[art_3] Guatemala: Trabajar a escondidas

Igual que miles de mujeres en todo el continente, María Chipel Tojín, proveniente del altiplano de Guatemala, ha trabajado durante años como Trabajadora de Casa Particular (TCP). Eva-Maria Verfürth habló con María sobre lo que significa para ella "trabajar a escondidas".

Has trabajado mucho tiempo como TCP. Por favor, cuéntame lo que hiciste!
He trabajado durante 8 años: ¿en qué? En cuidar niños y la limpieza de la casa. Yo tenía 11 años cuando empecé a trabajar y a los 19 años dejé este trabajo. Durante este período trabajé con tres familias. Me gustó este trabajo con los niños, son preciosos y les tenía mucho cariño. Yo los cuidaba, los bañaba, les preparaba el alimento, todos estas tareas bonitas. Las familias me tenían mucha confianza y me consideraban como parte de la familia.



Por qué empezaste a trabajar como TCP?
Bueno, primero por la necesidad económica que pasaba mi familia a consecuencia del conflicto armado que hubo. Con esta edad de once años yo tenía muchas inquietudes de ayudar a mi familia, a mi gente que sufrió las consecuencias del conflicto de los años ochenta; nadie se puede imaginar mi preocupación.

¿Cómo di el paso? Una de mis hermanas mayores estaba estudiando en la capital. Cuando fui a visitarla, una maestra me preguntó si quería trabajar con ella. Yo no pensé dos veces de darle la respuesta en decirle que sí. Lo único que tenía en la mente en ese momento era tener mucho dinero y así poder ayudar a mi familia y ante todo a mi gente. Esto fue muy difícil para mis papás, sin embargo me dieron la oportunidad de hacer esta experiencia.

Cuáles son las condiciones de trabajo de una TCP?
TCPs casi no tienen un horario fijo de trabajo. Normalmente se trabaja de 12 a 13 horas al día - y aún más en algunos momentos. Así es de lunes a sábado, domingo es el día de descanso. Por lo regular, las familias tienen dos o tres hijos que estudian mientras los dos papás trabajan todo el día. La empleada se hace a veces de mamá con los hijos. Sus tareas son ver si los niños comen, si hicieron sus tareas, si están enfermos; ella tiene que estar pendiente cuando juegan. En realidad es un trabajo duro y delicado, porque muchas veces los papas sólo cuidan a sus hijos los fines de semana. A los hijos les afecta esta situación en su proceso de crecimiento, ya se pueden imaginar las dificultades que viven los hijos - y por consiguiente también la TCP.

Mi experiencia es ésa: Que con una edad tan pequeña tenía que asumir todas estas responsabilidades de un adulto. Me afectó, pero también me ayudó a caminar con fuerza y convicción en la vida.

Qué posibilidades te ofreció trabajar como TCP?
Trabajando como TCP busqué recursos para seguir con mis estudios hasta lograr terminar una carrera. Esta experiencia me ayudó a tener metas y ver más allá del horizonte. Ya no hacía las cosas por dinero sino por amor a la vida. He sufrido pero también he disfrutado esta experiencia.

Como TCP trabajaste sin contrato formal que te asegure tus derechos. Qué significó eso para ti? Qué riesgos incluye trabajar "negro"?
Como TCP recibí un sueldo bastante bajo. Uno de los riesgos era que ninguna prestación me podía respaldar. En cualquier momento yo podía dejar el trabajo y ellos podían sacarme del trabajo - es decir estaba en las manos de mis jefes. Claro, en otras palabras, podían hacer conmigo lo que ellos querían. Gracias a Dios tuve la oportunidad de encontrarme con familias buenas. Una de las cosas que más me ayudaron fue la confianza y las personas buenas que encontré. Que gané la confianza de las familias e incluso el cariño, gracias a los valores que yo tenía.

Cuál es la situación jurídica de las TCP?
El trabajo en casa es considerado como cualquier otro trabajo. Existen leyes que respaldan a las TCP, que les darían todos los derechos laborales, por ejemplo trabajar no más de ocho horas al día y tener un seguro médico(IGS). Sin embargo, mucha gente que presta su servicio a este trabajo ignora estas leyes. Su única finalidad es sobrevivir. Por ello, las personas empleadoras se aprovechan de estas condiciones.

Últimamente hay instituciones, trabajando para dar cumplimiento a estos derechos, pero tristemente en Guatemala hay mucha corrupción. En todo campo de trabajo casi siempre las personas son explotadas por los más ricos, y peor con las TCPs, que en su mayoría son indígenas analfabetas. Ya se podrán imaginar el trato que se les da.

Además, las leyes sólo existen a nivel constitucional. Lo malo de todo esto es que ni uno se cumple - de todas las leyes establecidas en Guatemala sólo un 15 % está en función. Claro, ésto está a favor de los ricos, da cólera a veces, pero es la realidad. Bueno, en algunos casos sí hay personas concientes de pagar un sueldo justo, que están concientes del derecho de la trabajadora, pero por cierto muy pocos.

Qué les deseas a las TCPs de hoy?
Una de mis metas es que se les valore su trabajo y que tengan el derecho de gozar todas las prestaciones laborales.

Texto + Fotos: Eva-Maria Verfürth

Éste artículo fue publicado en matices, la revista, que coopera con caiman.de
Projektgruppe Matices e.V., Melchiorstraße 3, D-50670 Köln, Tel.: 0221-9727595