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Venezuela: La bajada a Los Nevados
A unos pocos metros de la cuarta estación del teleférico de Mérida, Loma Redonda, se encuentra un tabique de madera sin paredes. Éste aloja a unos burros y unas mulas que se pueden alquilar por 8 a 12 euros, guía incluido.
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La ventaja de ser acompañado por una mula, aunque al final no se use, es el contacto que se establece con doña Cristina, dueña de la taberna más imponente de toda Venezuela. Esta localizada en el camino a “Los Nevados”, aproximadamente, media hora antes de llegar al pueblo.
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Aún si uno encontrase la taberna, tendrías que buscar a la dueña en el campo, tarea que realiza - como en nuestro caso - el guía de la mula.
Al lado del tabique de madera comienza el camino al pueblo andino “Los Nevados”. Desde la estación “Loma Redonda”, ubicada a una altura de 4045 metros, la primera e incluso la más fatigadora etapa llega hasta “el Alto de la Cruz” a los 4200 metros. Esa etapa corta también se debería realizar si se bajara con el teleférico, la misma tarde y no se continuara a Los Nevados. El paisaje con esos árboles bajos y los frailejones grandes que cubren los flancos. Los valles que a uno lo llevan al reino de la fantasía. Caribay legendaria, espíritu de vegetación con aroma fantástico de los andes, hija del sol y de la luna, que todo culminó con su amor.
A llegar al pico Alto de la Cruz el paisaje es mas tentador aún: los árboles más bajos, los frailejones más altos. De allí el camino sigue unas serpentinas y después una cuestilla empinada.
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Por más o menos una hora el camino bordea una cuesta lo que da vista al paisaje escarpado del parque nacional “Sierra Nevada”. Dispersas en los valles y las colinas planas hay unas casas de campo con sus construcciones típicas. El patio se queda reducido a unos pocos metros cuadrados.
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Media hora antes de llegar a “Los Nevados” al lado derecho se encuentra una insignificante señal “Se vende refresco y chocolate.”
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Tarda unos diez minutos hasta que Cristina la tabernera es traída del campo y abre la minúscula tienda. Cacao y café caliente igual, cerveza fría se sirve en el corral. Cristina actúa detrás de una ventana abierta que funciona como barra. Encuentra su espacio, Un afiche de Hugo Chávez, una nevera, un estante lleno de chucherías, cigarrillos y chimón, el tabaco para mascar de rigor, en estas faenas.
Poco después de dejar la taberna, el aire libre se llena de nubes jugueteando con la gravedad, damos con el destino de la excursión, “Los Nevados” el pueblo andino que está situado en una coreografía natural soñada.
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El pueblito que cuenta con alrededor de 60 casas se encuentra en una cuesta de donde el centro de la Plaza Bolívar está a unos 40 metros más bajo que las casas de la entrada que llega del teleférico. A lado de la iglesia está la Posada “Bella Vista” la cual le rinde justicia a su nombre.
A 2900 metros de altura hace mucho frío, especialmente en las últimas horas de la noche. Pero a las seis de la mañana el sol aparece con todo su esplendor, permitiéndonos acariciar el reconfortante calorcito. A esa hora ni nube ni neblina turban la cristalina vista, observamos esa paleta de colores verde - madera dibujando un maravilloso paisaje de pueblo “Los Nevados”.
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Después del desayuno para regresar a Mérida hay dos opciones: Se puede tomar el mismo camino que el día anterior, montando mula hacia el “Alto de la Cruz” y bajando después en el teleférico o subir a un jeep que le lo lleva de cuatro o cinco horas a través de un camino de tierra muy aventurero.
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Información:
Posada Casa Vieja, Tabay / Mérida
Galería de fotos:
Texto + Fotos: Dirk Klaiber