caiman.de 08/2004

Cuba: El Che regresa
Adaptación al relato "El gran inquisidor" de Fjodor M. Dostoievski *

El aparece. El. El no habla ni una palabra, El solo aparece y pasa. Pasaron casí cuatro decenas desde su último aparecimiento. Sin embargo, la humanidad lo espera con el mismo credo y entusiasmo de siempre. Han pintado su retrato, con ojos llenos de añoranza, buscando el infinito, en las paredes de la cuidad. Las lagrimas del pueblo lo alcanzan, como en tiempos pasados, Lo esperan, Lo anhelan, Lo aman. Por ello, El, en Su piedad, quiere descender por lo menos un momento donde Su pueblo, el que sufre, el que se tortura, el sucio-pecador, pero infantilmente devoto a El.

No, esta vez, solo desea, por un instante, descanzar Su mirada sobre Sus hijos, exatamente allí donde arde la hoguera con herejes. En Su piedad ilimitada los busca en el mismo cuerpo humano, en El que por treinta y nueve años caminó entre ellos, hace cuatro decenas.

El desciende a la "Gran Plaza de la Revolucion" de la ciudad caribiense, donde Su famoso rostro todavia adorna la parede. Allí, donde hace algunos dias, en compañia de los líderes del partido, de la corte, de los grandes, de la aristocrácia política, ante los ojos de inumerables habitantes de la ciudad caribiense, el anciano Máximo Líder ha quemado centenas de herejes ad majorem gloriam revolutiones.

El llegó silenciosamente, sin ser visto, -pero que extraño- todos Lo reconozen. Un poder irresistible atrae al pueblo hacia El; ellos Lo rodean, crecen a Su alrededor, Lo siguen a donde sea.

En este momento, en este instante, el Máximo Líder atraviesa "La Plaza de La Revolucion". Un anciano de casi noventa años, alto y erecto, con una cara apergaminada, ojos hundidos en los cuales aun brilla una chispa de fuego.

Oh, esta vez no viste su majestoso uniforme militar, de colores brilantes, con el cual se presentó ostentosamente ayer ante el pueblo cuando entregó los inimigos de la revolucion a las llamas. No, en esta ocasion, utiliza su viejo y grueso hábito de cura, el cual fúe saqueado por sus revolucionarios de una iglesias. Lo siguen, a una distancia apropiada, sus ayudantes, sus lacayos, y la santa guardia. El frunce el entrecejo gris y opulente, y su mirada se enardece de manera funesta. Alza el dedo índice y ordena a la guardia prenderlo.

Y subitamente la multitud se rinde hasta el suelo, en un solo cuerpo, ante el anciano Máximo Líder; el bendice sin palabras al pueblo inclinado y pasa mudamente ante ellos. La guardia guiá al preso a un calabozo estrecho, oscuro e inhóspito en el antiguo palacio del Santa Tribunal e Lo encierra. El dia se va, viene la noche: oscura y ardiente "noche caribiense sin brisa y aliento". Allí, en la oscuridad de la profunda noche se abre la ferrea puerta del calabazo, y con un farol en la mano, entra el anciano, el Máximo Líder, despaciosamente y pasa el umbral. El esta solo, la puerta se cierra detras de el. El esta parado, viendo largamente – por uno o dos minutos – a Su rostro. Finalmente se acerca, pone el farol sobre la mesa e Le dirige la palabra: "¿Eres tu? Tu?"

E como no recibe respuesta, agrega rapidamente: "¿Porque vienes a molestarnos? Tu has venido a molestarnos! Eso Lo sabes. ¿Pero sabes tambien lo que pasará mañana? Mañana te quemaré en la hoguera por ser un agente de la CIA plagiando el nombre del Che, y el mismo pueblo, que hoy besa tus pies, mañana atizará el fuego con carbon al recibir una pequeña señal mia. El tiempo de las revoluciones ha pasado, nosotros governamos desde hace casi cinco decenas, y todo aquell que se nos opone es eliminado."

El anciano descansa y mira al suelo. De repente sube su mirada y le pregunta: "¿Sabes que hemos encontrado tu cadaver y lo hemos llevado a un enorme mausoleo en Santa Clara, ante la participacion de tu pueblo, del hombre nuevo y libre? ¿No fuistes Tu el que entonces decia frequentemente: "Yo los quiero liberar, y yo los quiero convertir en nuevos hombres?" Ahora los has visto, a estos hombres libres!" Entonces, escucha, precisamente en este momento los hombres estan más convencidos que nunca de ser libres completamente, cuando ellos nos han traído su liberdade y nos la han coloquado devotamente ante nuestros pies. ¿El hombre fui creado rebelde, pero puden ser felices los rebeldes? ¿Tu pudistes ser feliz? Los hombres allí afuera gritan: Saciad nuestro hambre! Doblegadnos, pero saciadnos. Renuciamos al mana celestial de la sabiduria, preferimos el pan pagano. ¿Aunque miles y miles te sigan por el mana calestial, que será de los millones y billiones de seres que no son capazes de resistir al pan pagano en espera del pan celecial?

Tu los has llamados a alzarse. Y entonces te has ido a la mierda. Y has partido a la siguiente revolucion. África. Bolívia. Lo principal eres tu y tu ego, para lograr convertirte en el "Gran Heroe Muerto" y pasar asi a la história. Tu problema es que nunca terminas algo comenzado. En todos lados inicias una revolucion, y cuando ya no tienes ganas, te marchas a la siguiente. Y a mi me toca lidiar con lo cotidiano, con el agradecimiento de tener mala propaganda. En lo que tu te convertias en Dios, yo me preocupaba de llenar estas milliones de bocas hambrientas. Y cuando quieren tomar una Coca Cola, construyen un pequeño barco y se marchan a la Florida. Tu nuevo hombre, Tu amado pueblo.

Todos los heroes de tu tiempo han muerto, Nikita Chruschtschov, Karl Marx, Jim Morrison, Jimi Hendrix, hasta John Lennon. Es decir, tu has tenido una compañia maravillosa arriba en el cielo. Deberas no entiendo que deseas aqui abajo en la tierra. Aqui, tu rostro adorna las sudadas camisetas de la juventud capitalista, que con ello protestan contra papis en gordos Mercedes y piden la liberacion de la marihuana en los colegios privados.

En veinte años, seran como sus padres, ricos y obesos abogados, cientificos y ginecólogos, que cuelgan tu retrato en su sala de espera para convencer al público feminino de su estilo rebelde.Tu has pasado a ser la figura más capitalista del mundo. Y esto solo porque todas las niñas católicas se mueren por treintañeros muertos con barba y pelo largo que se pueden colgar de la paredo.

Por eso, si alguien merece antes que otros ser quemado en nuestra hoguera, lo eres tu. Mañana te quemaré. Dixi (He dicho)!"

Despues de que el Máximo Líder se ha callado, espera un momento la respuesta del prisionero. El silencio de Este lo conmueve. Ha visto que el prisionero lo escucha atenta y silenciosamente todo el tiempo, y le mira a los ojos. Aparentemente sin querer responder algo. El anciano hubiera deseado alguna respuesta aunque fuera amarga y terrible. Pero El se le acerca al anciano y lo besa en su palidos y secos labios que han visto noventa soles. Esta es toda Su respuesta. El anciano se estremeze, y las coyunturas de su boca tiemblan. El Máximo Líder se acerca a la puerta del calabozo, la abre e Le dice: "Vete y no regrese nunca jamas!" Lo deja salir a las oscuras callejuelas de la cuidad. Y el prisonero se vá.

El Máximo Líder mira fijamente hacia las callejuelas vacias. Del mar, llega una brisa escalofriante a la ciudad caribiense. Todavia siente aquell beso arder hasta su corazón. En su casa, el Palácio, tiene un vaso en el cual ha colocado, en formalina, las manos del Che, que le fueron cortadas hace cuatro decenas. Cuando esta melancólico o se siente solo, lo toma en sus manos y los observa larga y pensativamente.

Texto: Thomas Milz

* La naración "El Gran Inquisidor" procede de la novela "Los Hermanos Karamasoff", que fúe publicada entre 1880 y1881. Un año ante de publicarla, Fjodor M. Dostoievski leio exitosamente el "Poema del Gran Inquisidor" en un matine literário en San Petersburgo. En ella, Jesu Cristo aparece en el año de 1500 en la recien, de los moros, reconquistada ciudad de Sevilla. Es tomado prisonero por el anciano Gran Inquisidor y amenazado a muerte.