[art_2] Colombia: Leo Kopp, el Santo Cervecero

Offenbach, Frankfurter Straße 62, es el lugar de nacimiento de "Don Leo", el "Santo" judío y masón más querido de Bogotá. En esta ciudad comenzó la historia de los 6.600 Millones de Euros que SABMiller, la segunda cervecera más grande del mundo pagó por Bavaria, la pequeña cervecería que el alemán Leo Kopp fundara hace 116 años. Esta venta se realizó en Bogotá en julio de 2005.

Hombres, mujeres y niños, pobres y ricos, hacen fila para poder hablar con Don Leo Siegfried Kopp, el alemán nacido en Offenbach más famoso de Latinoamérica.

El monumento de Leo Kopp posa en una forma que recuerda a las esculturas de Pierre Rodin. Él espera por las flores que sus visitantes le llevan. A la entrada del Cementerio Central de Bogotá se sientan las abuelas que venden rosas y claveles. "A Don Leo le gustan sobre todo las Rosas", dice una de ellas. Una abuelita sin dientes pero con gafas de sol dice: "las jovencitas pueden pedirle a Don Leo todo lo que quieran: un novio, un amante o un buen marido".

Los hombres le hablan sobre sus deseos en los asuntos del deporte y la política: que su equipo favorito de fútbol gane el campeonato nacional o que algún político cumpla con mejorar la situación de la gente. En medio de 8 millones de habitantes e incontables mausoleos que pertenecen a grandes Poetas, Expresidentes y reconocidos Políticos, es la tumba de Leo Kopp la que recibe el mayor número de visitantes por día.

Leo Siegfried Kopp fundó su imperio en lo que hoy es el Corazón de Bogotá. En el Barrio San Diego, entre la Carrera 7 y la Calle 28 al frente del Museo Nacional de Colombia. En los terrenos de la que fue la Kopp Deutsche Brauerei Bavaria funcionan importantes empresas, firmas internacionales, bancos, hoteles y entidades culturales. Desde que Kopp se inició como cervecero, la Cervecería Bavaria, que ahora se llama Grupo Empresarial Bavaria, es la única empresa colombiana sobreviviente del siglo XIX.

La Vida de la familia Kopp muestra la dolorosa historia de expulsión y persecución que sufrieron los judíos en todo el mundo. En 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de la declaración de guerra que Colombia le hizo al Imperio Alemán, fueron confiscadas todas las empresas alemanas. Las relaciones de Colombia con Norteamérica vivían una nueva etapa, después de la pérdida de Panamá en 1903. Así que las exigencias de los Estados Unidos tuvieron que ser satisfechas. "Los Aliados quisieron con esa medida destruir a la industria alemana y luchar contra el Nacionalsocialismo", dice el investigador y experto en inmigración alemana en América Latina, Enrique Biermann, desde Bogotá.

Casi 36 maestros cerveceros alemanes que trabajaron para Bavaria desde 1930 dejaron el país. La familia de Don Leo fue expropiada de su empresa, la que fue tomada por gerentes colombianos. Si los Kopp fueron indemnizados, no nos es conocido. Don Leo no supo de este acontecimiento, pues murió en 1927 y su hijo Guillermo tomó el control de la cervecería. Sin embargo, la receta de Don Leo y su Know How se mantuvieron, gracias especialmente al maestro cervecero Wilhelm Schmitt, quien años más tarde enseñó sus técnicas en las universidades.

En 1904, 15 años después de la fundación de Bavaria, Don Leo Kopp fue atacado por uno de sus trabajadores con un hacha. El motivo quizás no tuvo que ver con asuntos personales, sino con las influencias que posiblemente recibió el agresor por las ideas que promulgaba el Partido Conservador en contra de los masones y los judíos. En ese tiempo en Colombia este partido político respaldaba la publicación de los "Protocolos de Sión", un Panfleto contra los judíos que años más tarde utilizarían los Nacionalsocialistas y Henry Ford para justificar la militancia antisemita. "Con eso se justificaba que la gente matara o golpeara a los judíos", dice el periodista y académico colombiano José Guillermo Ángel. Don Leo sobrevivió al atentado. 23 años después, el 15 de septiembre de 1927 murió en el pueblo de La Esperanza.

Por cuál razón llevan los bogotanos tantas Flores a Don Leo, porqué le rezan si casi 90 % de los colombianos son católicos? Porqué susurran al oído de la escultura del judío y masón sus deseos secretos? El judaísmo y la masonería no son contraditores.

"Los masones exigen la creencia en algún Dios, que juega el papel del Arquitecto del Universo", aclara José Guillermo Ángel. Leo Kopp tomó parte en la masonería en 1913 y cuatro años después alcanzó el Grado 30 en la Logia colombiana, fundada a finales del siglo XVIII y cuya figura central fue el Precursor de la Independencia Antonio Nariño, inspirado en las ideas e ideales de la Revolución Francesa y en los jóvenes movimientos democráticos en Europa.

La Iglesia Católica, que durante tanto tiempo tuvo influencia en la política y en la sociedad colombiana, no está en contra de este fervor popular y de los ritos fuera de los principios de la iglesia que desde 1927 se produjeron en Bogotá. Después de varias décadas de luchas y peleas contra la masonería, el liberalismo, el judaísmo y los ritos supersticiosos de los mestizos, ya no se impide a nadie rezar a Don Leo. El Padre Juan que oficia en el Cementerio Central de Bogotá dice "Don Leo ayuda especialmente a las familias que no tienen un techo o trabajo. Algunos visitantes me preguntan si rezarle a su tumba es pecado". El Padre lo niega. "Todos pueden creer lo que quiera. La fe del pueblo es más fuerte que la fe de la Iglesia".

Don Leo, El Santo? La canonización es un proceso que toma muchos años. Se necesita la iniciativa de la Iglesia Católica en Colombia ante el Papa Benedicto XVI en Roma. El Padre Juan considera eso posible, si la iglesia no tuviera en cuenta la condición de masón de Don Leo. Los Obispos y Cardenales no muestran ninguna disposición hacia el proceso de canonización de Don Leo, a pesar de que son concientes de los muchos milagros que ha hecho.

La Salida de Offenbach
El Fabricante de ropa Leopold Kopp tuvo nueve hijos con su esposa Johanna Koppel. Cinco meses después de la muerte a los dos años de edad del pequeño Siegfried Leopold, nació Leo Siegfried (Don Leo) el 14 de agosto de 1858. El negocio de ropa se situaba en lo que es hoy la Frankfurter Straße 62, entre las Calles Kaiser y Luisenstraße. El negocio había podido ser abierto en 1852 cuando fueron concedidos los derechos ciudadanos también a los judíos, como resultado de la revolución civil de 1848. El 21 de abril de 1852 Leopold Kopp obtuvo sus derechos ciudadanos en Offenbach y con ello, un permiso de trabajo, según informa el director del Archivo de Offenbach Hans Georg Ruppel. El 27 de enero de 1877 Leopold y Johanna Kopp se mudaron a Frankfurt con sus ocho hijos.

A finales del siglo XIX estallaron varias guerras civiles en Colombia. Don Leo y su hermano Emil llegaron a través de Venezuela y el oriente colombiano en 1886 a El Socorro, un pueblo 290 Km al norte de Bogotá. El Socorro era en ese tiempo un importante centro comercial. Allí se produjo en 1781 la primera declaración criolla de independencia de España. Hoy es El Socorro un centro histórico de gran significancia para la política y la economía.

El Periodista Ángel cree que posiblemente existió otra ruta de inmigración. Los Kopp pudieron ingresar quizás a través de la ciudad portuaria de Barranquilla, en ese tiempo el punto más importante del caribe colombiano. Aquí existía ya una comunidad judía. Alemania había ganado la guerra contra Francia en 1871, sin embargo varios católicos, protestantes y judíos emigraron a Sudamérica, donde con seguridad encontrarían una ilimitada libertad personal y económica. En los últimos años del siglo XIX los gobiernos liberales de Colombia invitaron a venir a jóvenes alemanes solteros para que trajeran sus conocimientos científicos y comerciales. Los inmigrantes se casaban con colombianas. Sus hijos hablaban alemán con los padres, español con las madres.
Don Leo Kopp se casó con Doña Mary Castello, cuya familia fundó junto con los hermanos Kopp la casa comercial "Fenicia" y años más tarde la "Cervecería Kopp y Cía". Pero el éxito les fue esquivo.

La familia Kopp decidió mudar sus actividades comerciales a Bogotá, sonde fue fundada la "Sociedad Kopp y Castello" el 4 de abril de 1889, con la que se creó Bavaria. Pero la sociedad se dividió en junio de 1890, y la cervecería se denominó Kopp Deutsche Brauerei Bavaria.

El Nombre de los Kopp
Los hijos de Leo Kopp y Mary Castello fueron Guillermo, Leo R., Juanita y Daniel. Guillermo era también masón y fue apreciado en Bogotá por sus obras sociales. Juanita murió a la edad de 19 años. Leo R. prestó servicio militar en el ejército alemán y a su regreso a Colombia se casó con Doña Olga Dávila. Luego de varios años de feliz matrimonio, murió Leo R y Olga se casó con Alfonso López-Pumarejo, quien era igualmente masón y fue dos veces presidente de la República.

Daniel se escapó de su casa a la edad de nueve años. Posiblemente, para evitar que lo enviaran a Europa a estudiar. Llegó a Sasaima, un pueblo al norte de Bogotá. Durante varios años, Don Leo intentó llevar a su hijo de vuelta a casa, sin resultado. "El chico se escondía siempre de su padre", cuenta Ana Kopp, la nieta de Daniel, quien vive con sus hijos de 20 y 26 años y un nieto en un barrio de clase obrera en Bogotá. Ella sabe muy poco sobre su Bisabuelo. Desde que Daniel se separó de su casa, se perdió el contacto con los demás miembros de la familia Kopp. La Madre de Ana se llama Pilar del Socorro Kopp, vive retirada en Sasaima y tiene 84 años. Doña Pilar no quiso que sus siete hijos llevaran el apellido de su padre.

Doña Ana cuenta sobre su Bisabuelo como si fuera una historia rara y graciosa, a la que nunca le ha prestado atención. "Hay gente que habla con él para pedirle trabajo", dice ella irónicamente. "Yo nunca he tenido ganas de hablarle". Ella trabajó como secretaria en varias empresas y tiene ahora un pequeño negocio de cosméticos en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá. Su esposo trabaja ocasionalmente en los Estados Unidos, como muchos otros colombianos también lo hacen. Uno de sus hermanos es guardaespaldas y sus hermanas son amas de casa. Doña Ana tiene una vida modesta. Don Leo Kopp, su Bisabuelo, seguramente se habría imaginado otra situación para su familia. El hermano de Ana, Manuel Kopp está casado con Consuelo de Kopp. "Todos vienen donde nosotros, los pobres Kopp", dice Consuelo. "Usted debería preguntarles a los Kopp que son ricos, pero ellos no están en el directorio telefónico".

La Buena cerveza alemana
Don Leo organizó su Bavaria en una forma moderna y amigable con los trabajadores. En Bogotá, una ciudad todavía colonial, los trabajadores de Leo Kopp construyeron el nuevo barrio San Diego para vivir cerca a su lugar de trabajo. Don Leo había comprado esos terrenos por 40.000 Pesos de ese tiempo, lo que hoy son 15 Euros. Con el desarrollo del país la empresa creció rápida y frenéticamente. Don Leo halló su tarea en ayudar a sus trabajadores con la construcción de sus propias casas, no sólo por altruismo, sino también con el interés legítimo de adquirir nuevos trabajadores para su empresa. Rápidamente, el sueño de muchos fue trabajar en Bavaria. La existencia de la cervecera impulsó la fundación de sindicatos y la construcción de barrios que hoy son el centro de una ciudad con millones de habitantes. Durante la construcción de estos barrios, los habitantes tomaron el ritmo de vida de los trabajadores de Bavaria.

Al comienzo y al final de la jornada, y a la hora de almuerzo sonaba una sirena en la fábrica. El 31 de diciembre este sonido saludaba al Año Nuevo y cuando moría un trabajador de Bavaria, la sirena sonaba tres veces.

Antes de la llegada de la cerveza a la vida de Bogotá, existía otra bebida alcohólica favorita: la Chicha, preparada a base de maíz y miel de caña de azúcar. Había varias chicherías en la ciudad, negocios donde se ofrecían distintas recetas. Para elaborar la chicha se necesitan hasta dos meses. Cada experto tiene sus propios secretos para darle sabor con ingredientes como la lejía, harinas de diferentes granos o caldo de pata de res. Con la gran difusión de la cerveza alemana de Bavaria, desapareció la preferencia por la chicha. La introducción de la cerveza se hizo con estrategias de Marketing. Se estimuló el consumo de cerveza por sus múltiples cualidades medicinales, pregonando que servía especialmente para enfermedades del estómago o para el insomnio, fue la bebida energética de los trabajadores y además tendría beneficios para la leche materna. Estas tantas propiedades de la cerveza acabaron con la popularidad de la chicha, a la que se acusó de ser una bebida dañina para la salud y causa de la idiotez. A pesar de esta mala fama, todavía sobreviven algunas chicherías en los viejos barrios de Bogotá.

Cuando crecieron los barrios en las cercanías de Bavaria, Don Leo desarrolló diversas técnicas para proveer a la población de agua potable. Abrió pozos y construyó tuberías de agua. La leyenda de su generosidad se expandió rápidamente, incluso gente extraña llegaba a pedirle su apoyo. También su hijo Guillermo Kopp tuvo un muy buen nombre entre los pobres y mendigos.

Don Leo ya no puede ayudar a la sociedad, él sólo satisface deseos individuales con sus milagros. El transporte público en Bogotá está en manos privadas y existen casi 18000 buses, de los que 6000 son innecesarios y causan una alta contaminación del aire. Los ocho millones de habitantes necesitan una rápida solución al problema del transporte que hace tanto daño al medio ambiente. Doña Teresa tenía un Bus. Ella le susurró al oído a Don Leo para poder comprar cuatro buses más y su petición fue concedida. Sin duda, a ella le encantaría que su "protector" fuera declarado santo, igualmente viajar a Offenbach a visitar la casa en la Frankfurter Straße 63 y dejar flores allí.

La vieja cervecería de los Kopp
La historia más reciente de Bavaria está escrita por la familia Santo Domingo, una historia exitosa que muy pocas veces sucede en el mundo de los negocios. Ya desde antes, esta familia estaba interesada en los mercados internacionales, pero las condiciones políticas en Colombia no eran atractivas para los inversionistas extranjeros. Así que se interesaron primero por la compra de las cervecerías latinoamericanas para tomarse el mercado regional y luego tomar parte en el mercado global de la cerveza. En corto tiempo este Clan obtuvo casi el monopolio de las cervecerías en Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Chile y Bolivia. En julio de 2005 Bavaria quedó en manos del grupo británico-sudafricano SABMiller.

El precio de la venta ascendió a 6.600 Millones de Euros, de los cuales cuentan 15 % de las acciones en SABMiller para los Santo Domingo. Después de la Philipp Morris, esta familia posee el segundo lugar de los accionistas. SABMiller tiene sólo un competidor en América Latina, la cervecería número uno del mundo, la firma brasileña Inbev, filial de la belga Interbrew.

Ya hacia la década de 1930 Bavaria participaba en gran medida en el mercado colombiano de la cerveza y era una sociedad con varios accionistas. En ese tiempo, Mario Santo Domingo, un hombre de negocios nacido en Panamá cuando este país era un departamento colombiano, compró la Cervecería Barranquilla por 300.000 Pesos, hoy 100 Euros. Esta cervecería había sido afectada por la crisis económica mundial de 1929. Desde Barranquilla, Santo Domingo compró otras cervecerías en las ciudades de la costa caribeña colombiana. Su Empresa tomó el nombre de Cervecería Águila, se expandió por toda la región y obtuvo el monopolio. A mediados de los años 60 Bavaria comenzó a introducir su mercado en el caribe. La competencia entre cerveceras colombianas había comenzado. En 1966 Julio Mario, el hijo del viejo Santo Domingo, vendió la Cervecería Águila a Bavaria, a cambio obtuvo la mayoría accionaria en esta empresa, y se mantuvieron el nombre de Bavaria y sus marcas de cerveza. Actualmente, los Santo Domingo dirigen sus negocios desde Nueva York. Tatiana Santo Domingo, la nieta de Julio Mario es la novia de Andreas Casiraghi, el hijo de Carolina de Mónaco.

Texto + Fotos: Carolina Araujo