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Muchos cocaleros ganaban sus alimentos hasta los mediados de los años ochenta en las minas de los altiplanos andinos. Después del derrumbamiento de los precios mundiales del estaño, muchos de los mineros estaban forzados de fundar con sus familias una existencia nueva, plantando campos de coca nuevos en la tierra baja. En 1.989, un tercio aproximado de la población boliviana se ganaba su vida con el cultivo de la coca. En aquel tiempo, los EE.UU. ya había empleado el Drug Force Agency en Bolivia para activar la destrucción de las plantaciones de coca.
Hasta el año 2002 las plantaciones de coca deben ser destruidas en la tierra baja de Chapare totalmente. 45.000 familias viven en esta región entre Cochabamba y Santa Cruz, el centro agrario de producción de Bolivia. Sólo por el cultivo de la planta de coca los campesinos pueden alimentarse independientemente. Para los cocaleros la lucha contra las drogas significa un ataque directo a su fundamento de existencia. Sólo en Bolivia varios miles de hombres dependen directamente del cultivo de coca .
En todo el país se formaron movimientos en diferentes lugares que se dirigen contra la miseria social. Ya en abril del 2.000 ocurrieron disturbios y bloqeos violentos. El desencadenador de los protestas era en este caso principalmente la privatización del aprovicionamento del agua potable y el aumento de tarifas enlazadas. El presidente Hugo Banzer logró de contener los conflictos por el momento revocando puntualmente la privatización.
La amenaza de la existencia así como la miseria social dentro de la población existe en tal escala sólo desde que el gobierno boliviano haya prohibido en el año 1999 el cultivo de la planta de coca. Forzada por la presión de los EE.UU. Bolivia mientras tanto ha activado la politica del curso del "cultivo cero" y mandado a destruir las plantaciones de coca por unidades de anti-drogas.
En octubre del año 2000 volvió a romper el conflicto quemante en el momento cuando los cocaleros declararon de "zona libre" de producción de coca, la región de Chapare situada en las orillas del rio de Amazonas. Una parte de los campesinos vigilaba las barricadas mientras que el resto empezó la siembra. Esta forma de proceder arriesgada mostraba la desesperación de los hombres que se oponían a los militares con sus herramientas oxidadas. Hubo muertos y heridos. Los cocaleros reclamaban en un ultimátum que los planes de destrucción de las plantaciones de droga se revoquen. En este caso se declararon dispuestos a concertar compromisos y sólo reclamaban un "Catu" (una medida de área en Quechua que corresponde a 1600 metros cuadrados aproximados) por familia para cultivar la planta de coca asegurando así la existencia mínima absoluta.
Banzer, el presidente de Bolivia, no estaba dispuesto a desviar ni siquiera en pequeñeces, del curso del "cultivo cero". Aunque el gobierno trató de salvar las aparencias de soberanía es obvio que la política en el país es dominada por los EE.UU. y es impotente el gobierno de Bolivia. La lealtad a los EE.UU. así como las actividades militares contra el pueblo en huelga eran las únicas medias del gobierno Banzer. La contención de crisis para reducir la pobreza han fallado su meta, la situación se ha agravado todavía. Mientras tanto el pueblo quiere asegurar sólo las necesidades fundamentales más primitivas durante sus protestas. Apenas es posible de exigirle más.
El cultivo de plantaciones alternativo en vez de coca ha fallado. Programas de sustitución de tal caracter no representan alternativas en los ojos de las federaciones de campesinos - tambien sin contestación queda la pregunta qué es lo que se debe cultivar en vez de coca para poder ser competitivo en el mercado mundial. Llamados "expertos" recomiendan un cambio instantáneo a productos de tope tales como plátanos, maracuja, pimienta o piña. Que estas frutas por el momento se tienen que importar y su calidad no puede competir con la de productos de otros países, es sólo un problema. La destrucción especial para grandes áreas y aplicada en las regiones del cultivo de coca, además no para ante regiones de cultivo alternativo.
Las huelgas más de una vez han parado la vida comercial en Bolivia varias semanas. Ya no funcionaba nada, las redes de tráfico quedaron colapsadas completamente, los transportes de alimentos, si es que funcionaban, sólo funcionaban de forma restringida. Alimentos se pudrían y se reducían a disponibilidades escaseses en regiones lejanas. Las protestas se llevaron a cabo en todas partes del país pero se ajustaban a necesidades sectorales. Los movimientos sociales decentralizados mientras tanto se han fusionado. Profesores, campesinos y cocaleros se han solidarizado y sólo están dispuestos a diálogos con el gobierno en caso de que se traten todos requerimientos en un bloque.
El 8 de agosto del año 2001 Hugo Banzer se retiró de la presidencia según medios oficiales él se retiró por motivos de cancer de pulmones y de hígado anticipadamente. Banzer había reinado el país ya entre 1971 y 1978 cuando llegó al poder por medio de un golpe militar.
El anticomunista convencido mandó a perseguir sobre todo al principio de su presidencia, enemigos desagradables. En estos casos le reprochaban los enemigos del regimen asesinatos, torturas y el "Hacer desaparecer", mucho de moda en América Latina.
Después de una huelga de hambre de mujeres de mineros detenidos, muy observada en todo el mundo en el año 1978 Banzer convocó elecciones nuevas. El partido del govierno Acción Democrática Nacionalista (ADN) fué nuevamente fundada por Banzer inmediatamente después del fin de su dictatura. Su sueño era llegar al poder democraticamente seleccionado. Esta meta sí la consiguió, el resultado del tiempo de su poder sólo se puede llamar desastroso.
El sucesor de Banzer hasta las selecciones nuevas en agosto del año 2002 es Jorge Quiroga. Este hombre de 41 años de edad pertenece a la fracción más joven dentro del partido que lucha con lös señores más establecidos de la generación de Banzer, por el poder. Ni siquiera él tendrá mucha influencia y no mejorará la situación en el país.
El presidente venidero del país andino no tendrá juego liviano. Los cocaleros han anunciado nuevas insurrecciones, el descontento de la población crece continuamente y los hombres esperan instantáneos y radicales cambios para mejorar la situación de la vida. Pero mientras que los EE.UU. siguen su política de drogas completamente inadecuada y obligan a los otros países a la cooperación, esto se queda un deseo irrealizable.
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