoles, también los Incas habían utilizado esta Plaza para simulacros de procesos, ejecuciones y manifestaciones de poder, pero también para celebraciones religiosas. Actualmente, gracias a Dios, esta bella Plaza – que debería de nuevo llamarse como en la época incaica "Plaza de la Alegría” – se sigue utilizando sólo para festividades populares y sagradas como lel antiguo y renacido Inti Raymi incaico y el Corpus Christi católico.



Convento de La Merced y Plaza de Armas

Los españoles no sólo comprendían muy claramente la dimensión histórica – política del Cuzco: por ello no abandonaron esa ciudad tan lejana e incomodamente situada para ellos, sino construyeron un nuevo Cuzco encima de las ruinas de la capital incaica. Los conquistadores europeos también fueron cautivos de la magia sacra de este lugar tan singular. Aunque establecieron en la "Ciudad de los Reyes" (Lima) su capital, la capital secreta y verdadera del Perú seguía siendo y lo sigue siendo hoy – El Cuzco. Pocos años después de conquistarlo, los españoles fundaron una universidad y un arzobispado, construyendo unas 50 iglesias en tan sólo 20 años.

De repente, tengo que detener mis excursiones al pasado glorioso, porque finalmente estoy notando que estoy rodeado de un grupo de cinco indígenas, todos mirándome con una sonrisa encantadora, pero de buenos comerciantes, el más viejo de ellos apenas tendrá 10 años. El primero quiere venderme la famosa Inca-Cola, pidiéndome el doble precio del que pagaría en una tienda, el segundo quiere limpiar mis zapatos, el tercero venderme postales (¡todas diferentes! como subraya el pícaro), el cuarto quiere llevarme al "mejor" restaurante de la ciudad, y el quinto sólo quiere "conversar" conmigo, preguntándome de dónde vengo. Después de rechazar con un ¡No! categórico todas las cinco ofertas, su sonrisa se pone irónica y naturalmente, no me dejan tranquilo. Así que me veo obligado de interrumpir de momento mi contemplación de la Plaza de Armas, huyendo de los pegotes graciosos, encuentro refugio dentro de la Catedral.

Un Templo de Iconos Barrocos
Un minuto después, rodeado del silencio y de la penumbra resplandeciente de oro del inmenso templo, construído encima de las ruinas del Palacio incaico de Kiswar Cancha y terminado en1654. En realidad, el conjunto catedralicio del Cuzco consiste de tres iglesias: la catedral de tres naves, y a la derecha, la Iglesia del Triunfo y a la izquierda la Iglesia de la Sagrada Familia. La Catedral, edificada como un templo renacentista en su principio, ahora se presenta completamente barroquizada. En mi guía había leído que en su interior está decorada con 400 (!) cuadros barrocos y pensaba que este número sólo podría ser exagerado, pero empiezo a contar y cuando llego al número 298 ya dejo de contar y empiezo a creerlo.



Llamas delante de la Catedral

Todas las paredes, incluso las columnas de la catedral están adornadas con pinturas, a veces hasta las bóvedas, así que de las que han colgado allí en la altura, ya no se puede ver casi nada sin prismáticos. Casi todas estas pinturas fueron creadas en los siglos XVII y XVIII por maestros de la Escuela Cuzqueña del Cuzco. Los modelos y prototipos de esta pintura vinieron de España, sobre todo de la Escuela Sevillana. Los pintores más prestigiosos y que más influencia ejercían eran Murillo y Zurbarán, pero pronto los artistas indígenas consiguieron elaborar un estilo muy propio, de rasgos característicos cuzqueños. Es que casi todos los pintores cuzqueños eran mestizos o indios que con el transcurso del tiempo integraron cada vez más elementos locales, prehispánicos y tradiciones incaicas. El cuadro más famoso de la catedral que añade un elemento indudablemente autóctono a la iconografía cristiana es la "Sagrada Cena" de Marcos Zapata, que muestra como Cristo en la misma está bendiciendo un cuy asado en vez del cordero – el cuy es desde tiempos remotos el plato favorito de esta región andina.

La manera de representación en los cuadros de la Escuela Cuzqueña parecen algo planas y estáticas, pintadas muchas veces sin perspectiva, y muestran protagonistas idealizados e hiperdimensionales. En algunos casos, la semejanza de estas pinturas con iconos rusos resulta muy sorprendente. Incluso los colores recuerdan a la pintura de iconos, aunque tendrán su origen en la tradición incaica: predominan matices rojos fuertes (desde siglos el color favorito para las ropas de los indígenas) y naturalmente el oro – como color y también como pan de oro que enmarca las figuras pintadas. También fuera de las pinturas hay bastante oro en esta Catedral. Una de las más bellas obras de arte es el Retablo Mayor de la Iglesia de la Sagrada Familia con numerosas columnas salomónicas y pinturas en las que de nuevo domina el rojo. Rojo y Oro resplandecen de todos los rincones de este templo, también el baldaquín encima de la esculktura más venerada es de color rojo.

Aquí se encuentra el muy moreno Crucificado de mediados del Siglo XVI que llaman el Señor de los Temblores.



Típica construcción incaica
[zoom]
Durante el terremoto catastrófico de 1650 amparó la ciudad de la destrucción total, desde entonces es adorado como patrono del Cuzco. Existe la teoría de que cada trescientos años acontece un terremoto de dimensiones apocalípticas aquí, porque los historiadores de los Incas nos cuentan de un terremoto horrible en el año 1350 y el último de esos temblores apocalípticos que destruyó amplias partes de Cuzco aconteció en el 1950.



No me acuerdo cuánto tiempo he pasado en este Templo de las maravillas barrocas, donde he olvidado el tiempo, pero cuando ahora salgo de nuevo a la Plaza de Armas, ya está poniéndose el sol. Me decido de visitar rápidamente el cercano Museo Inca.

La Reconquista de los Incas
El Museo Arqueológico del Cuzco que desde hace poco tiempo cambió de nombre y se llama hoy Museo Inca, se encuentra en el Palacio del Almirante, una casa colonial a la que se sube por una cuesta desde la Plaza de Armas. En los dos pisos alrededor del Patio central están las salas de exposición. En las primeras salas, el visitante se ve confrontado con las obscenas obras de cerámica de los Moche y de otras culturas preincaicas cuya especialidad fue la representación de posiciones sexuales en jarras o vasos, las que nos parecen a veces algo raros o por lo menos algo demasiadamente trabajosas o "deportistas".

Más espectacular, aunque menos divertidas que esas obras de cerámica que ya había visto en otras exposiciones, me parecen las momias y calaveras de los Incas, algo funestas, y – como era de esperar – las joyas de orfebrería incaica. Naturalmente, el Museo se dedica sobre todo a la cultura incaica y las distintas salas muestran objetos expuestos de diferentes temáticas como agricultura (muy interesante), religión, estado/ política etc.

La estructura del museo y la exposición de los objetos son muy logradas, pero los textos de introducción a veces pueden causar irritación, porque en cada sala repiten detalladamente las crueldades y destrucciones de los conquistadores españoles, mientras que todos los comentarios que se refieren al imperio incaico – que fue una dictadura muy completa - parecen "censurados". Los autores de los textos se quejan (con razón) que las iglesias y conventos de los españoles fueron construídos por medio de servidumbre de los indios, pero olvidan de mencionar que ese tipo de servidumbre – la Mita – fue un invento de los Incas (¡como si los muros ciclópicos del Cuzco o de Sacsayhuamán hubieran sido construídos por "voluntarios"!) y que en la misma época, también las grandes catedrales en Europa todavía se construyeron por medio de servidumbre feudal.

A veces, la idealización del Tahuantinsuyu y la exaltación de los monumentos incaicos obtiene rasgos exagerados y hasta contradictorios. Naturalmente, la atmósfera única del Cuzco está marcado también por las construcciones fascinantes de los incas, los muros inmensos y tan exactamente labrados, ymuchas tradiciones incaicas perduran hasta hoy y caracterizan la artesanía y vida cultural del "ombligo del mundo". Sin embargo – y por favor hay que mencionarlo adecuadamente y finalmente en los guías y comentarios – lo verdaderamente espectacular que constituye actualmente la magia y el encanto del Cuzco ya no son tanto los austeros muros incaicos, sino las iglesias barrocas tan ricamente decoradas de oro y las innumerables pinturas de la Escuela Cuzqueña.



"Himno al Cuzco"
[zoom]

Y es totalmente inexacto y carece de sentido denominar el Barroco del Cuzco "español" o llamarlo "estilo colonial", como muchos autores lo siguen formulando. Aunque es verdad que a los principios del Siglo XVII, los prototipos y modelos vinieron desde España y sobre todo desde Sevilla y fueron imitados, hasta finales del mismo Siglo y sobre todo durante el siguiente Siglo XVIII los artistas cuzqueños lograron rápidamente crear un estilo propio y muy original que empezó a distinguirse considerablemente de los ejemplos europeos y que todavía no es debidamente valorado por la crítica. Es que los pintores y escultores del Cuzco fueron casi todos mestizos y al final casi siempre indios quienes integraron cada vez más detalles "exóticos" derivados de la tradición local incaica. De esta manera, crearon un estilo nuevo e innovador que se podría llamar más acertadamente Barroco Mestizo. Y por ende, se trata de un estilo local, no de estilo colonial.

Cuando salgo del Museo Inca ya es casi de noche, y al caminar por las callejas iluminadas del centro, de repente estoy convencido de que los Incas por lo menos en esta ciudad si han conseguido la victoria, porque Cuzco sigue siendo una ciudad poblada casi sólo por indígenas: bellos rostros de bronce en cualquier esquina y en la Plaza de Armas y en todos los edificios oficiales está ondeando de nuevo la bandera del arcoiris – la bandera incaica del Tahuantinsuyu.


Recomendaciones:
Catedral:
Horario: de momento sólo abre por la tarde de lunes – sábado 14.00 – 17.30 horas, el domingo sólo suele abrir por las misas. Se entra por la Iglesia de la Sagrada Familia. Está totalmente prohibido tomar fotos.

Entrada: es recomendable comprar el “ticket combinado” que vale 10 US$ y vale para 10 de los monumentos más importantes del Cuzco y seis fortalezas incaicas en los alrededores.

Museo Inca:
Horario : Martes – Viernes 9.00 – 13.00 y 14.30 – 17.30 horas, Sábado de 9.00 a 14.00.
Entrada : 1,50 US$, véase recomendación arriba.

Alojamiento:
Hostal AMARU
Cuesta de San Blas N° 541
Tel.: (00511)-225933
Hostal muy bonito y recomendable, limpio, con personal muy amable, en una casa antigua (sin calefacción), está muy céntrico y a la vez muy tranquilo, sólo a tres minutos andando de la Plaza Mayor (Plaza de Armas), ycon bonitas vistas a la parte antiguo de Cuzco y la Iglesia de San Cristóbal. Precio: habitación doble con desayuno: 25 US$.

Hay que preguntar por las horas del servicio de agua, como en todos los hoteles del Cuzco, ya que a veces la empresa de agua la corta durante unas horas al día.

Restaurantes:
Haylilly
Calle Plateros
Café/Restaurante muy recomendable. Simple, pero bueno, bonito y barato, ofrece buenos desayunos y meriendas con pasteles/tartas muy buenos (la de chocolate es magnífica), zumos naturales y por supuesto, mate de Coca. También ofrece almuerzos muy económicos (platos del día/menús combinados con bebida y postre incluídos por sólo 4 US$ más o menos) con relación calidad/precio excelente. También ofrece cenas, pero suele cerrar temprano (a las 22.30 más o menos)

Chez Maggy I + II
Hay dos: Calle Procuradores y Calle Plateros
Pizzeria que también ofrece platos típicos de la región y la buena Cerveza Cuzqueña, ambiente acogedor, económica, pero un poco más cara que Haylilly o El Fogón. Abre a mediodía y de noche.

El Fogón
Calle Plateros
Restaurante amplio en la primera planta, ofrece buenos y muy baratos menús (3 – 5 US$ el menú completo que incluye bebida), personal amable. También ofrece especialidades de la región como cuy asado.

Recuerdos:
Arte Perú
Esquina Calle Plateros/Plaza de Armas
Joyería recomendable, personal amable que da buenas sugerencias, tienen muchas joyas y cadenas de plata, esmeraldas, también de oro. Un muy bonito y típico recuerdo es la llamada Cruz andina o incaica, una cruz cuadrada de la mitología incaica, normalmente de plata y nácar que ofrecen de diversos colores.

Artesanías Mendivil
Plaza de San Blas N° 619
Artesanías que son verdaderas obras de arte (p. ej. de cerámica).

Aparte de joyas y cerámica, sobre todo recomendables son las magníficas telas de alpaca (jerseys, chompas, bufandas) y máscaras incaicas de madera. Se puede comprarlas en el gran mercado de artesanía detrás de la Iglesia de los Jesuitas, se puede entrar por la Calle Loreto.

Enlaces:
www.infocusco.com
Una web muy completa y llena de informaciones sobre los monumentos principales de Cuzco, también contiene recomendaciones prácticas en la sección "Turismo Cuzco".

www.tierra-inca.com
Amplia información sobre el Cuzco, con fotos, los artículos son más breves.


buscar

powered by google


guia/archivo

© caiman.de - imprint - disclaimer - data protection pa´rriba