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[art_3] España: Don Juan Tenorio en Sevilla

Llegado el mes de Noviembre, la tradición de la ciudad de Sevilla dice que es el momento de homenajear a uno de sus más conocidos personajes.

En verdad parece que Don Juan no existió realmente, aunque hay quienes aseguran lo contrario. Más bien podría tratarse de un arquetipo de personaje propio de los siglos XVI y XVII, esto es, un caballero hidalgo, de buena familia y posición, que dedica toda su vida a batirse en duelo con los hombres, beber con los amigos y  conquistar a las mujeres.

Monumento en homenaje de Sevilla a D. Juan Tenorio (Pza. Refinadores (Barrio de Sta. Cruz)

Pero parece que sí hubo alguno, o algunos, personajes reales, que dieron gran impulso al mito: entre ellos D. Miguel de Mañara, noble sevillano nacido en 1627, quien, según la tradición (parece que no del todo cierta), dedicó su fortuna a vivir la vida relajadamente y sin preocupaciones, hasta que un día soñó con un entierro que resultó ser el suyo propio. Se cuenta que a partir de ahí su vida cambia radicalmente y vende sus posesiones, fundando el Hospital de la Santa Caridad para dar entierro a los menesterosos. Él mismo ingresa en dicha orden y hasta su muerte dio muestras de gran caridad y fe entre la población sevillana, que lo tenía por santo.

Otros célebres personajes, hijos de familias sevillanas muy ilustres de la época, también influyeron en el mito de Don Juan, así como la obra de Tirso de Molina: "El Burlador de Sevilla" escrita en 1630 y que sirvió de base para el "Don Juan Tenorio" de Zorrilla tres siglos después. La popularidad del mito fue tan grande que incluso Lord Byron o el mismo Mozart se inspiraron para hacer su propia versión del personaje. Más de medio centenar de óperas también se inspiran de alguna forma en esta famosa figura.

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No se sabe de cuando viene la costumbre de representar en los escenarios la famosa obra de teatro de José Zorrilla, escrita en 1844. Antiguamente, hoy en día con menos intensidad, los teatros de España se vestían de sombreros con plumas, espadas, hábitos de novicia (muchacha que se prepara para ser monja), para representar el drama de Don Juan Tenorio. Tampoco exactamente por qué prioritariamente se representa en la víspera del día 1 y 2 de Noviembre (día de Todos los Santos, y de los Difuntos, respectivamente), aunque parece evidente que la trama de algunas de sus escenas (bien la cena a la que acude el fantasma del Comendador, muerto tiempo atrás por Don Juan, bien las dos escenas que transcurren en el cementerio) hacen lógica la representación de esta obra coincidiendo con la festividad de Todos los Santos y los Difuntos.

Es la manera antigua española de celebrar la noche de los muertos antes que llegara la infeliz, siniestra y repugnante moda yankee de Hallowen que tantas tradiciones ha eliminado por el mundo.

Lectura y adornos del D. Juan Tenorio el 31/10/2012 en mi casa:


Pero es en Sevilla, ciudad natal del personaje, donde aún se le recuerda cada año de forma más clara, y renovada últimamente. En esos días el Centro Histórico de la ciudad hispalense se llena de grupos teatrales que representan la obra; también se hace un homenaje popular ante su estatua, colocándole una corona de laurel, previamente a una de las representaciones. Y últimamente también algunos otros colectivos o personas individuales hacen sus pequeñas representaciones domésticas, etc.

En casa, desde hace años, reunimos a l@s amig@s para leer, cada 31 de Octubre por la noche, algunas escenas del Tenorio. Obviamente comenzamos calentando el ambiente con algo de comer y beber (incluidos los postres típicos de la fecha: huesos de santo, dulces de batata, etc). Ya confortado el cuerpo nos disponemos a hacerlo con el alma disfrutando de una de las mejores obras de la literatura española.

A mi entender, además de pasar un buen rato, es una fenomenal ocasión para releer a los clásicos y de reivindicar, frente a extranjerismos hueros y desagradables, el orgullo de los personajes, las leyendas y la Historia de una ciudad milenaria y cautivadora como Sevilla.

Representación del Tenorio en la Pza. de Alianza de Sevilla (04/11/2011):

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Texto: Juan Francisco González Muñoz
Fotos: Emilio Castel y Joaquín Cabezas

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