ed 10/2016 : caiman.de

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[art_1] España: La Sacra Capilla del Salvador del Mundo en Úbeda
De Panteón privado a Patrimonio Universal
 
Cuando mi amiga Angélica de Sevilla me propuso a finales de Marzo hacer una excursión al Renacimiento, visitando la pequeña ciudad de Baeza en el extremo noreste de Andalucía, estaba claro para los dos que también sería una ocasión para visitar Úbeda. Como en Baeza, también en Úbeda predominan edificios renacentistas de la primera mitad del Siglo XVI y ambas ciudades se encuentran en una región que vive del cultivo de los olivos. Con unos 40.000 habitantes Úbeda es un poquito más grande que Baeza. Sólo 7 kilómetros separan ambas ciudades monumentales y por ello casi siempre se mencionan juntas y los turistas en busca de cultura renacentista que visitan Baeza, también vienen a visitar Úbeda y viceversa.

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Nosotros llegamos a Úbeda durante la hora del almerzo, así que empezamos nuestra visita con la comida, también para calentarnos, ya que el viento a finales de marzo estaba muy frío y las miradas a la montaña nevada en el horizonte causaban escalofríos. Entramos en la "Cantina La Estación", un descubrimiento muy recomendable de Angélica. Hay aquí, en el ambiente de una diminuta sala de una antigua estación, unas Tapas innovadoras y deliciosas, casi todas con el buen aceite de oliva de la región y acompañadas por algún y otro tinto, así nos entró calorcito rápidamente. Después de satisfacer las necesidades del cuerpo, podíamos dedicarnos a las cosas espirituales y buscar el destino verdadero de nuestra visita a Úbeda. Es que entre los numerosos monumentos del lugar destaca uno que con toda la razón alcanzó fama internacional y desde 2003 ha conquistado su sitio en la lista del Patrimonio Universal de la Humanidad de la UNESCO.

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Nuestro camino nos guía por callejas estrechas y después de cruzar la Plaza del Ayuntamiento llegamos al palacio de Francisco de los Cobos. Aquel ilustre Señor fue el secretario del Emperador Carlos V. y por lo visto logró una gran fortuna. Al llegar al final de su vida, utilizó la mayor parte de su riqueza para hacer construir un panteón imponente y singular para su familia al lado de su palacio: la Sacra Capilla del Salvador del Mundo. Nos encontramos ante una capilla funeraria privada, la que hoy día se ha convertido en el monumento más importante de Úbeda y en uno de los grandes tesoros de arte del mundo.

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Este templo construido entre el palacio y la Plaza Vázquez de Molina se llama "capilla". Pero en realidad se trata de uno de los templos más monumentales y magníficos del Renacimiento en España - junto a la Colegiata de Osuna, la Iglesia de la Anunciación en Sevilla y el Monasterio de San Jerónimo en Granada. La "Capilla" del Salvador en Úbeda la terminaron en poco más de dos décadas (1536 - 1559) y la diseñaron los arquitectos más geniales del Renacimiento español: Diego de Siloe (Granada) y Andrés de Vandelvira (Jaén). El último planificó casi todos los edificios de estilo renacentista en la Provincia de Jaén. Mientras que Diego de Siloe diseñó la perfecta rotonda con su cúpula de 30 metros de altura, el panteón de los Cobos, reservado en aquel entonces para esa familia (el pueblo sólo podía entrar en la nave del templo y lanzar miradas por la reja de Villalpando), Vandelvira fue el arquitecto responsable para crear la Sacristía y las fachadas.

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Sorprenden los relieves de la fachada principal de ese templo cristiano, consagrado bajo el nombre del Salvador Jesucristo. Parece que aquí no sea Cristo, sino otro héroe el protagonista de la fachada: Hércules, el Superman de la Antigüedad grecorromana, se presenta completamente desnudo y luchando con toros salvajes. Se trata de escenas bastante atrevidas para el portal de una iglesia. Y Hércules está acompañado por bustos de dioses paganos como Jupiter y Venus, como si se tratara de un templo romano.

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Esculturas que parecen amazonas y nada sacras presentan el escudo de armas de los Cobos. En el centro de la portada plateresca si aparece finalmente Jesús en el momento de su transfiguración en el Monte Tabor, subiendo al Cielo y rodeado por los rayos del Sol - como si fuera el Dios grecorromano Febo Apolon. Tales analogías entre la religión cristiana y el mundo de los dioses grecorromanos casi sólo podemos encontrar en iglesias renacentistas, pero pocas veces de una manera tan atrevida como aquí en Úbeda. Los relieves platerescos espectaculares son obras del escultor Esteban Jamete y muestran todo su esplendor al ser iluminados por el sol poniente con su luz dorada.

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No sólo para la arquitectura, también para el diseño interior se contrataron obras de los mejores artistas de España e Italia. Debajo de un baldaquino barroco añadido más tarde, se eleva el grandioso Retablo mayor, creado por el genio de Alonso Berruguete de Toledo, el mayor escultor renacentista de España, a la izquierda hay una Piedad pintada por el famoso italiano Sebastiano del Piombo (hoy sólo una buena copia, el original se encuentra actualmente en el Museo del Prado). Una pequeña escultura de San Juanito que se le atribuye al gran Miguel Ángel y un cáliz de oro que los Cobos recibieron como regalo del Emperador Carlos V. también forman parte de los tesoros de este templo. Sin embargo, en el desgraciado año 1936, a principios de la Guerra Civil Española, todas esas maravillas casi habrían desaparecido para siempre, porque unos milicianos anarquistas prendieron fuego al magnífico Retablo mayor de Berruguete. Gracias a Dios las llamas fueron apagadas a tiempo, antes de que el incendio se extendiera por todo el templo. Pero la gran obra de Alonso Berruguete fue dañada gravemente y había que restaurarla, incluso reconstruirla en la parte inferior. Muchos lo tomaron por milagro que la escultura del Cristo de Berruguete en el centro el altar quedó intacto, sin daños causados por el fuego.

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En el Retablo mayor se repite la misma escena de la portada principal: la transfiguración de Cristo. No sólo el retablo salvado atrae la atención de los visitantes. Los efectos visuales de la genial Rotonda de Siloe con su suelo que parece un tablero de ajedrez "revuelto" e hypnotizante y su alta cúpula decorada con guirnaldas doradas e inundada de luz resultan fascinantes. Angélica al contemplar la cúpula murmura "es como una catedral de San Pedro en miniatura" y esa impresión me parece bastante acertada.

Hay otra creación de rasgo de ingenio en el conjunto, la que casi supera a la rotonda. Es la Sacristía de Andrés de Vandelvira y su portada única, maravillosa. Esa portada se encuentra metida en un rincón de la rotonda (la Sacristía sólo se podía edificar en un rectángulo estrecho entre palacio e iglesia), y a pesar de su sitio semiescondido parece monumental. En vez de columnas dos grandes figuras de mujeres mitológicas, llamadas Cariátides, enmarcan el portal y saludan a cualquier que entra por aquí. El pueblo llama ese portal la "Puerta del Edén" o "Puerta del Paraíso": las esculturas semidesnudas de las Cariátides, las que presentan voluptuosamente sus pechos y llevan cestas de frutas y flores en sus cabezas, obviamente prometen placeres paradisíacos.

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Pero una vez entrando en la sacristía, nos rodea de nuevo una seria austeridad en vez del paraíso prometido. La Sacristía es una sala renacentista solemne pero austera, con bóvedas en cañón y en las pilastras ya no aparecen figuras desnudas, sino aquí dominan estatuas vestidas como sacerdotistas de la Antigüedad, Sibilas con rostros serios y trágicos, obras maestras del escultor Esteban Jamete. La más expresiva de esas Sibilas se tapa el rostro con la mano izquierda en un gesto elegante de dolor y luto. Es un placer (aunque espiritual y no paradisíaco) que esta sala llena de arte que durante siglos estaba reservado para sacerdotes y monaguillos, finalmente pueda ser contemplada por el pueblo de Dios, creyentes y no creyentes. Cuando salimos de la Sacra Capilla del Salvador, todavía sentimos vértigo por todas las impresiones abundantes, y coincidimos de que sólo la visita de aquella "catedral de San Pedro en miniatura " ya vale un viaje a Úbeda.

Texto + Fotos: Berthold Volberg

Enlaces:
Sacra Capilla del Salvador del Myo
Plaza Vázquez de Molina, 23400 Úbeda
Horario: lunes - sábado de 9:30 - 14 horas y de 16:30 hasta 18:30 horas
Domingo de 11:30 - 15:00 y 16:30 - 19:00 horas
Entrada: 5 €
www.fundacionmedinaceli.org/monumentos/capilla

Restaurante "Cantina La Estación", Bar de Tapas muy popular en una antigua estación, Tapas originales y deliciosas y buen selección de vinos
Cuesta Rodadera, 1, 23400 Úbeda
www.cantinalaestacion.com/

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