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España: La Mafia negra conquista la Iglesia Católica
El "Opus Dei", los "Legionarios de Cristo" & Co.
Érase una vez un hombre quien vivió en profunda humildad, se encontró preferentemente con los pobres y olvidados de la sociedad y anunció el Evangelio a todo el mundo. Su nombre era Jesús el Nazareno, su mensaje era el Amor. Según las palabras de la Biblia, solía llevar una túnica muy simple y entró en Jerusalén sentado en un pollino, pero normalmente se movió a pie de un lugar a otro.
Los que hoy día se atreven a hablar y pronunciar mandamientos en su nombre suelen llevar vestiduras de color púrpura, se dejan transportar por chóferes en limusinas negras y no destacan exactamente por humildad. Se encuentran en la cumbre de una pirámide de burocracia tan alta que da un vahído, se llaman "Príncipes de la Iglesia" (con insistencia en príncipes, no en iglesia) y están orgullosos de representar la comunidad de creyentes (todavía) más grande del mundo. ¿Pero de verdad la representan? Es que demasiadas veces parece que su reino sí es de este mundo, porque su ambición es ejercer poder político y económico - para luego utilizarlo, consiguiendo (¿o comprando?) aún más influencia al conquistar posiciones claves en la Iglesia mundial y dirigir el Vaticano cada vez más hacia la derecha (políticamente hablando).
Cada vez más va creciendo la sombra que oscurece la luz de la Iglesia, debido sobre todo a dos organizaciones muy poderosas, cuya concentración de poderes dentro del Vaticano ha crecido como un carcinoma durante las tres últimas décadas: el "Opus Dei" y los "Legionarios de Cristo". Los "Legionarios De Cristo" forman un ejército de unos 3.000 sacerdotes y alrededor de 75.000 laicos, organizados en el llamado "Regnum Christi". Están muy activos en el sector de educación y eseñanza y mantienen colegios e institutos en México y Roma, en Salamanca, en Bad Munstereifel y muchos otros lugares. Esa agrupación con el nombre tan raro fue fundada en el año 1951 por Marcial Maciel (1920-2008), un mexicano, al que casi habrían llevado a la gloria de los altares. El Papa Wojtyla lo alabó como "querido padre Maciel (quien ejerce) un ministerio sacerdotal colmado de los dones del Espíritu Santo". Errar es papal. El padre Maciel fue un criminal, un pederasta drogadicto e impostor, tuvo media docena de pasaportes falsos y publicó un libro que no era suyo, defraudó grandes cantidades de dinero y lo distribuyó al estilo de la mafia para comprar privilegios, tuvo (al menos) tres hijos con dos mujeres, y abusó sexualmente de muchos niños y adolescentes, incluso de dos de los suyos. Maciel el monstruo. Gracias a Dios los crímenes de Maciel fueron admitidos públicamente en febrero de 2010 por los portavoces de los "Legionarios de Cristo" y del Vaticano - aunque con el retraso habitual, ya que los primeros casos de abuso sexual de niños por Maciel se descubrieron ya en el año 1997.
Nunca tuvo que aparecer ante ningún tribunal por sus crímenes. Lamentablemente, no fue un caso singular, durante los últimos años se descubrieron cientos de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes pederastas en Europa, América Latina y en los EE UU. Y casi siempre esos pederastas clericales fueron amparados por las autoridades eclesiásticas y no fueron juzgados, sino mandados a otros lugares, preferentemente a remotas residencias de sacerdotes, a veces lujosas y de todas maneras muy lejos de ser cárceles. Se les recomendó quizás algo de penitencia. Pero no se trató nunca de una reacción adecuada, porque lo que han cometido los Monseñores pederastas, no sólo es pecado, ¡es un crimen! Y el ya difunto Arzobispo de Viena, Cardenal Groer, es uno de muchos ejemplos que demuestran que los que con más alta voz condenan la homosexualidad, secretamente la practican con entusiasmo. Y lo que habrán visto las puertas calladas del Vaticano a lo largo de los siglos...
Pero los titulares de los periódicos y de las emisoras de televisión que tematizaron un escándalo de abuso sexual cometido por clérigos después del otro y criticaron la ética sexual y la doble moralidad de la Iglesia Católica, casi siempre olvidaron una temática de gravedad más global con respecto a la misma institución: la conquista silenciosa del gobierno de la Iglesia por las sectas de los Legionarios de Cristo y por el aún más peligroso "Opus Dei". Mientras que la expansión de los "Legionarios" ahora mismo está frenado bastante gracias al inmenso escándalo causado por su fundador demoníaco, el movimiento iniciado en 1928 por Josemaria Escrivá de Balaguer (1902- 1975) se presenta más poderosa, ejerciendo más presión que nunca. Esa organización de laicos "católicos" tiene más de 90.000 miembros (el número de sus simpatizantes será al menos diez veces más alto), puede disponer de unos 2.000 sacerdotes, entre ellos también obispos poderosos. Especialmente en España y América Latina, el "Opus" supo conquistar durante los últimos 30 años tronos importantes de la Iglesia para sus miembros y simpatizantes (es muy difícil distinguir entre miembros y simpatizantes, ya que pocos se declaran públicamente miembros): Lima, Bogotá, Burgos, Madrid, Quito, Santo Domingo.
El fundador Balaguer logró póstumamente un triunfo tan inesperado como inmerecido al ser canonizado en el año 2002. No hubo razón ninguna para tanta gloria eterna, porque Balaguer no fue ningún santo, sino sumamente raro. El predicó y practicó una penitencia morbosa, como la "mortificación del cuerpo" mediante el uso abundante de cilicios y látigos pequeños. El llamado "Opus Dei" es la obra de un sadomasoquista megalómano el que creía tener en sus manos las llaves del Cielo. Cabe preguntar si no es un escándalo su canonización relámpago, al considerar que santos de verdad como Miguel de Mañara o Madre Teresa de Calcuta lo habrían merecido mucho más. Cabe preguntar sobre todo por qué Balaguer llegó a ser tan exitoso. Durante la dictadura del Franquismo, a partir de los años 50, colocó de manera muy hábil varios miembros del Opus Dei como ministros en el gobierno, así que pronto obtuvieron apoyo y privilegios, lo que siempre es más fácil en una dictadura que en la democracia. Los fondos financieros para la expansión y la fundación de institutos como la Universidad de Pamplona se coleccionaron pronto, es que los miembros deben entregar sus sueldos y hacer sus testamentos a favor del Opus (¡y luego dicen que no se trata de una secta!). Y como el Opus Dei concentra sus actividades de proselitismo en barrios burgueses y no exactamente en favelas, se acumuló rápidamente un patrimonio considerable, también en América Latina donde buscaron el apoyo de empresarios y latifundistas. Aún más que los "Legionarios" ,el Opus Dei está interesado de conservar el orden social y de defender la propiedad de la flor de la sociedad, por eso muchos de sus seguidores muestran actitudes neoliberales incompatibles con la doctrina social católica y muy cerca de la ética protestante del capitalismo desenfrenado que reina en los EE UU.
En general, los portavoces del Opus Dei y sus obispos (y los simpatizantes), parecen más políticos que sacerdotes, sus sermones parecen arengas integradas en la lucha electoral del PP, al menos en España, donde la Iglesia Católica ya fue uno de los puntales de la dictadura de Franco y durante el gobierno de Aznar hubo cardenales que se comportaron como si hubieran sido portavoces del presidente. Sin vergüenza, en España, muchos purpurados pactaron con el poder. No sólo durante el régimen franquista, algunos conservan el lenguaje fanático evocando las frentes de la guerra civil en vez de predicar reconciliación. El actual pastor de Madrid, Rouco Varela, dijo en una entrevista con el diario ABC:"En España sigue habiendo una semilla de guerra y un resto dramático y trágico...". A menudo emplea una retórica que tanto recuerda al vocabulario franquista y al blanco y negro de la Guerra Civil que nadie se asombraría si de repente ese Cardenal que no es sacerdote sino político y desde luego cristiano no merece ser llamado, empezara a gritar ¡Viva la Muerte!
En el año 2008 hubo una exposición en la bellísima ciudad de Toledo, anunciada por pancartas colgadas por toda la ciudad que mostraron una escultura de Cristo mutilada, memorando el saqueo de conventos durante la guerra civil con el lema "Toledo - ciudad mártir" - ¿y qué era Guernica entonces? ¿Cuál sería el superlativo de mártir para una ciudad completamente aplastada?
La mayoría de los ministros en el gabinete del gobierno guerrero de Aznar formaron miembros y simpatizantes del Opus Dei. Parece que sólo se preocupen de la vida de los no nacidos, pero ¿dónde estaban sus voces para defender las vidas de los ya nacidos? Cuando por ejemplo el Señor Aznar decidió entrar en la Guerra del Irak para gustarle al Presidente Bush, (baluarte del protestantismo anti-católico). ¿Dónde estaban las voces de los cardenales españoles cuando se declaró esa guerra (la que incluso el Papa condenó con toda vehemencia)? Los ministros del Opus en el gabinete de Aznar guardaban un silencio elocuente. Con cierta nostalgia, el "Opus" está mirando atrás a los tiempos antes del Segundo Concilio Vaticano cuando las misas se leyeron en latín y el pueblo no entendía nada.
Las dos puntas de lanza de la Mafia negra tienen mucho en común. Primero el nombre arrogante y un fundador de personalidad dudosa: los seguidores de Balaguer llegan a atreverse, llamar "Opus Dei" lo que en verdad es una obra totalmente humana con todas sus deficiencias e imperfecciones. Los legionarios del criminal Maciel ligan el nombre de Cristo con sus más ávidos perseguidores, ya que fueron los legionarios romanos quienes persiguieron por encargo de emperadores paganos a los primeros cristianos. Y sobre todo tienen en común el carácter de sectas y estructuras que recuerdan a un partido político de cuadros. Hábilmente captan niños y adolescentes, preferentemente de familias ricas, para crear "cuadros selectos" (en este punto recuerdan bastante a "Scientology"), a los que luego van enajenando poco a poco de sus familias y amigos, controlando los contactos que tienen. Se aseguran el control de sueldos y patrimonios de sus miembros y a veces suelen tomar muchos cafés con herederos y viudas ricas, hasta que los testamentos estén redactados a su favor...Se estima que los fondos del "Opus Dei" suman unos 2.800 millones de dólares. Con tanto dinero Geld pueden conseguir mucho...
Con el plácet de arriba (Wojtyla, Ratzinger, y no hay que olvidar al Papa secreto Angelo Sodano), pero seguramente sin el plácet del Cielo (Dios), el Opus y los Legionarios lograron conquistar cada vez más posiciones claves en la jeraquía de la Iglesia durante las últimas tres décadas. También mediante regalos generosos (triste fama tenían los sobres repartidos por Maciel). También supieron y saben organizar cazas de brujas contra sacerdotes y obispos que les parecen inoportunos, porque han levantado su voz contra el "Opus". Así pasó tanto en Lima (contra el Cardenal opusista José Luis Cipriani), en Colonia (contra el muy amigo del Opus Dei Meisner), en Burgos (contra Gil Hellín) y muy actualmente en San Sebastián en el País Vasco (contra el agresivo obispo José Ignacio Munilla). En todos esos casos sacerdotes que no podían ser "coordinados", fueron espiados de manera extraña, obligados a callar, y en muchos casos incluso exiliados a parroqias remotas e insignificantes. En el ordenador del Obispo opusista Munilla descubrieron una carpeta denominada "Mafia" (!), contenía descripciones y perfiles de los sacerdotes de la diócesis, sobre todo noticias sobre sus actitudes políticas y más detalles, que podrían servir para ejercer presión. ¿Es posible mantener que maniobras tan dudosas como esa pueden ser insirados por un espíritu cristiano? Se trata de métodos de servicios secretos, indignos de la Iglesia de Cristo, y como muy tarde en el Juicio Final el fariseo Munilla tendrá que aparecer ante el Salvador quien anunció el Evangelio, un mensaje muy lejos de la versión pervertida por el "Opus" y muy lejos de una política de coordinación forzada...
La ceguera voluntaria de purpurados en el ojo derecho tuvo consecuencias dramáticas, no sólo en España, sino especialmente durante las dictaduras militares en Argentina y Chile. Cada domingo, los Arzobispos de Santiago de Chile y de Buenos Aires administraron la Sagrada Comunión a los Generales como Pinochet y Videla, los que cada día mandaron torturar y asesinar a miles de enemigos del régimen, muchos de los que desaparecieron sin dejar huella, porque los arrojaron desde aviones al mar. Los Príncipes de la Iglesia en Argentina y en Chile se colocaron en el lado de los culpables, no en el de las víctimas. No levantaron sus voces contra el crimen cometido en contra del propio pueblo, ni siquiera el Papa. Al contrario: Wojtyla hizo honra al régimen de Pinochet con una visita oficial en el año 1988. Y hace un par de semanas, la Iglesia chilena encabezada por el Arzobispo Errázuriz Ossa, levantó su voz - pero no para pedir perdón por su silencio funesto, ¡sino para pedir misericordia e indulto total para los torturadores y asesinos de la dictadura militar! ¿Dónde estuvieron los responsables de la Iglesia chilena, cuando cientos de enemigos del nuevo régimen militar fueron encarcelados en el estadio de Santiago, esperando su muerte o en el mejor de los casos el transporte a las cámaras de tormento? La mayoría de los obispos chilenos se colocó al lado del general desalmado y es cierto que el Opus Dei metió sus manos sucias dentro del marco de la "lucha contra el comunismo" tanto en la preparación del sangriento golpe militar de Pinochet contra el Presidente Allende en Chile en el año 1973 como también en la conspiración contra el Arzobispo Romero, asesinado en el año 1980 en El Salvador (en ambos casos hubo comunicación estrecha con el servicio secreto de los EE UU).
La Iglesia Católica venció - no sólo en Polonia - al comunismo. Pero actualmente en su gobierno en el Vaticano se presenta también como una estructura mafiosa y obsoleta, muy parecida a la del antiguo comité central de Moscú, y necesita muy urgentemente que alguien la alumbre con un poquito de "Glasnost" y "Perestroika" . De otra manera, las maniobras nada santas de las sectas procedentes de la margen ultraderecha de la sociedad pronto arrastrarán la institución más exitosa del mundo consigo a las tinieblas.
Para decirlo con las palabras maravillosas de Santa Teresa de Jesús (ésta sí es una santa de verdad, contrariamente a Balaguer & Co.): "El Señor nos dé luz, para no caer en semejantes tinieblas,...quiere Nuestro Señor que se abra la ventana del entendimiento..." (Moradas IV,4 + VII,1)
Texto + Foto: Juan Carmelo
Recomendaciones y Enlaces:
www.odan.org (Opus Dei Awareness Network)
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Vaticalia/elpepusocdmg/20100627elpdmgrep_1/Tes (Vaticalia)
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/vara/cardenal/elpepusocdmg/20100704elpdmgrep_4/Tes
(Jesús Rodríguez: „Los legionarios se confiesan“, en: EL PAIS Semanal, 11. Juli 2010
Luis Aizpeolea: „Caza de brujas en la iglesia vasca“, en: EL PAIS, 11. Juli 2010)
http://www.spiegel.de/spiegel/print/d-9159313.html
Literaturhinweise:
Peter Hertel:
Ich verspreche euch den Himmel - geistlicher Anspruch, gesellschaftliche Ziele und kirchliche Bedeutung des Opus Dei, Düsseldorf 1991
Javier Ropero:
Im Bann des Opus Dei - Familien in der Zerreißprobe, Düsseldorf 1995
Robert Hutchison,
Their Kingdom Come: Inside the Secret World of Opus Dei, St. Martin’s Press, 1997
Michael Streeter:
Opus Dei: Behind closed doors - the power of secret societies, 2008
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