ed 06/2009 : caiman.de

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[art_1] España: Crónica de una Semana Santa "alternativa"
 
Sábado, 4 de abril de 2009: la víspera
Los Madrileños ya estamos en Atocha con nuestros maletones y cosquillas en el estómago dispuestos a vivir nuestra quinta Semana Santa en Sevilla. La última semana ha sido eterna entre e.mail, consultas a las predicciones metereológicas y recuerdos compartidos con los amigos de Jaén. Sevilla nos recibe espléndida con un sol radiante y la primavera instalada. Los augurios parecen buenos aunque siempre habrá momentos de tensión que se prevén entorno al Viernes Santo (¿saldrá el Cachorro?).

Al grupo habitual de "semanasanteros" que nos reunimos (Amparo, Teresa y Regina, las amigas sevillanas, la familia del Pumarejo y los Otros Madrileños), le falta nuestro Maestro-Jefe y su amiga Cayetana (los nombres, como es habitual, están cambiados por la redacción) que este año no han podido venir aunque todos sentimos que van a estar con nosotros todo el tiempo: para vosotros está crónica no tan seria de la Semana Santa sevillana.

Para ir entrando en ambiente y que se desperecen los sentidos dormidos durante el invierno, quedamos con Amparo y una amiga suya, a tomar unas tapitas en "ambiente cofrade":

Los vídeos de años anteriores en el televisor, las marchas que suenan de fondo y el olor de incienso que flota sobre las croquetas te dicen que ya estamos aquí, que mañana es Domingo de Ramos.

Después hay que hacer la primera visita obligada a la Capilla de los Marineros y a ELLA (lo siento pero como escribo yo este año ELLA será la Trianera y la OTRA la Macarena). Tras una expectante espera, como nos tiene acostumbrados, se abren las puertas de la capilla y allí está deslumbrante con su mirada triste y su media sonrisa... De repente, una niña de unos siete años comienza a cantar una saeta que se quiebra por la emoción y las lágrimas y que arranca una cerrada ovación de todos los que estábamos allí.

Domingo, 5 de abril de 2009
El Domingo de Ramos amanece con el tañer de las campañas y el canto de los pajaritos que nos han puesto en la ventana del hotel (todo un detalle) y mimetizados con el ambiente, es decir, vestidos de Domingo de Ramos, nos damos el habitual paseo recorriendo algunas iglesias de camino a casa de la familia del Pumarejo que nos ha invitado al tradicional potaje con la ya tradicional "excusa" de ver la cofradía de la Hiniesta.

El potaje se convierte en la degustación de delicias culinarias típicas de estas fechas: potaje, bacalao con tomate, garbanzos con espinacas, torrijas, pestiños y... en fin que empezamos a comer a eso de las tres y eran las siete cuando dábamos por finalizada la comida.

Aunque entre plato y plato y tras un brindis por el Jefe, al que añoramos, vemos la primera cofradía y la primera imagen que yo tengo asociada a la Semana Santa: el sol haciendo relumbrar el palio de un azul intenso y plata de la Virgen de la Hiniesta, mientras las nubes de incienso se elevan por delante creando ese ambiente que hace que, de repente, no sepas si lo que estas viendo y sintiendo es ¿real? ¿Mágico?

En fin! Hay que seguir que esto no ha hecho más que empezar. Acompañados por parte de la familia del Pumarejo y el amigo Fernando, nos disponemos a demostrar científicamente que "aunque el Amor y la Amargura vayan siempre juntos" se puede ver el Amor sin tener que ver dos veces Amargura.

La demostración se hizo: vimos salir de la iglesia del Salvador al Amor y después vimos Amargura cuando salía de la Catedral: ¡Lo conseguimos! Es posible.

Por cierto, la salida de la cofradía del Amor puede ser la foto del día. Estábamos colocados enfrente de la puerta. El silencio se hace en la plaza cuando se oye correr los cerrojos y abrirse las imponentes puertas.

Al fondo de la iglesia se entreve el paso del crucificado de Juan de Mesa que avanza lentamente hasta la puerta: ya asoma, ya sale; el silencio emocionado cada vez es más intenso y la emoción contenida acompaña todo su recorrido por la plaza hasta que se pierde por la esquina y podemos respirar con un hondo suspiro. ¡Magnifico!

Bueno, hay necesidades humanas que satisfacer antes de ver la última del día: la Virgen de la Estrella regresando a Triana por el puente. Este año, además no hace frío y la espera es muy agradable contemplando la luna y calculando cuando va a ser exactamente llena.

Lunes, 6 de abril de 2009
El día empieza con una cita también ineludible: el besamanos del Gran Poder. Es una oportunidad única de contemplar la talla a tu altura y dejarte sobrecoger por su fuerza, misterio y poder.

LaMientras esperamos en la fila, nos encontramos con un nuevo amigo sevillano que se incorpora al grupo y al que llamaremos El Marroquí por la única y exclusiva razón de que nos conocimos en Marrakech y nos pasamos la Noche Vieja más lluviosa que jamás han conocido en el desierto hablando de la Semana Santa sevillana: intentaremos ver juntos "las Penas".

La tarde se presenta intensa ya que hoy hay muchas de nuestras preferidas. Empezamos en Triana con San Gonzalo y esos "bravos costaleros" que diría Cayetana, que son capaces de mecer el inmenso paso como si fuera una pluma. Le buscamos casi a la salida y le seguimos hasta la capilla de la Estrella donde "le hacen de tó".

El Jefe nos hubiera regañado (¿empieza a ser una Semana Santa alternativa?) porque estamos metidos en una gran bulla ya que este año parece que hay mucha más gente en todas partes (comentario de todos que se irá repitiendo sin parar acompañado del ¿será la crisis? ¿Será el buen tiempo? ¿Será el metro?).

La siguiente parada es ver salir la cofradía de las Aguas: difícil salida del Crucificado de las Aguas por una pequeña puerta que obliga a bajar la Cruz y a que los costaleros avancen de rodillas. Sin duda, la foto del día.

Quedamos con Teresa y Regina para el cafelito y la torrija y seguir viendo procesiones que ya se sabe que hoy es un día duro y nos queda la Vera Cruz, Santa Marta, las Penas y el Museo. (

Qué desilusión con esta última: es una de mis favoritas y cuando veo como llevan a esa preciosidad de Virgen no puedo más que exclamar como diría el Maestro ¡parece que va borracha! Por favor, volver a llevarla como antes: suavecita, suavecita.

Martes, 7 de abril de 2009
Hoy ha habido ¡siesta! Pero hay que ponerse en marcha. Hemos quedado con Teresa y Regina para ver los Estudiantes. Algunas veces se olvidan de que somos de Madrid (lo cual constituye todo un piropo) y nos ponen difícil la quedada. Para llegar al punto de encuentro tenemos que atravesar toda Sevilla con cuatro cofradías en la calle. ¿Tú crees que vamos bien?, pregunta Vicente. Yo creo que sí –respondo con toda calma- porque toda la gente va para allá. (no comento la mirada que me echó); Diez minutos después y tras varios giros que hacen que no tenga ni remota idea de donde estamos, le informó: Ahora, puede que vayamos mal porque todo el mundo va al revés. Tras hora y media, conseguimos llegar y a tiempo para ver los Estudiantes en la Plaza de la Contratación. ¡Bravo! (el Maestro estaría orgulloso de nosotros)

Conversación escuchada en la espera: "¿Dónde estas?... Yo, en el naranjo segundo... Sí, mejor vente pá cá que ahí sólo le ves el culo". Teresa, Vicente y yo nos miramos y no podemos reprimir la carcajada. A partir de ahora, quedaremos siempre en el naranjo segundo.

Seguimos al impresionante Crucificado de Juan de Mesa (para mí el mejor) hasta la capilla de la Universidad donde nos espera nuestro amigo el Marroquí y aquí se produce la imagen del día.

Sólo la luz de las velas de los nazarenos iluminan el recorrido hasta la capilla, olores del jardín, el incienso y el silencio respetuoso hacen que el momento sea único. Después llega el palio y me deja impresionada: no recordaba que fuera tan espectacular y el manto de la Virgen ¡increíble!

Tras respirar hondo y satisfacer las necesidades humanas, buscamos la Candelaria (otra "alternativa") y finalmente cerramos el día siguiendo al Dulce Nombre hasta la Campana donde la gente ha tomado posesión de las sillas en una revuelta popular y la basura de la carrera oficial sigue llamándonos la atención. ¡Demasiada gente! Otros años estábamos solos.

Miércoles, 7 de abril de 2009
Hoy se incorporan los Otros Madrileños y vestidos para la ocasión, recibimos las bendiciones del Arzobispo. ¡Si nos viera la tía monja!

Para no romper todas las tradiciones quedamos con Teresa y Regina, donde el Maestro nos presentó: en Rioja con Velázquez para ver el Baratillo, la primera cofradía que me emocionó hasta hacerme saltar las lágrimas. (Cayetana preguntaría: ¿esto es cursi o excelso?)

Ya se sabe que las esperas son largas y que dá para charlar de muchas cosas pero nunca pensé que en una de estas esperas un niño de once años me preguntaría: "¿Tú eres atea, agnóstica o cristiana? Es que yo estoy dudando entre ateo y agnóstico, ¿sabes?" Sin palabras. Decido pedir estampitas para los amigos de Jaén y así cambiar de tercio toreramente. Aprovecho que pasa un nazarenito y le pido una. Compungido me responde que no tiene pero que me puede dar una medallita sino me importa ¡Cómo me va a importar! ¡Eso es un tesoro mayor!

Teresa nos propone ver el Carmen Doloroso y nosotros decimos que nos parece bien porque el Jefe no nos dejaba verla. (Parece que ésta, definitivamente, va a ser una Semana Santa alternativa).

Me gustó mucho, especialmente como la llevaban (los costaleros son de la OTRA) y como es una cofradía muy humilde todavía llevan gran parte del paso de Cristo sin dorar (la mentira barroca al descubierto) y el palio y el manto de la Virgen sin bordar lo que a mí me gusta mucho.

Seguimos con la Lanzada y quizás la anécdota del día: los varales del palio no iban bien sujetos y a cada paso de los costaleros, el palio se inclinaba hacia la derecha rozando todas las flores de los balcones y algún que otro esquinazo a pesar de los esfuerzos de costaleros y capataz con su constante y un punto nervioso "izquierda atrás, izquierda atrás", consiguió llegar al final de la calle.

Cuando se paró a estudiar como iba a sortear las dificultades de la esquina, farol, balcón... decidimos marcharnos porque no llegábamos a la siguiente. Nos ponemos en marcha, cuando oímos a nuestras espaldas el abucheo de la multitud. Teresa, con ese puntito de maldad, quiere volverse para ver que sucede y si hay o no anécdota que recordar durante años. Regina la recrimina ¡no seas mala!

La noche se cierra viendo recogerse al Cristo de Burgos entre saetas y oscuridad.

Jueves, 9 de abril de 2009
¡Este año no llueve! Hace un sol espléndido y con los Otros Madrileños intentamos planificar el día porque todas las cofradías están en la calle y la noche será larga: Hay que hacer paradas para aguantar e ir cambiando el vestuario para los distintos momentos del día. Pregunto, inocente, ¿realmente creéis que podremos volver a pasar por el hotel? SIIIIII me responden todos al unísono. Yo no me quedo muy convencida y me cojo una "rebequita" por si acaso.

Bueno, decidimos empezar visitando la Capilla de los Marineros con la débil esperanza de que este año los exornos florales de ELLA nos permitan ponernos "chulos": no es posible, tendremos que seguir dando la razón a quién lo crítica.

Seguimos paseando disfrutando de ese ambiente único que hay en Sevilla un jueves santo: la gente en la calle, paseando, las mantillas, las peinetas, la cervecita... en fin: hay que comer que no llegamos.

Nos reunimos con Teresa y Regina que nos van a llevar a ver los Negritos que los pobres llevaban dos años sin salir y claro, no la habíamos visto nunca. Tampoco habíamos visto la Exaltación o Los Caballos como la llama la gente y francamente me gusto mucho.

Uno de los momentos más esperados por mí es la cofradía de Pasión: este año decidimos verla salir del Salvador y realmente fue un momento especialísimo: mi foto del día. Habría una segunda foto: la entrada de la Quinta Angustia en la Magdalena.

Bueno, hay que prepararse para la noche más intensa del año: abrigarse, cenar... ¡Parece que pasamos por el hotel!

Madrugá
No sé muy bien que se puede contar de una Madrugá. Sólo que son las horas más emocionantes qué se pueden vivir aunque en realidad son la suma de unos pocos minutos: la dulce expresión del Silencio, la parada increíble del Señor de Sevilla delante nuestro, el paso de la Sentencia, LA OTRA (tocamos el palio en nombre del Maestro), ese arranque de las Tres Caídas, y por último ELLA entrando en la calle Adriano con los primeros rayos de sol... ¡en fin! ¡Qué contaros! El grupo de semanasanteros que hemos aguantado nos miramos y nos abrazamos sabiendo que hemos compartido algo único e irrepetible por muchas veces que lo veas.

Viernes 10 de abril de 2009
No nos resistimos a acompañar a la Trianera hasta el puente y allí la dejamos volviendo a su barrio con su carita cansada entre la alegría de las campanas de la Capilla del Carmen que la recibe. Mientras suspiramos nos planteamos que ¿qué tal unos churritos y retirarnos a dormir un ratillo?

Amanecemos a eso de las cinco de la tarde y claro ¡El Cachorro ha salido! Tenemos que ponernos en marcha. El móvil tiene algunos mensajes y nos esperan en algunos sitios a la vez: ¡organización!

¡Venga! ¡Vamos! Nos espera: La O, la Carretería (preciosa, me ha gustado especialmente), por supuesto El Cachorro y para cerrar la noche La Mortaja, cofradía especialmente solemne y barroca que despierta emociones dormidas. Mientras dobla la difícil esquina de la calle donde la esperábamos, el chico que estaba a mi lado empieza a cantar una saeta: la voz. ¡Qué voz! Hacia vibrar todo dentro de mí. Notaba como el sonido entraba por un oído y salía por el otro vibrando intensamente... ¡Qué momento! Esto es "sentir" la música.

Sábado 11 de abril de 2009
Hoy es el último día. Un punto de tristeza empieza a invadirnos. Nos despedimos de los Otros Madrileños que ya vuelven hoy, con la promesa de volver el año próximo y las ganas de quedar en Madrid para ver las fotos y recordar estos momentos.

La mañana se la dedicamos a la Macarena: hemos decidido pasar a verla en nombre de nuestro Maestro al que debemos que nos haya enseñado a disfrutar de todo esto ¡Gracias!

Seguimos con las despedidas, pasamos por el Pumarejo y decimos adiós a los amigos que siempre nos han acogido con los brazos abiertos; quedamos para el próximo potaje del Domingo de Ramos. Ya sólo nos queda despedirnos de ELLA.

Bueno, aún nos quedan dos cofradías por ver, así que con Teresa, Regina y nuestro amigo el Marroquí, nos encaminamos a ver recogerse a los Servitas (no podemos dejar de recodar cuando el año anterior la vimos entrar bajo una torrencial lluvia en el templo con una increíble maniobra en dos tiempos que nos dejó fascinados). Hoy sigue sin llover (hace ocho años que no salían todas las cofradías, comenta Regina) y aquí estamos, saboreando los últimos instantes. Por fin, aparece y se abren las puertas del convento donde las monjitas cantan a ese Cristo muerto en brazos de su madre...

El Marroquí propone: nos queda la Soledad ¿vamos a verla recogerse? Vale, contestamos el coro (no queremos que esto acabe). Al llegar a la plaza de San Lorenzo, Regina se da cuenta de que la iglesia del Gran Poder está abierta y decidimos entrar para encontrarnos con una de las imágenes más sobrenaturales y sobrecogedora que te puedes encontrar: en medio de la basílica en una medio penumbra se encontraba el paso de Jesús del Gran Poder, quieto, paciente, suspendido en la nada...
Hay que salir, porque empiezan los oficios. Momento justo porque la Cruz de Guía de la Soledad ya está en la plaza. Respirando hondo buscamos un lugar donde esperar. Ya llega. La primera saeta empieza en la esquina, le sigue otra, y otra... Ahora empiezan dos a la vez, y sólo una sigue pero no ha terminado y ya empieza otra...

¡Es increíble! Una lucha de saetas, de sentimientos por parar a la Virgen y prolongar esos últimos momentos hasta el infinito... El capataz pone punto final mandando levantar el paso y "poco a poco, poco a poco", se gira para despedirse de todos. Se cierran las puertas.

¡Venga! Unas cervecitas para despedirnos. Por el camino, ¡claro! Hablamos de la Semana Santa, alguien comenta que las de Castilla también son muy bonitas y el Marroquí sentencia: yo estoy esperando a que la Semana Santa de allí no coincida con la de aquí para ir a verla. Todos nos miramos y salió la carcajada: quedamos para el año que viene pero, como en el 2010 aún coinciden, en Sevilla.

Ya en el AVE, de vuelta a Madrid, con un poco de penilla, repasamos momentos y hacemos un recuento de todo lo que hemos visto: ¡31 cofradías! Ha sido una fantástica Semana Santa, "sin lluvia y con mucha gente", aunque hemos echado mucho de menos al Jefe y a Cayetana y sus comentarios siempre oportunos. Ya sólo faltan 364 días. Nos vemos el año próximo.

Texto: Amparo Gómez-Rey
Fotos: Vicente Camarasa

PROGRAMA DE ACTOS CIUDADANOS DE RECHAZO A LA CONSTRUCCIÓN DE LA TORRE CAJASOL CON MOTIVO DEL ENCUENTRO DE LA UNESCO (PDF)

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