[art_4] Ecuador: Concierto de Daddy Jankee

Después de su nominación para el MTV-Music-Award en Miami, Daddy Jankee, quien ya tiene cinco álbums de platino, visitó Ecuador. Dos conciertos, uno en Quito y otro en la ciudad portuaria de Guayaquil, estaban en su agenda. El comienzo de su tour ecuatoriano 2005 fue en la capital el viernes, 2 de septiembre.

A las 20 horas debe comenzar el concierto en el coliseo Rumiñahui, cerca de la Embajada estadounidense. Son recién las 17 horas, pero ya hace horas están esperando ecuatorianos jóvenes, entre 14 y 20 años de edad, para conseguir los mejores sitios. Las entradas más baratas para el concierto valen 18 dólares. Para muchos ecuatorianos esto es el dinero para gastos personales de varios meses.

Policías están vigilando la cola. Aunque el esperar sigue siendo cada vez más aburrido, los jóvenes se comportan tranquilamente. Sólo unos coches pasando con música reggeaton hacen bailar los que esperan.



Dentro del estadio terminó la tranquilidad y el sosiego. Una hora antes del comienzo, la mayoría del público ya está en su sitio, una muchedumbre empieza a chillar casi al mismo tiempo, cuando apenas escuchan los primeros sonidos de la música de Daddy Jankee.

El artista, que ya a la edad de 13 años grabó las primeras canciones de música rap, apasiona a los dos sexos. El público del puertorriqueño se compone casi exactamente de 50% de chicas y chicos, respectivamente; la edad de los visitantes del concierto está muy limitada. Mientras que en Alemania ese tipo de música también es atractiva para algunas personas que están en los 20, el grupo destinatario general aquí es más joven, al menos en este concierto.


Una hora antes del comienzo, los palcos más altos están totalmente ocupados, mientras que en los mejores palcos todavía hay muchos sitios libres. Lo que pasa ahora, no pueden evitar ni los varios policías uniformados, ni la reja metálica entre los altos y bajos lugares: Un murmullo, después unos gritos, se extienden entre el público, cuando al lado opuesto del estadio primero tres, después más y más jovencitos tratan de llegar por encima de la cerca a los sitios bajos. Los policías no pueden detener las masas; poco a poco saltan los chicos y chicas a los mejores sitios, acuden cada vez más. Unos caen, pero lo principal es estar más cerca del ídolo. En cuanto se han llenado los palcos más bajos, el estadio se tranquiliza. Al menos hasta cuando en otras partes del estadio también empieza una ola similar de masas que elimina el vacío de los palcos bajos.

Los uniformados echan gas, por lo que también los espectadores fieles a sus sitios huyen de repente en pánico a la derecha e izquierda para apretujarse a las salidas. Poco tiempo después se disipa el lagrimigeno. Finalmente empieza el concierto.



Hasta las 22:30 horas el artista, que ha publicado más de 50 producciones de CD en Puerto Rico y en el extranjero, logra encantar a la gente. Como uno de los mejores artistas del reggeaton es apreciado porque él mismo es autor de su música. Mientras que en países no hispanohablantes solamente se conocen unas pocas canciones, como "Machete", "Lo que pasó, pasó“ y "Gasolina", que él toca al final, los jóvenes ecuatorianos conocen cada canción de memoria.

18.000 entradas vendidas para un estadio donde caben como 25.000 personas. La atmósfera es perfecta, los ecuatorianos están apasionados con Daddy Jankee. Como un mar ensortijado parece el movimiento de las masas, que sin terminación se mueve al ritmo.

Después de la muy importante victoria del equipo nacional de fútbol ecuatoriano contra Bolivia, Daddy Yankee encanta también las masas en el estadio Modelo en la ciudad más grande del Ecuador, Guayaquil. El artista, que también sabe como hacer que la gente tenga un oído cuando él canta Merengue y Salsa, obtuvo una camiseta del equipo fútbol con los colores nacionales amarillo, azúl, rojo.

Texto + Fotos: Sarah Lindner